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jueves, 21 de marzo de 2019

'Cómo hacer que te pasen cosas buenas'

Iñako Díaz Guerra, El Mundo Digital, 14.03.2019
MARIAN ROJAS ESTAPÉ. Madrid, 1983. Psiquiatra. Escribió Cómo hacer que te pasen cosas buenas para utilizarlo como apoyo en sus terapias, pero se ha convertido en el libro más vendido en España en lo que va de 2019. Medicina o autoayuda, ésa es la cuestión.

¿Qué dice de España que el libro más vendido de lo que va de año sea uno titulado 'Cómo hacer que te pasen cosas buenas'?
En el fondo me preocupa. Nunca jamás me lo imaginé. Me gustaría mandar el mensaje optimista de que no estamos tan mal como sociedad, pero la realidad es que hay un vacío. La felicidad depende del sentido que cada uno le da la vida, de tener un proyecto vital, un propósito por el que vivir, lo que los japoneses llaman el ikigai. Somos una sociedad que ha perdido el sentido de la vida. Lo hemos sustituido por otras cosas: sensaciones, redes sociales, pantallas, pornografía, alcohol... Ese es el problema y es un problema grave. Sobrevivimos, pero no vivimos. Hemos dejado de hacernos preguntas.
¿Cuál es tu pregunta más habitual a los pacientes?
Si hay vida después de la muerte. Hay que hacerse esa pregunta porque la muerte es la puerta de la filosofía. 
¿Sirve realmente para algo un libro así?
Todos los días recibo agradecimientos de lectores diciéndome que sí, que tras leerlo su vida es mejor. Eso me emociona, porque mi objetivo como médico es ayudar a los demás y he descubierto que puedo hacerlo a través de un libro, que es algo que nunca imaginé. Mi finalidad era que me sirviese de apoyo para terapias y conferencias, nada más. Cuando se publicó, acababa de dar a luz y no pude hacer promoción y, de repente, se empezó a vender y vender y vender... No sabíamos a qué se debía. La única explicación es el boca a boca y yo soy la primera sorprendida. La clave del éxito de este libro es que la gente se siente muy identificada y porque les habla sobre sus errores de forma muy delicada y sin juzgar al lector. Todos hemos pasado momentos en nuestra vida de los que no nos sentimos orgullosos o lo hemos pasado muy mal y no hemos entendido por qué. Ese es el quid del libro: entiende tu cerebro, gestiona tus emociones, mejora tu vida. Yo no quería hacer un libro de autoayuda de sonríe y ser feliz, sino un libro de neurociencia que explique cómo funciona tu cerebro ante determinados estímulos y cómo manejarlo. Manda un mensaje optimista cogido de Ramón y Cajal: "Todos podemos ser escultores de nuestro cerebro". 
¿Todo esto es medicina o pseudociencia?
Tu cerebro y tus emociones te enferman y te curan; y si conoces cómo funcionan, tú eres capaz de curarte o enfermarte. El poder de la mente es brutal. Uno de los problemas de la medicina occidental, que no tiene la medicina oriental, es que no estudia el interior de las personas, desprecia la meditación... En la medicina occidental estamos acostumbrados a tratar el síntoma y no a la persona; eso es poner parches. Hay que buscar el origen. Yo no vengo a negar el dolor y el sufrimiento, porque existen y son ingredientes de la vida que bien integrados en ella nos hacen ser mejores, pero sí a intentar explicar cómo gestionarlos.
¿Crees en eso que se ha dado en llamar terapias alternativas?
No. Son peligrosísimas. Lo que sucede es que es muy complicado marcar una línea entre lo que es medicina y lo que no lo es, porque al final todos estamos deseando que nos den la receta fácil para ponernos bien y no sufrir. Da igual que te digan que son unas gotas o unos rituales. Nuestro cerebro es capaz de engancharse a lo que sea con tal de pensar que no va a sufrir y eso está dando lugar a casos dramáticos de gente que decide no tratarse enfermedades muy graves pese a que la medicina podría ayudarle. Eso es un riesgo y un error, pero es cierto que el cuerpo nos va mandando señales de alerta