Por Julieta Carvallo
La belleza siempre llama la atención, pero la personalidad es quien llama al corazón.
Muchas veces nos preocupamos demasiado por nuestra apariencia y nos olvidamos de lo verdaderamente importante: nuestra personalidad. En la sociedad que vivimos puede que en varias ocasiones nos inquiete más la belleza física por sobre todas las cosas, pero luego terminamos por darnos cuenta de que en realidad al final nos aburre...
El encanto que se desvanece
La belleza exterior es momentánea. Quizás tuvimos la oportunidad de tener una cita con la persona que toda la vida nos gustó y siempre deseamos tener al lado, pero luego nos damos cuenta en ese momento de que realmente no es lo que queremos.
Ojos azules, celestes o un verde fuera de lo común con un cabello rubio siempre es visto como uno de los estereotipos de belleza. Pero, a la hora de sentarnos a charlar con una persona, ¿eso realmente nos interesa?
Puedes tener el rostro más bello frente a ti, con el cuerpo más bonito que hayas conocido, y la sonrisa blanca perfecta que siempre soñaste, pero si no logras mantener una charla, ¿querrás seguir al lado de esa persona?
Tanto al hombre como a la mujer nos gusta poder sentarnos a conversar y estar frente a alguien con inteligencia, con quien podamos abordar muchos temas de la vida. Llegado el momento el rostro bonito solo podrá entretenerte por unos minutos. ¿Qué harás luego al aburrirte?
ESTO es lo que en verdad cuenta
¡La actitud! Es muy importante que seamos alegres. La personalidad siempre va a estar por encima de todo. Cuando nos enamoramos de alguien lo físico queda de lado. ¿Qué sería de una simple mirada sin la pasión que puedas ver detrás de los ojos de la persona?
Se sabe (varios estudios lo han demostrado) que la inteligencia es el factor más importante a la hora de enamorar.
Por otra parte, se ha comprobado que las parejas de novios por lo general poseen conocimientos muy similares. La sociabilidad, la bondad y la pasión son otros factores claves a la hora de conquistar un corazón.
Por eso, no te quedes solo con la belleza física de una persona, ni te preocupes tanto por la tuya. Al final, lo que más importa es quiénes somos y no cómo nos vemos.
Tú, ¿piensas que la personalidad es más importante que la belleza física?
No puedes perderte: Esta es la pregunta que te transformará por completo: ¿saldrías contigo mismo?
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