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viernes, 27 de diciembre de 2013

No nos creemos que haya que ser bueno además de parecerlo

Por Antonio Argandoña, IESE, Barcelona

El Fraud Survey 2013 de Ernst&Young (aquí, en inglés) arroja unos resultados poco atractivos. A nivel mundial, el 60% de los 3.000 consejeros y directivos consultados afirma que la presión para anunciar resultados financieros positivos ha aumentado en los últimos doce meses –una manera delicada de decir que los propietarios y los altos directivos están dispuestos a aceptar, ¿cómo lo diría?, que se haga lo necesario para que los resultados sean, eso mejores –mejores de lo que son. El 42% de los miembros de los consejos de administración admite que en su compañía se llevan a cabo algunas prácticas inmorales en este sentido.

Cuando muchos directivos (un 61% en España) afirman que en su país se manipula la información sobre los resultados financieros, está claro que eso ocurre también en sus empresas. Que lo digan ellos significa que lo saben. Algo es algo. Pero no parece que estén dispuestos a poner remedio. Muchas compañías tienen departamentos de cumplimiento normativo (de compliance, en inglés), pero los resultados no parecen muy buenos. El 49% del personal de ventas no consideran que la política anti-corrupción de su empresa sea relevante para su trabajo, y esa percepción ha empeorado desde 2011.

Muchos consideran que el cumplimiento normativo no es algo que les afecte a ellos –no saben, probablemente, que cada vez hay más países que incluyen severas penas económicas e incluso de cárcel para las compañías y los directivos que no puedan mostrar que tienen planes efectivos de prevención, comunicación y corrección de incumplimientos (en España, la reforma del Código Penal en este sentido está ahora en el Parlamento).

¿Por qué es tan difícil avanzar en este ámbito? Probablemente, por la presión de los resultados: los inversores, los propietarios y, en consecuencia, los jefes piden menores costes, mayores beneficios y ventas más altas, en una situación económica que, en muchos países, no es brillante. Y lo piden sin condiciones: quiero esto ya, ahora, sea como sea. Y, a menudo, con la amenaza de la reducción de empleo o de salarios, que es otro gran impulsor de las conductas inmorales.

Y también porque los directivos consideran que los programas de cumplimiento normativo o de ética empresarial son un coste, no una inversión –esa es, al menos, la opinión de uno de cada seis de los que contestaron la encuesta de Ernst & Young.

En fin, que queda todavía mucho que hacer. Primero, en el frente de los mercados financieros: el cortoplacismo y la presión por los resultados son enemigos de las buenas prácticas. Segundo, en la comunicación y la acción: quizás los de arriba tienen buenas intenciones, pero estas no llegan a los de abajo –solo les llegan las presiones y las amenazas mencionadas antes. Y tercero, debemos insistir en que las buenas conductas no son window dressing, operaciones de escaparate, venta de humo o distraer a los reguladores, sino algo absolutamente necesario para el buen funcionamiento de una empresa. Y, claro, de un país.


