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sábado, 28 de abril de 2018

He perdido la fe

Por Alfonso Aguiló

"Recuerdo -me contaba en confianza un antiguo compañero mío- aquellas devociones de mi niñez y mi primera adolescencia, y la verdad es que siento haber perdido la fe. Pero así ha sido.
        "Cuando mi pensamiento vuelve, con nostalgia, a aquellos recuerdos, aún adivino que había en ellos algo grande y valioso. Me sentía a gusto entonces, en esa inocencia, pero ahora pienso que todo aquello era demasiado místico, que la realidad no es así.
        "Mi afición a la filosofía y aquellas ávidas lecturas de juventud deshicieron enseguida, como un terrón de azúcar en el café, aquel clima religioso de la niñez. La imprecisión y vaguedad de mi fe infantil se convirtió con los años en una demoledora duda intelectual. Yo quisiera creer, pero ahora no me parece serio creer. La razón me lo estorba."
        En muchas ocasiones, como sucede en esta que acabamos de relatar, una persona avanza con los años en su preparación profesional, en su formación cultural, en su madurez afectiva e intelectual..., y, sin embargo, su conocimiento de la fe se queda estancado en unos conceptos elementales aprendidos en la niñez.
        Y a ese desfase hay que añadir, en algunos casos, el triste hecho de que esa formación religiosa quizá fue impartida por personas de conducta poco coherente.
        Cuando todo esto sucede, la fe va dejando de informar la vida, y se va rechazando poco a poco, de una manera insensible. Y esas personas acaban por decir que Dios no les interesa, que no tiene sitio en su vida, o que para ellos es poco importante.
        Ese proceso, lamentablemente corriente, demuestra la fragilidad de la fe en personas que se educaron asumiendo unas simples prácticas religiosas sin preocuparse por alcanzar un conocimiento real y profundo de la fe. La vida espiritual no puede reducirse a una actividad sentimental ajena a lo racional. El creyente debe buscar en su vida espiritual una fuente de luz que facilite una vida intelectual rigurosa.

jueves, 26 de abril de 2018

¿Es hora de que las feministas de la ONU hagan las maletas?

Kate Gilmore
NUEVA YORK, 19 de Abril (C-Fam) Fue un momento emotivo; una feminista lamentándose por su falta de avances sobre el aborto en la recientemente terminada Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW), de las Naciones Unidas.
Ella dijo, “Como caucus nos sentimos muy insatisfechas. Si no vamos a avanzar, esto es un desperdicio de nuestro tiempo como feministas. Ya he tenido algunas conversaciones con ONU Mujeres y otros grupos de que algo ha de cambiar porque, como dije, no merece la pena emplear mi tiempo y energía en venir aquí y hacer esto si lo que nos queda es menos que nada.”
¿Cuánto más contrariada está ella porque el viernes teminamos otra comisión sin documento final? La Comisión sobre Población y Desarrollo acabó el pasado viernes tarde, con los delegados de acuerdo en que no había acuerdo posible.
Para los europeos, el prolongado legado de los políticos de izquierdas perdura en su marca del feminismo. Extendieron ardientemente los principios fundamentales de su ideología, la autonomía sexual radical, por todo el mundo y más especialmente para imponerlo en las mujeres africanas. Los africanos se resisitieron, así como la administración Trump. Los europeos preferirían no tener documento a tener uno que no promueva el aborto. Muy bien. Que no haya documento.
Aquí está la cuestión. Los feministas han empleado un cuarto de siglo promoviendo el aborto en la ONU y no han conseguido ni una sílaba más allá de lo que lograron en la Conferencia del Cairo en 1994. Y cuán humillante para ellos que no puedan venir abiertamente a pedir lo que quieren; tienen que usar un lenguaje deliberadamente vago, engañoso, como ‘salud reproductiva’. Pero, incluso tienen que luchar con uñas y dientes para lograr hacer aprobar su artero lenguaje.
Casi todo el mundo en este sector admite que la salud reproductiva incluye el aborto. Por lo que, cuando la extrema izquierda lo introduce en documentos, y ya van muchas veces, las ONGs provida y las naciones provida insisten en su retirada. Si eso falla, ellos insisten en su reemplazo por términos algo menos ofensivos, como salud maternal. Si eso falla, ellos insisten en títulos que excluyen de la expresión el aborto.
Y los feministas tienen que luchar y luchar cada paso del camino y, en el caso de la Comisión sobre Población y Desarrollo, terminar con nada. Parecen dispuestos a dejar a las mujeres africanas en la estacada a no ser que ellos puedan conseguir su ‘libra de carne’ – la de las inocentes criaturas por nacer.
El proyecto feminista para usar la ONU como un vehículo para avanzar su causa so pretexto de derechos humanos ha sido siempre una propuesta sospechosa. Primero, viola la soberanía nacional el tener algo tan controvertido impuesto por un organismo internacional. Incluso aquellos partidarios del aborto, deberían sospechar de que sea impuesto sobre el mundo desde un edificio de oficinas en Nueva York. Segundo, el mundo no está de acuerdo con el aborto por encargo, como lo tenemos en los Estados Unidos y que es el modelo que los feministas de la ONU quieren usar para el mundo entero.
Los feministas han gastado literalmente cientos de millones de dólares y cientos de miles de horas de trabajo intentando usar la ONU para imponer el aborto en el mundo y no han avanzado su cuestión ni un poquito en veinticinco años. Tal vez deberían hacer caso de la advertencia dada por una feminista después de su derrota en el CSW y hacer las maletas.