antes de enfermar gravemente y eso también hay que estudiarlo. Cuando una persona lleva enferma dos años, encadenando diferentes síntomas, el cuerpo le está avisando de algo grave. La ansiedad es a la mente lo que la fiebre es al cuerpo. Ambas te avisan de que algo no va bien. ¿Qué sucede? Que cuando ya tienes tu enfermedad gravísima y tu diagnóstico terrible, te tienes que poner en manos de los médicos y dejarte de tonterías. Pero en todo ese recorrido previo, hay muchos momentos en que te pueden ayudar desde otras perspectivas, a veces, menos convencionales. El problema de la sociedad occidental es que nos cuesta mucho parar y conectar con nuestro interior. 
¿Y a qué lo achacas?
Todo en nuestra sociedad actual se enfoca a solucionar problemas rápidamente, resolver conflictos, las pantallas, las redes sociales... Cuando paras, tu organismo se siente mal. La cronopatía, que es la incapacidad de frenar, es una de las actitudes que nos enferman hoy en día. Llegas al fin de semana deseando que sea lunes, porque no sabes qué hacer con el tiempo libre. Hemos perdido el equilibrio entre el modo supervivencia y el modo calma, que deben compensarse. Y no estamos diseñados para vivir constantemente en ese modo supervivencia, eso te enferma. Hay una hormona, el cortisol, que se activa para afrontar el estrés, la alarma o la supervivencia. Pone en marcha el mecanismo de lucha o huida. Y si en vez de actuar en casos excepcionales, lo estamos generando permanentemente, como sucede hoy en día, la mente y el cuerpo acaban por no diferenciar los problemas reales de los imaginarios. El 90 por ciento de las cosan que nos preocupan jamás suceden, pero nuestro cuerpo y nuestra mente las viven como si fueran reales. Sentimos que todo es una amenaza. Te pasas todo el día alerta y el sistema inmunológico está tan pendiente de eso que no presta la atención que requieren otras partes del cuerpo. Y se paga.
¿Qué nos ha convertido en esos seres permanentemente preocupados?
Lo achaco a cuatro factores. La cronopatía, de la que ya hemos hablado. Luego, la necesidad patológica de controlarlo todo, incluido el futuro, lo que es imposible. La felicidad consiste en vivir instalado en el presente habiendo superado las heridas del pasado y mirando con ilusión al futuro. Si vives enganchado al pasado, eres depresivo. Si vives angustiado por el futuro, eres un ansioso. La felicidad consiste en conectar con el presente y eso requiere saber que la felicidad no es lo que te pasa, sino cómo lo interpretas. La tercera es el perfeccionismo, la sociedad occidental está obsesionada con una perfección que no existe y te condena a la insatisfacción. Y la cuarta es la pantalla, que te envía alertas permanentes. Los programadores han buscado nuestro punto más vulnerable, que es la validación social, y lo han atacado.
¿Es posible la felicidad real en el mundo virtual?
No, es imposible. El mundo virtual genera gratificación instantánea, chispazos de dopamina que te dan instantes de placer, pero provocan un bajón, un síndrome de abstinencia. La felicidad está en conectar con las personas en el tú a tú, en la vida real.
¿No es la felicidad un lujo burgués, un anhelo de quien ya tiene lo básico cubierto?
Totalmente. Todo el mundo quiere ser feliz y me parece bien, es una buena aspiración. Pero tienes que saber que es un estado que no se alcanza de un modo permanente, que requiere un equilibrio entre tus aspiraciones y lo que has logrado, y esas expectativas deben ser moderadas. La felicidad consiste en disfrutar los instantes buenos que tienen todos los días sabiendo que no van a evitar los momentos malos. Yo aprendí mucho haciendo labor social en Camboya, en el Bronx... Ahí ves que el sufrimiento tiene un valor. Cuando todo te va bien, te olvidas de la gente que sufre. Necesitas haber sufrido para empatizar con quien los demás. La sociedad actual quiere fingir que el sufrimiento no existe, no queremos que nadie nos cuente penas porque es muy exigente acompañar a una persona que sufre. Eso es la compasión: te entiendo y te ayudo. Es un grado superior a la empatía y es muy cansada, es de seres superiores. Pero hoy vivimos tan rápido que fingimos que empatizamos, pero sólo hasta un punto en que no nos exija nada. 