lunes, 16 de abril de 2018

Para combatir la soledad

Antonio Argandoña
El gobierno inglés ha nombrado una Ministra encargada de resolver el terrible problema de la soledad. Según un informe de la Jo Cox Commission on Loneliness, más de nueve millones de británicos se han sentido solos, a menudo o siempre, en 2017.
Bueno, pensarán algunos: esto es inevitable. Cuando te haces mayor, se van muriendo tus parientes, tus amigos… acabas viviendo en un barrio o un pueblo de gente mayor, que no salen a la calle… Sí, puede ser una consecuencia de nuestra civilización, del progreso técnico, del desarrollo económico, del tipo de sociedad que hemos ido creando… Claro que también afecta a los jóvenes…
Perdón por traer aquí mis recuerdos de cuando era niño. Iba a menudo a casa de una tía, hermana de mi madre, y me la encontraba frecuentemente sentada en la puerta de su casa, cosiendo, leyendo o charlando; los vecinos que pasaban la saludaban, y sospecho que nunca se sintió sola. Su nivel de vida era mucho menor del que tenemos ahora, pero su calidad de vida era mayor. Eso ya no es posible: no te puedes sentar en la puerta de tu casa a ver pasar a los vecinos. Y así nos va…
Buena idea la de tener una Administración pública encargada de buscar soluciones al problema. Pero no sé si acertarán en sus diagnósticos y, por tanto, en los remedios. Yo no pienso ofrecer recomendaciones, pero se me ocurre algo que ya he dicho otras veces: si quieres resolver un gravísimo problema social de alcance mundial, empieza trabajando en tu entorno próximo. Cuando llegues a casa, da un beso a los tuyos, aparca el móvil, cierra la televisión y ponte a hablar con ellos. ¿Que no quieren? Insiste. Habla de lo que ellos quieran, déjales sacar los temas, no polemices, no juzgues (algo tendrás que hacerlo, claro, pero no te conviertas en la voz de la conciencia)… Al menos estás transmitiendo un mensaje: en esta casa, podéis contar conmigo para, como decía el chiste, coser un huevo o freír una corbata. No estáis solos, no estaréis nunca solos, mientras yo esté aquí, y luego ya haréis vosotros otro tanto en vuestro entorno.
Y luego repite la experiencia con tus vecinos, cuyos nombres probablemente no conoces, ni sus aficiones, ni sus problemas… Alarga un poco tus conversaciones en el ascensor: no te supondrá un grave coste de tiempo, y será algo muy positivo para ellos, porque les estarás transmitiendo el mensaje de que ellos son importantes para ti. ¿Un fastidio? Sí, claro, pero, ¿no querías solucionar el problema de la soledad de tus vecinos?


A esto, en la terminología hoy arcaica de la ética, se le llama amorAmar es preocuparse por el bien del otro. Preocuparse es no solo pensar, sino hacer. No es un mero sentimiento o un propósito, es una realidad: ¿qué he hecho hoy para mostrar mi amor hacia los de mi familia, mis vecinos, mis compañeros de trabajo (¡oh!, qué necesitados de amor están… ¡No te puedes hacer una idea!). Hacer el bien, que empieza por escucharles, dedicarles tiempo (que sí, que tienes tiempo, sobre todo si sabes prescindir del móvil durante un rato), hacerles un pequeño favor (¿has probado el terrible efecto de una sonrisa?), corregirles, si hace falta… ¿A quiénes? A todos. Prueba de ir por la calle con una cara sonriente, mirando a la gente a los ojos… C.S. Lewis decía que amar es decir al otro: “es bueno que vivas”. Empieza tú, y deja que la Ministra de la Soledad se ocupe de lo que quiera… Si, al final, sus propuestas tienen éxito, será porque las habrá aprendido de ti.

domingo, 15 de abril de 2018

Sira Antequera: “Hay mucho dinero detrás de la ideología de género para provecho de demagogos”

La empresaria española Sira Antequera es mucho más que organizadora de bodas. Crítica con la teoría de género y el feminismo actual, desmonta los postulados de todos aquellos que intentan masculinizar los roles de la mujer. “Es sorprendente que la mujer esté ajustándose a patrones de comportamiento masculino”, asegura.

Desde Marbella, Sira Antequera diseña bodas y eventos para una selecta clientela del panorama nacional e internacional. A través de Sí Quiero, la wedding planner se dedica a organizar bodas de lujo y eventos de ensueño para aquellos que se ponen en sus manos al contraer matrimonio.
Sin embargo, la empresaria sabe mucho más que organizar enlaces y en conversación con Actuall demuestra que no es partidaria de lo ‘políticamente correcto’. Crítica el feminismo actual, reflexiona sobre la maternidad, de lo que hay detrás de la ideología de género, así como de casos mediáticos recientes como el de Gabriel Cruz o la ‘histórica’ marcha con motivo del Día Internacional de la Mujer.

¿Por qué no comparte las razones de la convocatoria que tuvo lugar el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer?

Creo en la iniciativa individual de una transformación interior. Creo en la Mayéutica, y no en la Pedagogía. No considero posible un cambio inducido desde fuera, no me interesan las convocatorias colectivistas. En estos momentos vivimos una gran crisis de la individualidad, un proceso tan sistemático como mediocre de sepultar e invisibilizar la creatividad, la iniciativa, y la consciencia.
 “La violencia reactiva se convierte en el arma del feminismo frente a la deficiente gestión de su propia frustración”
Una parte de la sociedad trata de imponer un pensamiento único y exige incrementar ulteriormente la estructura estatal, con mayor injerencia social por vía coercitiva. Manifiestan una posición estática, incapaz de cualquier auto-consciencia introspectiva, psicológicamente victimista, productora de pressing social, griterío y propaganda. Son promotores del miedo y la inestabilidad. La violencia reactiva se convierte en su arma frente a la deficiente gestión de su propia frustración, incapaces de una reflexión fuera de sus límites mentales. Orientan la culpa y la responsabilidad a los demás, exigiendo de forma inmadura respuestas externas. Una ideología adolescente que prepondera las emociones (lo que les hace sintonizar con el populismo) y su idea del mundo, sin ningún contraste con aquello que entendemos como realidad, sustancia que parece hace tiempo dejó de interesar.

¿Existe alguna respuesta a esta ideología adolescente?

Ante la incertidumbre generada por el desmoronamiento social, hay otra respuesta silenciosa, que viene de personas de muy variado origen, orientación política, religiosa o no religiosa, social y filosófica, que van desde intelectuales a gente común, que comienzan a ser conscientes de todo lo que está en juego. Personas que no comparten el atropello y la reducción de nuestros derechos, provocados por quienes pretenden llevarnos montaña abajo por su gravedad totalitaria.


Sira Antequera / Crédito: Nani Pérez.
El cansancio ante el incremento de la presión social general ha comenzado a tomar voz, provocando indicios de respuestas que identifico con resiliencia (concepto que me interesa mucho a pesar del mal uso cotidiano actual). Es remarcable el desconcierto de tantos sociólogos, presuntos líderes y gurús analíticos, que no saben (o no quieren) interpretar.

En la sociedad actual, ¿qué concepto hay preestablecido del hombre y de la mujer?

El pensamiento único de un maniqueísmo “hombre malo” y “mujer buena”, presenta un hombre causante de todos los males y una mujer inocente, irresponsable, infantil e irreal. Mientras se mantuvo en el ámbito de la teoría política feminista, no calaba en la opinión pública. Pero ahora son las madres mismas las que empiezan a rechazarlo: quieren que sus hijas mantengan iguales derechos que los chicos, -por supuesto-, pero no quieren que sus hijos sean discriminados y señalados como malvados que no son.

¿Qué hay detrás de todo esto?

Hay mucho dinero detrás de la nueva bandera de la ideología de género para provecho de demagogos superficiales, que se llenan la boca de palabrería, instalados en las subvenciones y pagos de miles de modos. Depauperante discurso disfrazado de ideales “buenistas”. Preguntémonos quién se beneficia con cada huelga, crispación y brote de antipatía irreflexiva, incesante puerilidad naíf (desde criminalizar un piropo a decretar uniformes unisex corporativos).
En estos días leía una perla en Internet de un tal Fray Josepho, que describía perfectamente los desgraciados tiempos que corren: “Entre un negro y un blanco, la razón la tiene siempre el negro. Entre un hombre y una mujer, la mujer. Entre un hetero y un gay, el gay. Entre uno de izquierdas y uno de derechas, el de izquierdas. Y en caso de duda, lo que diga Évole”. La bulldozer de homologación general, sepultándonos bajo el miedo al linchamiento mediático.
“Vivimos en sociedades cada vez más ‘líquidas’, menos viriles, más amorfas, relativistas y manipulables”
Son los mismos hemipléjicos morales que siguen creyendo que Hitler fue peor que Stalin, Pinochet peor que Fidel, el exterminio de los indios americanos peor que el de los armenios y mongoles, o que la Santa Inquisición, con aproximadamente 2.500 ejecuciones en tres siglos en España (todas con pormenorizadas crónicas de sus procesos, interrogatorios, confesiones y conversiones) fue peor que la Revolución Francesa con entre 30.000 y 40.000 asesinatos en menos de un año, (la mayoría actos sumarios en las plazas y cunetas de los pueblos, sin siquiera proceso mínimo, ni nombre, ni registro). Pues la Historia que no se vive y/o no se cuenta no es Historia y al poco tiempo del barrido generacional, ya ni siquiera se cree lo que en realidad sucedió. Cuestión que propicia la no-Historia. Con los colectivistas siempre pasa lo mismo, tienen un gravísimo, intencional y deliberado  problema con la memoria histórica. Melancólico, E. M. Cioran afirma: “El fanático es incorruptible tanto si mata por una idea como si es asesinado por otra, en ambos casos, tirano o mártir, son monstruos”.

¿Qué opinión tiene sobre el feminismo actual? ¿Cree que es una guerra entre sexos cuyo único objetivo es criminalizar al hombre?

Hace mucho tiempo que un grupo de feministas no nos oculta sus auténticos fines supremacistas. Las mismas declaraciones de Julie Blindel (corresponsal del The Guardian en Londres) de “meter a todos los hombres en campos de concentración”, si las hubiese hecho un hombre blanco, heterosexual, conservador, cristiano, universitario y centroeuropeo, con certeza tendría un linchamiento mediático e incluso podría llegar a los tribunales. Si juntas todas las variables, en realidad tiene apariencia de un experimento social bastante siniestro.Vivimos en sociedades cada vez más “líquidas” (Z. Bauman), menos viriles, más amorfas, relativistas y manipulables. En la actualidad tras una falsa apariencia de altura de la persona, no hay más que una degradación moral, un gran miedo al sufrimiento y al dolor. Como dice Berdyaev, el ser humano hoy es “menos paciente, menos valeroso, menos heroico, es decir espiritualmente más débil”.