¿Un mundo feliz sería un mundo mejor?
No, sería peor. El dolor es necesario y ha sido un motor artístico, filosófico y emocional de la humanidad. Lo que pasa es que depende de cómo definas la felicidad: si es ausencia de dolor y una vida perfecta, eso no existe en la Tierra. Además, la gente tiende a olvidarse de los demás cuando todo le va bien. Es una pena, porque el mundo sí sería mejor si nuestra felicidad nos hiciera más compasivos, pero no es lo habitual. 
En el libro acabas por proponer el amor como solución para todo. ¿Eres una romántica en tiempos cínicos?
Lo que marca la vida es el amor a las personas, no sólo a las parejas. Es lo más importante en esta vida y el único antídoto para el sufrimiento. Es la respuesta a todo. No hay nada en la historia que sane y proteja tanto como el amor. Hay un estudio importantísimo de Harvard que demuestra que el parámetro que más condiciona que le gente envejezca sana y feliz es el amor. La soledad mata, sentirse solo mata a la altura del tabaco. No es que yo te diga que el amor sana como una cosa del Romanticismo del siglo XVIII, te estoy hablando de que está científicamente demostrado que es así. Me da pena que a las cosas básicas que sabemos haya que darles una base científica para que la gente se las crea. Pero sí, hay que volver al amor. Y esto es medicina, no pseudociencia. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad en la que lo que se rompe lo tiramos, en vez de arreglarlo. También el amor. En eso tendríamos mucho que aprender de la sociedad de nuestros padres y abuelos.
¿Te parecen un problema las redes sociales para ligar?
El amor de usar y tirar está haciendo muchísimo daño a la gente. En España se separa una pareja cada cuatro minutos. Y quitando la muerte, por lo que más sufre uno en esta vida es por amor. Hay que volver a querer, no hay nada como sentirse querido. Yo ahora trabajo principalmente con adolescentes y la gente joven hoy en día conecta mejor con una pantalla que con una persona. No le pidas a un chaval que se lleve a una chica a tomar unas tapas y ligar con ella en un bar porque no sabe hacerlo. Se agobia, de hecho. Tengo un paciente que veía inaudito invitar a salir a una chica porque no podía saber cómo iba a acabar la cosa. Sólo entienden ir a tiro hecho, se ha perdido la posibilidad del rechazo. 
Convertir el móvil en el enemigo parece una batalla anacrónica... y perdida.
El problema es que cogemos el dispositivo en dos momentos: cuando te aburres y cuando estás estresado. Tu cerebro se va modulando a medida que vas haciendo cosas con él. Si te pones ahora a tocar el piano, en un par de semanas tu cerebro ha aumentado su grosor en las zonas de los dedos y de la música. Si lo dejas, vuelve a como estaba. Esto es clave: el cerebro se adapta a tus hábitos. Y si tú, ante el aburrimiento o el estrés, coges el teléfono, no generas mecanismos para hacerles frente. Y eso provoca un drama que estamos viendo actualmente en la juventud: la cero tolerancia a la frustración. Es un componente clave de la vida que no se desarrolla debido a las pantallas. Planteas tu identidad adolescente respecto a las redes sociales, creemos que la gente te quiere o no por unos likes... La búsqueda de la identidad, que se desarrolla en la adolescencia, queda completamente en manos ajenas e invisibles, eres vulnerable. La vida virtual genera felicidad a golpe de clics, pero no felicidad estructural. Es todo un bluff y tu cerebro lo sabe, pero es adictivo. De hecho, la medicación para tratar la adicción a las redes sociales es muy similar a la de la cocaína. Es terrible.