Usted ha desmontado las ideas de que existe una brecha salarial o un ‘techo de cristal’, defendidas por el movimiento feminista actual: ¿Estas reivindicaciones ponen en peligro el feminismo?

Es momento de cuestionar las consignas que se han repetido sin sentido ni contraste alguno durante demasiado tiempo. Son falacias. El ‘techo de cristal’ no es otra cosa que el coste de la máxima competitividad para conseguir la cúspide empresarial de o en la función que sea. Estar a esos niveles es incompatible con casi todos los aspectos de la vida ajenos al trabajo. 

¿En qué se concreta esa falta de compatibilidad?

Casi siempre es incompatible con agenda personal, con tener una vida familiar media, con tener aficiones, pasiones (otras)… y esto es así tanto para hombres como para mujeres. El trabajo (se sabe lo que significaba en la Roma antigua Tripalium) sobre todo para ser creado y a su vez mantenido al más alto nivel es así de absorbente, exclusivo, y con jornadas interminables. Además, exige unas capacidades extraordinarias que tienen muy pocas personas.

Por ejemplo: ¿Por qué no se extiende la queja a los criterios de selección de acceso a las Olimpiadas, que también resulta otro techo de cristal? Porque los resultados son “objetivos”: tiempos, medidas, récords, marcas, etc. ¿Se queja alguien de no poder ser medalla de oro olímpica de los cien metros vallas? Porque salvo características físicas extraordinarias, no es posible ganar las Olimpiadas sin un esfuerzo de altísimo nivel y rendimiento. Y se ignora voluntariamente siempre el coste que tiene en la vida cada elección, entrega a una labor y a una expansión del talento sin reservas, que presupone de igual forma siempre renuncias. Vivimos en una sociedad arrogante e igualitarista a la baja, que trata de negar la diferencia, la excepcionalidad y la excelencia, y da por supuesta una igualdad que niega la Naturaleza. Además, el sistema selecciona a los mejores, porque el capitalismo en sí mismo y por ley natural, tiende a la eficiencia, es pragmático e hiperrealista.
“Para mí el feminismo en el sentido más tradicional y general que observamos hoy (salvo contadísimas excepciones) es tan innecesario y prescindible como el machismo”
Tampoco habla nadie de las condiciones o jornada de las mujeres empresarias de PYMES o autónomas, que casi multiplica por dos o dos y medio la legal de 40 horas. Como si no existiesen cuando es el sector femenino que hace un mayor aporte de riqueza, proyectos y empleo. Reparemos en que el discurso feminista se ha anclado exclusivamente a un enfoque relativo a las trabajadoras por cuenta ajena y al sector público, cuando la realidad es mucho más compleja y variada. No podemos conformarnos con inventarios de tragedias, titulares quejosos y enunciados conmiserativos. Siempre repito que hemos de ser cada uno, personalmente, el mundo que queremos. Sobran palabras huecas, y hacen falta actos.

Por tanto…¿Usted cree que sobra este tipo de feminismo?

Para mí el feminismo en el sentido más tradicional y general que observamos hoy (salvo contadísimas excepciones) es tan innecesario y prescindible como el machismo, una vez conseguidos para la mujer los mismos derechos que ostenta el hombre en España, en Europa, en Occidente. Donde la mujer no tiene igualdad jurídica con el hombre sí tiene sentido.
Lo que heredamos de ese feminismo pretérito es una hipertrofia general de lo que tiempo atrás fue una teoría oportuna, legítima y útil. Hoy necesitamos renovaciones.
Por ejemplo, ya ningún hombre civilizado se reconoce machista, con el feminismo pronto (auguro en mucho menos tiempo) pasará lo mismo. Una extensión lógica de la toma de conciencia general inevitable.
“No podemos extender la culpa de los delincuentes a hombres inocentes. Para esto existe la jurisdicción penal”
En otro orden, lamentablemente hay actos delictivos atroces realizados por criminales. Y no podemos extender la culpa de los delincuentes a hombres inocentes. Para esto existe la jurisdicción penal.
Los hombres durante estos años han cambiado y aprendido mucho de nosotras, (desgraciadamente hay que insistir en esto cuando debería ser una obviedad). Hemos de aprender a verlos y enterrar la resentida hacha de guerra. Otro tiempo se despliega.

 Sobre el caso Gabriel Cruz, si hubiese sido la pareja de la madre el autor de los hechos, probablemente, la sociedad hubiese salido a la calle bajo el lema de violencia machista… ¿Por qué ningún medio ni la sociedad lo ha calificado de violencia feminista?