domingo, 17 de marzo de 2019

¿Tener más hijos suma o resta años de vida?


Fotograma de 'Sonrisas y lágrimas' (1965), de Julie Andrews y Christopher Plummer.

De un artículo de Elena Sanz, en El Mundo Digital, 17 de marzo 2019

Cindy K. Barha era de las que creían que no hay quien compense las horas de sueño que te quita un hijo ni los quebraderos de cabeza que te genera desde que viene al mundo. Hasta que un proyecto de investigación de la Universidad Simon Fraser de Canadá, donde trabaja, la condujo hasta la Guatemala profunda a conocer a las mujeres maya kaqchikel. Un grupo étnico indígena en el que no es nada raro tener entre 4, 5 y hasta 6 hijos. Escudriñando en su ADN pudo comprobar que las mujeres que tienen más descendencia obtienen una enorme recompensa fisiológica a cambio: sus telómeros se alargan y viven más años.
El dato es bastante sólido. Barha y sus compañeros llegaron a él después de pasar 13 años en contacto con 75 mujeres kaqchikel. Al principio y al final de ese período les tomaron sendas muestras de saliva para medirles los telómeros. Esto es, las estructuras que protegen los extremos de las cadenas de ADN, y cuya longitud es directamente proporcional a la esperanza de vida. Los resultados no dejaron lugar a dudas: cuanta más extensa era la prole de una madre, más largos tenían los telómeros. Como si su ADN se hubiese detenido en el tiempo. Un hallazgo que hace tambalearse las teorías evolutivas vigentes hasta ahora, que postulaban que un mayor número de hijos acelera el ritmo del envejecimiento biológico.
Los científicos atribuyen los desconcertantes resultados a losefectos del estrógeno, una hormona que se produce a espuertas el cuerpo de las embarazadas. "Los estrógenos tienen un enorme poder antioxidante, tan fuerte que evitan que los telómeros reduzcan su tamaño, como un escudo defensor", aclaran Barha y sus colegas en un estudio que publicaba la revista PLOS One.
¿Son válidas estas mismas conclusiones para el resto de las féminas del planeta? En parte, sí. Aunque con algunos matices. Dice Barha que al aumento de la longevidad de las Kaqchikel también contribuye que, en su entorno cultural, tener más hijos implica un mayor respaldo social a las madres. "Pagan un menor precio por reproducirse, por lo tanto tienen más energía metabólica para mantener sus tejidos y eso ralentiza el envejecimiento celular", explica la investigadora.

EFICAZ CONTRA EL CÁNCER

Lo que sí es un hecho universal es que las madres más prolíficas le paran los pies al cáncer con más facilidad. Al cáncer de ovario y al de útero, pero sobre todo al cáncer de mama. Las últimas investigaciones estiman que las mujeres que dan a luz a cinco o más críos tienen la mitad de probabilidades de sufrir cáncer de mama que las mujeres sin hijos. Los expertos lo atribuyen a que, al reducir el número de ciclos menstruales femeninos (9 meses por cinco embarazos al menos), la exposición acumulativa a la progesterona y a otros estrógenos endógenos se reduce. Además, resulta que amamantar a un bebé tiene un efecto directo sobre las células mamarias, que maduran y se diferencian para producir leche. Y todo apunta a que estos cambios las hacen más resistentes a volverse malignas. Otro argumento a favor de la lactancia natural.
El coco también se conserva mejor en las madres reincidentes. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de California basado en datos de casi 15.000 féminas reveló que las que dan a luz a tres hijos o más tienen un riesgo un 12% menor que el resto de las mujeres de ser víctimas de Alzhéimer u otros tipos de demencia.

jueves, 14 de marzo de 2019

Obispos de Australia responden a veredicto contra Card. Pell


Martes 12 Mar 2019 | 09:07 am


Sydney (Australia) (AICA): Tras las noticias de la condena por abuso sexual de menores del Card. George Pell, varios obispos en Australia aseguran estar comprometidos con la verdad y la justicia, al tiempo que se niegan a hacer comentarios hasta que haya concluido la apelación del purpurado. El arzobispo de Sydney, Mons. Anthony Fisher, recomendó a los católicos que no sean “demasiado rápidos al juzgar la situación”.
Tras las noticias de la condena por abuso sexual de menores del cardenal George Pell, varios obispos en Australia aseguraron estar comprometidos con la verdad y la justicia, al tiempo que se niegan a hacer comentarios hasta que haya concluido la apelación del purpurado, según una información difundida por la agencia ACIPrensa. El arzobispo de Sydney, monseñor Anthony Colin Fisher OP, recomendó a los católicos que no sean “demasiado rápidos al juzgar la situación”. 

Durante una misa en la basílica de Santa María, de Sydney, el 3 de marzo, el prelado dijo que los católicos de todo el país fueron sacudidos, vencidos sorpresivamente y desmoralizados por las noticias de la condena del cardenal Pell. 

Tras enfatizar en el daño que el abuso puede causar en las víctimas y en la credibilidad de la Iglesia, monseñor Fisher dijo que no discutirá el contenido de los cargos o el veredicto. 

“El proceso legal al Cardenal aún no está completo, por lo que no comentaré. Insto a la gente a no sacar conclusiones finales hasta que los jueces de apelación hayan tenido la oportunidad de revisar este asunto. En medio de las acaloradas emociones del presente, también rezo por la calma pública y el civismo”, expresó. 

Monseñor Fisher señaló que “algunos han planteado preguntas serias para que la corte de apelaciones las examine”. “Si somos demasiado rápidos para juzgar, podemos terminar uniéndonos a los demonizadores o a los apologistas, a los que buscan sangre o a los que lo niegan”. 

“Nuestras lecturas nos recuerdan que las cosas no siempre son lo que parecen; que debemos mirar debajo de la superficie y permitir que la verdad y la justicia se desarrollen en el momento de Dios”, agregó. 

El arzobispo reiteró su solidaridad con todos lo que han sufrido abusos por parte del clero, así como su compromiso de perseguir la verdad en las denuncias de abusos y evitar que estas avancen. 

El cardenal Pell fue declarado en diciembre de 2018 culpable por un tribunal de Melbourne por cinco cargos de abuso sexual de menores, derivados de denuncias por agresión sexual contra dos exmiembros del coro de la catedral de Melbourne. 

La condena fue hecha pública el 26 de febrero, luego que se levantó un veto informativo impuesto por la Corte antes del juicio. 

El cardenal Pell apeló la condena y enfrenta una pena máxima de 50 años en prisión. 

Varios obispos expresaron su sorpresa ante el veredicto, que se produjo al final de un juicio que duró cinco semanas y que se realizó después de que un jurado no pudo llegar a un veredicto unánime en un juicio anterior. 

Por su parte, en una carta pastoral del 2 de marzo, el arzobispo de Perth, monseñor Timothy John Costelloe SDB, también dijo que no quería comentar sobre la condena o apelación del cardenal Pell hasta que se completara el proceso legal. 

“He llegado a la firme convicción de que, para no exacerbar la situación y ser visto como alguien que intenta perjudicar el resultado del proceso de apelación, no debería hacer ningún comentario sobre la situación del cardenal Pell hasta que se completen los procesos legales”, indicó. 

El arzobispo añadió que en lugar de conceder entrevistas en este momento, lo más apropiado es apoyar a la gente de su arquidiócesis. “Por lo tanto, nuestra primera respuesta a la terrible situación actual debe ser, sin prever el resultado de la apelación (…) apoyar a todas las víctimas y sobrevivientes de abuso sexual por parte de representantes de la Iglesia”, indicó. 

El arzobispo de Brisbane y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Australia, monseñor Mark Benedict Coleridge, también emitió un comunicado para decir que la noticia de la condena “ha conmocionado a muchos en Australia y en todo el mundo”. 

“Los obispos están de acuerdo en que todos deben ser iguales ante la ley y respetamos el sistema legal australiano. El mismo sistema legal que emitió el veredicto considerará la apelación que presentó el equipo legal del cardenal. Nuestra esperanza, en todo momento, es que a través de este proceso, se haga justicia”, precisó. 

El arzobispo Coleridge dijo que los obispos continuarán “orando por todos los que han sido maltratados y por sus seres queridos. Nos comprometemos nuevamente a hacer todo lo posible para garantizar que la Iglesia sea un lugar seguro para todos, especialmente para los jóvenes y los vulnerables”, afirmó. 

Críticas al veredicto contra el cardenal Pell 
Otras figuras públicas criticaron abiertamente el veredicto contra el cardenal Pell. 

Greg Craven, vicerrector de la Universidad Católica de Australia, sugirió que el proceso de justicia estaba viciado por los medios de comunicación y las fuerzas policiales que habían trabajado “para ennegrecer el nombre” del cardenal Pell “antes de ir a juicio”. 

“Esta no es una historia sobre si un jurado lo hizo bien o mal, o sobre si se considera que prevalece la justicia. Es una historia sobre si a un jurado se le dio una oportunidad justa para tomar una decisión y si nuestro sistema de justicia puede ser escuchado”, dijo Craven en un artículo publicado en The Australian. 