Precisamente por lo que Aldous Huxley denomina “Hipnopedia”. No podías haberlo sugerido de mejor manera. Se trata del imperativo totalitario de la “corrección política”; una tiranía que obliga a pertenecer al rebaño y no contradecir al mainstream [corriente mayoritaria] evitando así el desagradable trance de una disonancia cognitiva. Polarizados e inducidos a la fácil salida de permanecer en su acrítica zona de confort. Nadie puede aprender nada sin humildad, y ello implica un varapalo en el ego, el estrés de poner en cuestión todo aquello que se cree “saber” y comprender, salir de la típica simplificación binaria empobrecedora. Hemos entrado en lo que Paul Virilio define como “inercia Polar”.
“La determinación biológica -entre el hombre y la mujer- es innegable, y el marxismo cultural dominante trata de ningunearla”
Vivimos en una sociedad con déficit de libertad de expresión, comprometida o aterrorizada con este tipo de actitudes. Y tal como sentencia George Orwell en el prólogo de “La Rebelión en la Granja”: “Si la Libertad significa algo, será sobre todo el derecho de decirle a la gente aquello que no quiere oír”. Cada vez que buscamos la verdad, cualquiera que nos creamos, debemos aprender a admitir responsable e invariablemente siempre, que también puede no serlo, e incluso ser todo lo contrario.

¿Se está manipulando a la ciudadanía desde las altas esferas y los grandes medios de comunicación en este mundo donde reina lo políticamente correcto?

Absolutamente sí. El filósofo francés Jean Baudrillard ensayó mucho al respecto. Hasta el punto de afirmar que lo que entendemos hoy como lo “real” es puramente factual, un constructo relativo a una “verdad perspectiva”, distinta al absoluto imposible de la superada “verdad definitiva” desproporcionada y arrogante. Una herencia de la creída como consumada visión del experto en la condición moderna, donde ya no quedan ciudadanos sino espectadores o consumidores, ensimismados, apáticos, y reducidos a meros estados residuales e interesados (sesgados) del infoentretenimiento.

 ¿Los roles de los sexos son culturales o tienen determinación biológica?

Por supuesto, tienen determinación biológica. Por encima de todo. Según la Epigenética, las condiciones ambientales, la cultura y la experiencia influyen a posteriori, y pueden modificar, despertar y activar la función de genes dormidos. Pero la determinación biológica es innegable y el marxismo cultural dominante trata de ningunearla, repitiendo consignas incapaces de refutar el hecho natural. La diferencia hormonal provoca una respuesta condicionada para cada sexo. Me parece interesante la reflexión sobre la oposición (y el grado de satisfacción) a cierto determinismo hormonal y fisiológico que deja sin respuesta exploratoria tantas necesidades (bioéticas) naturales del propio cuerpo.



Sira Antequera / Crédito: Nani de Pérez.
Es evidente que nuestro ordenamiento jurídico general garantiza los derechos de las personas y sus particulares condiciones. Reafirmado esto, el igualitarismo (que no la igualdad) forzado entre los sexos lesiona a ambos, reduciendo posibilidades de singularidad, distinción, diferencia (derecho a la diferencia) crecimiento y desarrollo.

¿Cree que hacen ver minorías como mayorías para imponer sus reivindicaciones y así concederles más derechos?

Tomando la Ley de Arquímedes, “dadme una televisión y moveré el mundo”, se trata de una transformación, no sólo tecnológica, que afecta hoy a todo el orbe. Y si no que se lo cuenten a Jaume Roures, Silvio Berlusconi, Ted Turner o Rupert Murdoch. Desde McLuhan “los medios son los mensajes”, pero los Derechos Fundamentales no se conceden, ni se negocian: son inherentes a la naturaleza y la dignidad humanas en igualdad para todos.
Uno de los inventores de la postmodernidad, que nos enseñó a tomarnos el pelo profesionalmente fue Edward Bernays (sobrino de Freud), padre de la publicidad y la metodología para moldear nuestras mentes: Antes de sus experimentos sociológico-publicitarios ningún americano usaba reloj de pulsera, ni comía bacon con huevos revueltos en el desayuno.
“El absurdo de penalizar un piropo o una mirada compromete y aniquila el flirteo y el erotismo como consecuencia inmediata”
Y ya no hablaré de los temibles resultados sobre los principios de conformidad e independencia, autoridad, obediencia y sometimiento, que afloraron de las investigaciones de los respectivos psicólogos Stanley Milgram de Yale o Philip Zimbardo, en la cárcel y la Universidad de Stanford, sobre la “peligrosa pendiente resbaladiza de la maldad”.

 Usted afirma que en la sociedad actual se ha llegado a confundir un galanteo con una violación, ¿por qué cree que se ha llegado a este punto?

Es un síntoma característico de una sociedad con una profunda crisis moral y un complejo muy grandes. La persecución al varón pone en discusión la seducción. El totalitarismo ideológico extremo pretende tanto la ignorancia como la irresponsabilidad de la mujer ante la potencia de su sexualidad y la ubica en un rol de víctima permanente. El absurdo de penalizar un piropo o una mirada compromete y aniquila el flirteo y el erotismo como consecuencia inmediata. Desgraciadamente el delito sexual existe. Las conductas moralmente reprobables se dan en sociedad y su tratamiento es penal.

Su empresa se dedica a la organización de bodas entre otros eventos. ¿Cómo percibe usted hoy en día el matrimonio?

La boda en mi caso es el delicado nexo que aúna o acerca el arte y las personas. Disfruto creando belleza para y con cada pareja, una experiencia multisensorial inolvidable. Desarrollo cada rito en el sentido dionisíaco, el ámbito bucólico, la fiesta pánica del evento, donde el arte y la estética son componentes fundamentales. No hubo vanguardia en Occidente, sea de la disciplina o la complejidad que sea, que no rondara el sentido florentino del arte, la ritualidad y la celebración performática.
Nuestras instituciones en general, asentadas en la permanencia del principio, la sustancia y su simbolismo, mutan el modo, las prácticas, los niveles de conciencia. La gran mayoría de las personas contrae matrimonio, en diferentes religiones, clases sociales y latitudes. Así que el matrimonio goza de buena salud.

¿Qué quiere decir cuando afirma que “casi todos los retos actuales pasan por la maternidad”?

La maternidad es la creación primordial y es femenina. Es sorprendente que la mujer esté ajustándose a patrones de comportamiento masculino, cuestionando la culminación de una sexualidad poderosa que es capaz del imperativo absoluto de gestar una vida. El reto de reconocerla y respetarla como lo que es y significa es un objetivo pendiente.
“La maternidad es socialmente necesaria para regenerar la pirámide poblacional. Tendríamos que hablar de iniciativas que la estimulen y que no recaiga en la exclusiva responsabilidad empresarial”
En el momento actual la mujer trata de asemejarse o emular al hombre, renunciando a la potencialidad de su diferencia.

¿Cree que en nuestro país hacen falta más ayudas para apoyar la maternidad?

Por supuesto. Sobre todo si hablamos en terrenos no solo bio-políticos. Nuestra sociedad es cada vez más vieja y la tasa de nacimientos es muy escasa, vivimos en unos de los países más envejecidos y renuentes a tener descendencia del continente. La maternidad es socialmente necesaria para regenerar la pirámide poblacional. Tendríamos que hablar de iniciativas que la estimulen y que no recaiga en la exclusiva responsabilidad empresarial. Debemos encontrar mejores soluciones políticas, sociales y económicas, para que quien quiera ser madre pueda serlo. Hasta la fecha esta gestión se ha realizado con estratagemas que no encaran el problema de frente.

¿Se podría decir que en España se infravalora el ser madre?

Creo que la reflexión es prioritaria, porque de su conclusión dependerá el bienestar futuro.
Muy a propósito me apetece concluir nuestra conversación con este bello verso de una gran educadora, poeta y premio Nobel de literatura, que nunca fue madre biológica, pero en cambio su vida es un paradigma de dedicación y consciencia al respecto, Gabriela Mistral: “Por el niño dormido que llevo, mi paso se ha vuelto sigiloso. Y es religioso todo mi corazón, desde que lleva el misterio”.


Una pequeña muestra de la democracia que “gozamos” en la España de hoy.


viernes, 13 de abril de 2018

Para cambiar, hacen falta virtudes

Por Antonio Argandoña, IESE, Universidad de Barcelona
Vuelvo sobre el trabajo de Antonio M. Sastre, mencionado en una entrada anterior, “Por qué fracasan tantos cambios en las empresas”, en Nuevas Tendencias, del Instituto Empresa y Humanismo de la Universidad de Navarra. Una de sus tesis es que lo que mueve a la gente a cambiar es el ejemplo, como expliqué en aquella entrada. Pero también hace falta que los motivos que se proponen para el cambio sean los adecuados. Y sugiere que los tradicionales en la empresa -la presión de los competidores, la mejora de los resultados económicos, el crecimiento del negocio, las subidas de sueldo…- no son animantes. Los empleados no suelen moverse por el dinero, sino por el agradecimiento, por la camaradería, por la oportunidad de dar lo mejor de uno mismo.
Cambiar significa abandonar la comodidad de una situación para adentrarse en lo que es menos conocido y, sobre todo, lo que exige esfuerzo. Sastre sugiere apoyarse en una cultura basada en la lógica del encuentro. Encuentro con la realidad, es decir, con los retos: qué hace falta para que cumplamos el objetivo que nos hemos propuesto. Encuentro con el entorno, de donde vienen la mayoría de los retos que no elegimos, sino que se nos presentan. Encuentro con las personas, con los colegas y compañeros, con los clientes y proveedores… en los que siempre hay nuevas oportunidades.
Esto lo he explicado otras veces, a partir de las ideas de Juan Antonio Pérez López. Las personas nos movemos por varios tipos de motivacionesextrínsecas, que nos ofrece la organización (salario, reconociiento, oportunidades de carrera), intrínsecas (satisfacción, aprendizajes de conocimientos y capacidades y de virtudes) y trascendentes o prosociales (hacer algo por los demás, que es otra forma de adquirir virtudes, basadas en la apertura a las necesidades de los demás). Si quiero cambiar algo, la motivación extrínseca es la que primero se nos ocurre, pero tiene rendimientos decrecientes; la intrínseca es interesante, pero se presta a la manipulación. Lo que verdaderamente mueve a las personas es la adquisición de virtudes, aunque ellos no lo saben ni son capaces de explicarlo así: queremos ser mejores personas, desarrollarnos como personas, y esta es la principal motivación.