George Weigel, biógrafo de San Juan Pablo II y escritor católico, denunció lo que denominó un proceso legal “de mal gusto” impulsado por “la histeria pública, la venganza política y la agresión de los medios”. 

En una columna del 27 de febrero en First Things, Weigel defendió al cardenal Pell, de quien fue amigo durante más de 50 años, diciendo que “algo está muy, muy mal” en la forma en que se manejó el caso. 

Reiteró las críticas que formuló en un artículo anterior en National Review, en el que criticó el caso contra el cardenal Pell por ser altamente inverosímil. Dijo que la policía de Victoria había iniciado una investigación contra el purpurado un año antes de que se presentaran las quejas, que había pedido que se presentaran denuncias en su contra sin haber tenido ninguna denuncia de mala conducta, y señaló que un jurado votó 10-2 para absolver al cardenal Pell antes de que el juicio se estancara y empezara un segundo juicio. 

El caso contra el cardenal Pell, dijo Weigel, se basó en varios cargos imposibles de probar, incluida la inexplicable ausencia de un maestro de ceremonias, monaguillos, sacerdotes concelebrantes y sacristán de la sacristía después de la Misa, cuando se alegó que ocurrió el abuso. 

“Antes del juicio, uno de los denunciantes murió después de haberle dicho a su madre que nunca había sido agredido. Durante el juicio, no hubo corroboración de los cargos del demandante sobreviviente”, dijo en el National Review. 

En su artículo en First Things, Weigel señaló que, como diplomático y ciudadano del Vaticano, el cardenal Pell tenía la opción de permanecer “en la seguridad extraterritorial del Vaticano, intocable por las autoridades australianas”. Sin embargo, el purpurado optó por regresar a casa para defender su honor y “sus décadas de trabajo en la reconstrucción de la Iglesia Católica en Australia”, dijo. 

“Nadie duda de que la Iglesia Católica en Australia fue terriblemente negligente al tratar el abuso sexual clerical durante décadas”, dijo Weigel, señalando al cardenal Pell como “el hombre que cambió ese patrón de negación y encubrimiento”. 

“Si Pell se convierte en el chivo expiatorio de los mismos fracasos por los que trabajó arduamente en corregir, se debe plantear la pregunta más grave sobre la capacidad de la opinión pública australiana para tener la razón y la justicia elemental”, dijo Weigel. 

Además denunció “la sed de sangre de la agresiva prensa secular, decidida a conseguir anotaciones políticas y eclesiásticas con uno de los ciudadanos internacionalmente más prominente del país, que se atrevió a cuestionar los tabús ‘progresistas’ en todo, desde la interpretación del Vaticano II hasta el aborto, el cambio climático y la guerra contra el yihadismo”, concluyó.+ 

Green Book


Green Book
  • Drama
  • Público apropiado: Jóvenes
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2019
  • País: EE.UU.
  • Dirección: Peter Farrelly
Contenidos: Imágenes (algunas V, S-)
Reseña: 
Cuando Tony Lip (Viggo Mortensen), un rudo italoamericano del Bronx, es contratado como chófer del virtuoso pianista de color Don Shirley (Mahershala Ali), durante una gira de conciertos por el Sur de Estados Unidos, deberá confiar en "El libro verde", una guía de los pocos establecimientos seguros para los afroamericanos, para encontrar alojamiento. Son dos personas que tendrán que hacer frente al racismo y los prejuicios, pero a las que la bondad y el sentido del humor unirá, obligándoles a dejar de lado las diferencias para sobrevivir y prosperar en el viaje de su vida.
Farrelly se apoya en una puesta en escena bastante clásica, casi se diría que desfasada, donde se deja trabajar al actor. Sobre todo, saca tajada a su principal arma, dos grandes protagonistas.
Gran parte del encanto de Green Book, lo constituyen las espontáneas cartas que Tony “Lip” Vallelonga escribe a su esposa Dolores durante su ausencia del hogar, mientras conduce al Dr. Don Shirley en su gira de conciertos de piano por el sur de Estados Unidos. Aunque al principio la relación entre chófer y patrón es algo tirante, acaban siendo amigos, y Shirley ayuda a mejorar sustancialmente la calidad literaria de las misivas.
En formato road movie, Green Book explora la vieja fórmula del dúo de contrarios y, una vez más, la combinación funciona a las mil maravillas. Al estilo de Paseando a Miss Daisy o de la más reciente y exitosa Intocable, presenciamos una genial historia de transformación a dos bandas.
La cinta de Peter Farrelly (Algo pasa con Mary, Dos tontos muy tontos) es puro cine clásico: una pareja de actores que se comen la pantalla –Viggo Mortensen está estupendo en registro cómico–, diálogos chispeantes, algún pequeño enredo, buenos sentimientos y final feliz. Con esos mismos ingredientes se cocinaron las mejores comedias de los 40, de las que todavía se puede seguir aprendiendo. 