Y esas virtudes se configuran alrededor del trabajo con otros. A veces habrá que dar, pero sobre todo habrá que darse, para formar equipo, compartir, crear confianza mediante la creación de compromiso -que significa adquirir obligaciones, aunque no estén escritas- y hacernos vulnerables, es decir, dependientes de los demás, porque reconocemos que no tenemos el control de la situación. Como dice Antonio Sastre en el artículo antes mencionado, hace falta gratuidad “para entregarnos sin reservas a la tarea de cambiar las cosas, gastándonos y desgastándonos, sin condicionarlo todo a recibir una contraprestación en forma de reconocimiento o alguna clase de ventaja o beneficio material”.

martes, 10 de abril de 2018

Macron llama a "reparar el dañado vínculo entre la Iglesia y el Estado"

"La savia católica debe contribuir, ahora y siempre, a impulsar la nación"




(C. Doody/Agencias).- Discurso histórico del presidente francés Emmanuel Macron ante la Conferencia Episcopal del país, en el que ha invitado a repensar las relaciones Iglesia-Estado con un "diálogo de verdad" basado en un "humanismo realista". Poniendo en entredicho la larga tradición de secularismo en el país galo, el mandatario ha afirmado que "la laicidad no tiene la función de desarraigar de nuestras sociedades la espiritualidad que nutre a tantos de nuestros conciudadanos".
"Compartimos el sentimiento de que el vínculo entre la Iglesia y el Estado se ha dañado y que tenemos que repararlo", aseguró anoche el presidente ante los obispos franceses.
Agregó que "una Iglesia que pretende desinteresarse de las cuestiones temporales no completaría su vocación" y "un presidente que pretendiera desinteresarse de la Iglesia y de los católicos no cumpliría su deber".
Macron, que reconoció que existen puntos de acuerdo entre el catolicismo y su movimiento político La República En Marcha, se mostró "convencido de que la savia católica debe contribuir, ahora y siempre, a impulsar la nación".
El presidente agradeció los esfuerzos de la Iglesia por "conciliar sus principios con la realidad" y aseguró que "cada día la Iglesia acompaña a familias monoparentales, homosexuales o que han abortado", una frase muy criticada en las redes sociales.
El discurso, inédito en un presidente francés desde que en 1905 el país adoptó la separación entre la Iglesia y el Estado, le ha valido a Macron ataques, sobre todo, de la izquierda, pero también de algunos correligionarios.

sábado, 7 de abril de 2018

287 enmiendas con mucho fundamento para no aprobar la ‘Ley Mordaza’ LGTBI

Publico, tal como me ha llegado, una noticia que era motivo de mucha preocupación. Varias sociedades intermedias, y tantos españoles responsables están haciendo que se tambalee el "imperio" promotor LGTBI.

HazteOir.org ha cosechado una nueva victoria sobre la imposición de la ideología de género en España. Y como los medios de comunicación han silenciado esta magnífica noticia, hoy te adelanto a ti, Fernando, en exclusiva: los partidos del arco parlamentario han presentado 287 enmiendas a la llamada ‘Ley Mordaza’ LGTBI de Podemos. Teresa García Noblejas ha hecho este magnífico trabajo a partir de la información publicada en el Boletín Oficial de las Cortes Generales de 22 de marzo.
El texto ‘Proposición de Ley contra la discriminación y características sexuales, y de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales’, más conocido como #LeyMordazaLGTBI, había entrado en el parlamento español de la mano de Pablo Iglesias, una mano al servicio de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), que lo había redactado y pretendía imponer mediante su aprobación en la cámara la ideología de género, vulnerando las libertades fundamentales de todos los ciudadanos, incluidos los de aquellos a los que pretende proteger, supuestamente combatiendo “la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género” y promoviendo la “igualdad social” de homosexuales, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales.
100 del PSOE
57 del Grupo Mixto, 37 de ellas de UPN
+             54 del PP, que se suman a la totalidad
43 del PNV
19 de Ciudadanos
13 de Podemos
1 de Esquerra Republicana
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TOTAL: 287 enmiendas mucho fundamento para no aprobar la ley
 Hay muchas cuestiones flagrantes en esta Proposición de Ley, que se tomó en consideración en un Pleno parlamentario tras la vuelta al cole, el 19 de septiembre:
  • La creación de la Agencia Estatal contra la Discriminación, que puede imponer sanciones de hasta 45.000 euros.
  • Permite a los menores de edad, desde los 10 años, tomar decisiones sobre bloqueadores y tratamientos hormonales para evitar el desarrollo de los caracteres propios de su sexo biológico sin tener en cuenta la opinión de los padres o progenitores.
  • La fundación de un Centro Nacional de Memoria Histórica LGTBI.
  • La obligación de introducir en las escuelas programas “para dar a conocer distintas realidades afectivas”, en contradicción con la “libertad de los padres de educar a sus hijos según sus convicciones”, como reconoce la Constitución.
  • Incorporar la realidad LGTBI en todas las asignaturas desde Infantil (4 años).
  • El cierre de páginas web y medios de comunicación.
Muchas de ellas las recogió HazteOir.org en un díptico y en uninformeelaborado por los abogados Rafael Ruiz Morales Mario Ilde Velasco Bueno, enviados a todos los diputados.
Otros ejemplos de las acciones de HazteOir.org que han llevado a esta nueva victoria en su campaña en contra de la imposición de la ideología de género en España en el mundo son:
  • El #HOBus
  • El I Congreso Internacional sobre Género, Sexo y Educación
  • Peticiones on-line
  • Concentraciones a las puertas del Congreso.
Y lo que queda por venir…
Mientras, veamos lo que Teresa García Noblejas califica como “grietas” en la estrategia de la ideología de género.
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Feliz sábado

¿De qué sirve creer?