Mula


The Mule
Reseña: 
Eastwood encarna a Earl Stone, un hombre de unos 80 años solo y arruinado que se enfrenta a la ejecución hipotecaria de su negocio y al que ofrecen un trabajo en el que sólo tiene que conducir. Pero sin saberlo, Earl acaba de convertirse en un correo de drogas para un cártel mexicano. Película basada en hechos reales.
Clint Eastwood dirige y protagoniza una agradable, inteligente y nada complaciente historia, que le va como anillo al dedo, y que en parte es complementaria de Gran Torino.
Estamos además ante una nueva reivindicación de la ancianidad y la experiencia de la vida, la posibilidad de poder tomar aún decisiones, y de aceptar la responsabilidad por las propias acciones, la vida sigue, y "aunque tengas 99 años, deseas cumplir 100".
La cinta, rodada con el elegante clasicismo que caracteriza al cine de Eastwood, donde convive el drama con leves apuntes humorísticos que dinamitan la omnipresente corrección política, presenta una gran humanidad en la definición de los personajes que pululan alrededor de Earl. 

Van Gogh, a las puertas de la eternidad


At Eternity's Gate
Contenidos: ---
Reseña: 
La película se centra en el tiempo que el pintor Vincent Van Gogh pasó en Arles y en Auvers-sur-Oise, en Francia. En palabras del director; “es una película sobre la creatividad y los sacrificios que tuvo que hacer Vincent para crear las espectaculares obras maestras que hoy en día son mundialmente reconocidas. No es la historia oficial, es mi versión. Una versión que espero que nos acerque más a él”.
La película recorre los principales hitos de la vida del artista. El director no centra su atención en la obra, sino sobre todo en el pintor, en los anhelos y fantasmas de un Van Gogh que se sabe presa de un don celestial, un estado casi de ansiedad y estupor por el que percibe la eternidad en la naturaleza, para él sinónimo de Dios, Belleza absoluta.
¿Se dan ustedes cuenta de lo difícil que es contar estas cosas y contarlas bien, respetando la espiritualidad profunda de Van Gogh, su anhelo de Dios? Seguro que sí y, por eso, quedarán maravillados con esas caminatas de un Willem Dafoe magnífico que encarna al frágil y fervoroso Vincent.

Capitana Marvel


Captain Marvel
Contenidos: ---
Reseña: 
Ambientada en la década de 1990, cuenta cómo Carol Danvers se convierte en una de las heroínas más poderosas del universo cuando la Tierra se ve atrapada en medio de una guerra galáctica entre dos razas alienígenas.
A rebufo del éxito de Wonder Woman llegan a la pantalla las peripecias del personaje, creado por el guionista Roy Thomas y el artista Gene Colan, en 1968.
Se consigue imprimir algo de frescura a lo que no deja de ser una convencional historia del género, sobre todo porque no se muestra cronológicamente el origen de la protagonista, el espectador descubre su origen al mismo tiempo que ella, que sufre de amnesia.  Por supuesto, los sofisticados efectos especiales de rigor garantizan la suficiente espectacularidad.
Tiene de fondo un mensaje positivo, que ensalza el valor de la perseverancia, lo importante sería seguir adelante, levantándose después de cada caída. Su principal acierto reside en que no carga las tintas en el discurso feminista, se limita a presentar a una mujer independiente, a la que Brie Larson dota sin despeinarse de cierta humanidad, estando a su altura Samuel L. Jackson, como la versión rejuvenecida de Nick Furia, presentado con más humor del habitual

Nivel récord de infelicidad

 P or MARK GILMAN, The Epoch Times en español Según Gallup, el aislamiento es uno de los principales problemas que afectan la felicidad de l...