 Por Alfonso Aguiló

—Hay muchas personas que no tienen fe, pero que son, desde el punto de vista moral, iguales o mejores que los creyentes: en bondad, en abnegación, en honradez o en el ejercicio de las virtudes sociales y familiares.
        Esas razones sobre el comportamiento ejemplar de algunos no creyentes, son en el fondo un argumento a favor de la religión. No hay que olvidar que esos hombres, pese a no ser creyentes, en la mayoría de los casos son ejemplares precisamente porque se guían por unos valores que están inspirados en el cristianismo. Intentaré explicarme.
        Por ejemplo, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre de la ONU de 1948 -un documento que en el mundo occidental nadie discute- ha sido cuestionada desde amplios sectores orientales e islámicos por considerarla "de excesiva inspiración cristiana". Ese contraste indica que el Evangelio está presente de manera muy profunda en los valores que fundamentan nuestra civilización occidental, desde sus comienzos hasta ahora. Los mismos conceptos de "libertad, igualdad, fraternidad" de la Revolución Francesa, también son en su origen valores cristianos. El concepto de libertad universal, en el sentido de núcleo originario de la dignidad de todo hombre, era desconocido en el mundo oriental, que reservaba la libertad al déspota, y permaneció también ajeno al mundo greco-romano, el cual -aun teniendo en cuenta la libertad civil- sostenía que solo algunos hombres eran libres (como ciudadanos atenienses, espartanos, romanos…), y no el hombre en cuanto tal.
        Y si seguimos analizando la historia, enseguida puede verse también que los regímenes fundamentados en el ateísmo sistemático han producido resultados catastróficos. Basta pensar en los totalitarismos ateos de Lenin o Stalin en el mundo soviético, el de Hitler en la Alemania nazi, el de Mao en la China, o el de Pol Pot en Camboya, por fijarnos solo en el último siglo.
Nietzsche, Engels y Marx, por ejemplo, consideraban la piedad, la misericordia y el perdón como la escapatoria de los débiles. Fueron sistemas filosóficos y políticos fundamentados en la negación de Dios y de sus mandatos, que fueron sustituidos por la tiranía de ídolos diversos, expresada en la glorificación de una raza, una clase, un estado, una nación o un partido.
        A la luz de esas desventuras, se comprende que si se pisotean los derechos de Dios se acaban violentando también los derechos humanos, y viceversa. Los derechos de Dios y del hombre se afirman o caen juntos. Y como asegura Frossard, si Occidente ha logrado escapar, y no sin dificultades, de los horrores de esas ideologías, ha sido gracias a sus hondas raíces cristianas, que han obligado al ateísmo a tomar la forma de un laicismo más tolerante.
        Quiero decir con todo esto que a pesar de la pérdida de religiosidad, muchas personas conservan los contenidos de vigencias que tienen un origen religioso. Es verdad que hay efectivamente personas que llevan una vida honesta y recta, sin el Evangelio. Pero si una vida es verdaderamente recta, es porque el Evangelio, no conocido o no rechazado a nivel consciente, en realidad desarrolla ya su acción en lo profundo de la persona que busca con honesto esfuerzo la verdad y está dispuesta a aceptarla apenas la conozca.
        —Pero, ante el valor moral de algunos no creyentes, ¿no tienes la impresión de que los cristianos dan -o damos-, en general, poco ejemplo? ¿No tendríamos que pensar un poco más en este mundo y un poco menos en el más allá?
        Es cierto que hay cristianos que no dan -o quizá no damos- suficiente buen ejemplo. O que parecen haber olvidado su obligación de santificar esta vida como camino para alcanzar la del más allá. Pero todos debemos esforzarnos por mejorar el mundo en que vivimos, en medio de nuestras ocupaciones habituales, como recomienda por ejemplo el Concilio Vaticano II. El hecho de que no todos los cristianos sean ejemplares no tiene por qué restar valor a la fe. Indica, simplemente, que los hombres tienen debilidades, cometen errores y no cumplen todos sus buenos propósitos.
        Pienso, además, que debemos ser muy prudentes a la hora de juzgar a los demás, sean o no creyentes. Las miserias y los errores de los hombres se deben en buena parte a que han recibido una formación deficiente, y por eso sus fallos han de ser para nosotros un estímulo para procurar ayudarles, respetando su libertad. El verdadero espíritu cristiano impulsa a acercarse con afecto a todos los hombres, y eso aunque sean personas que lleven una vida muy equivocada, o incluso criminal, porque en esos casos -escribe Josemaría Escrivá-, "aunque sus errores sean culpables y su perseverancia en el mal sea consciente, hay en el fondo de esas almas desgraciadas una ignorancia profunda, que solo Dios podrá medir". "Solo Dios sabe lo que sucede en el corazón del hombre, y Él no trata a las almas en masa, sino una a una. A nadie corresponde juzgar en esta tierra sobre la salvación o condenación eternas en un caso concreto".
        —Pero al ver tantas cosas que se hacen mal, uno piensa que Dios tendría que haber hecho algo para que su mensaje fuera más eficaz entre los hombres, o al menos entre los cristianos.
        Dios ha irrumpido en la historia de una forma mucho más suave y respetuosa con la libertad del hombre de lo que a muchos les hubiera gustado. Pero así es su respuesta a la libertad. Dios se ha ofrecido a guiarnos, pero sin obligarnos. A los ojos de muchos parece que ha fracasado, y se preguntan por qué se muestra tan débil. Pero Él no quiere imponerse sino que solicita nuestra libertad, porque -como dice Henri J. M. Nouwen- su amor es demasiado grande para hacer nada de eso. Dios no quiere forzar, obligar o empujar. Da libertad, sin la cual el amor no puede surgir.

¿Qué le pasa a la ONU?

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