lunes, 23 de diciembre de 2013

La decadencia del honor

Por Esperanza Aguirre, ABC digital, 23.12.2013
Muchas veces en mis intervenciones he citado las emocionantes palabras que Cervantes puso en boca de Don Quijote para ponderar la importancia de la libertad: «La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida». Estas palabras nos enseñan que sin libertad no vale la pena vivir o, lo que es lo mismo, que vivir sin libertad no es vivir. Otro alcalaíno como Cervantes,Manuel Azaña, que tantas cosas hizo mal como político, dijo y escribió algunas con las que es imposible no estar de acuerdo. Como cuando, en la misma línea, afirma que «la libertad no hace ni más ni menos felices a los hombres, los hace, sencillamente, hombres». Esas palabras del Quijote han sido citadas miles de veces y no por ello pierden su fuerza ni dejan de transmitir la emoción de ver cómo lo escrito hace cuatrocientos años sigue teniendo hoy toda su vigencia.
Sí, la libertad es el bien más precioso, y por la libertad se puede y debe aventurar la vida. Es verdad, y hay pocos que discutan esta solemne afirmación de Don Quijote. Además, la Historia nos demuestra cómo, a lo largo de los siglos, son muchos los que han dado su vida en defensa de la libertad, de su libertad. Hasta nuestros días. Pero, de tanto utilizar la cita para demostrar la importancia de la libertad como valor esencial de la persona, creo que no hemos prestado la debida atención a que Don Quijote, en sus palabras, pone junto a la libertad otro valor sustancial de la persona por el que también merece la pena aventurar la vida: la honra. Porque para él, si no merece la pena vivir sin libertad, tampoco la merece vivir sin honra.
De esto, de la honra, hoy se habla mucho menos. Y, lo que es peor, creo que la honra es un valor que puede estar desapareciendo en España. Precisamente en España, que es el país al que el resto de los países europeos reconocen como el país de la honra y del honor.
Si hacemos un recorrido por la literatura y la historia de España, desdeEl Cid y Guzmán el Bueno hasta el alcalde de Zalamea o el Conde de Benavente, encontramos miles de ejemplos de protagonistas que anteponen el honor a sus vidas. Y, desde luego, todo nuestro gran teatro del Siglo de Oro, con Calderón a la cabeza, tiene en el honor uno de sus ejes principales.
Pues bien, los españoles, que en el imaginario colectivo del resto de los europeos éramos reconocidos como personas orgullosas y de honor, estamos viviendo momentos de peligrosa decadencia de nuestro sentido de la honra. Si es que no se está perdiendo absolutamente. Empieza a ser normal que a delincuentes convictos y confesos se les tributen ovaciones como si fueran modelos para toda la sociedad. Financieros y hombres de negocios que han delinquido se atreven a dar clases de ética y de política y, aunque parezca increíble, hay gente que les escucha con admiración. Famosos que defraudan a Hacienda son aplaudidos cuando entran en los juzgados.
La telebasura que lo invade todo es, en el fondo, una exhibición del deshonor de unos y de otras, que comercian con su fama y con su buen nombre. Algo que hubiera resultado impensable en cualquier momento de la Historia de España en los novecientos años que han transcurrido desde El Cid hasta casi nuestros días. Esta pérdida del sentido del honor se hace especialmente grave en los casos de corrupción política. Porque los delitos de esta índole se cometen siempre aprovechándose de las ventajas que le ofrece al corrupto el cargo público que ocupa. Y, sin duda, deshonran gravemente a los que los cometen.
Si la honra es la «estima y respeto por la dignidad propia» (DRAE), resulta especialmente escandaloso contemplar cómo muchos de los que han sido condenados por delitos de corrupción se acostumbran a vivir sin honra hasta el punto de no tener siquiera el gesto de devolver lo que han robado. Sin contar cómo, durante la instrucción de sus casos, se instalan en la mentira, que es otra forma de deshonrarse, y no tienen siquiera el coraje de reconocer sus faltas y delitos.
La salud moral de la vida pública española no pasa por un buen momento. Esto es una manera muy suave de decir que está francamente degradada por los casos de corrupción, que han agrandado más aún la distancia que separa a los políticos de los ciudadanos. La imprescindible regeneración no puede esperar a que los jueces, con esa lentitud desesperante de nuestra Justicia, determinen las responsabilidades penales de los corruptos. Se hace necesaria una reivindicación inmediata y constante del sentido del honor, que es la «cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo» (también según el DRAE). Y para esta recuperación del sentido del honor bueno será tener siempre presentes las taxativas palabras de Don Quijote y recordar que la honra puede y debe estar por delante hasta de la propia vida.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Entrevista a monseñor Javier Echevarría

"La gente ha reconocido en el Papa Francisco un sacerdote auténtico"

Entrevista a monseñor Javier Echevarría publicada en el periódico italiano "Corriere della Sera" el 15 de diciembre de 2013.

¿Qué piensa el Opus Dei del Papa Francisco? ¿Cómo se ha acogido, en una de las más potentes y extendidas instituciones de la Iglesia católica, la elección de un jesuita y sus sorprendentes maniobras?

La acogimos con profunda alegría —responde sonriendo el prelado del Opus Dei, monseñor Javier Echevarría— y en mi oración pedí para el papa Francisco la intercesión de san Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, cuyos frutos apostólicos son un tesoro para la Iglesia. Fue un santo muy apreciado por el fundador del Opus Dei, que en uno de sus libros, Camino, se refiere a él seis veces, en ocasiones utilizando su nombre familiar: Íñigo.

Invirtamos la pregunta: ¿qué piensa el Papa del Opus Dei? A usted le ha recibido dos veces. Se dice que es devoto del fundador, san Josemaría, ¿es verdad?

El Santo Padre me transmitió su alegría y me dijo que bendecía el trabajo apostólico de la Prelatura, que conoce bien. Entre otras cosas, porque, cuando era arzobispo de Buenos Aires, mantuvo relación con varios fieles del Opus Dei. También conoce bien la figura de san Josemaría. Hace algunos años vino aquí a Roma a visitar su tumba y permaneció en oración durante 45 minutos. Es una demostración práctica de la intensidad y de la generosidad con que reza quien ahora es el sucesor de Pedro.

Desde el primer momento, el Papa Francisco ha demostrado ser un Pontífice “revolucionario”, con decisiones sorprendentes…

Y enseguida la gente ha reconocido en el Papa Francisco un sacerdote auténtico, que reza mucho y que sabe escuchar a quien se encuentra frente a él. Al mismo tiempo, es austero consigo mismo. Desea profundizar en aquella hermosa imagen de Benedicto XVI, que anhelaba una Iglesia cada vez más parecida a la casa de Nazaret. Para que esto sea realidad, no basta renunciar a los bienes materiales (algunos son necesarios para el trabajo y para la vida familiar y social), es necesario, como el Papa Francisco nos enseña, amar la pobreza por amor.

Y desde el inicio, efectivamente, el papa ha hablado de una Iglesia “pobre entre los pobres”, capaz de ir a las periferias, y él mismo ha elegido un estilo sobrio. ¿Cómo ve todo esto el Opus Dei que, justificada o injustificadamente, es considerado por muchos una organización que no se dirige a cristianos pobres?

En realidad, puede decirse que el Opus Dei nació precisamente en las periferias, en los años 30, en los barrios pobres de Madrid. Desde entonces, muchas personas en todo el mundo siguen comprometidas con ese tipo de labor, ayudando a pobres y enfermos, hombres, mujeres y niños en dificultad, desde Nueva Delhi hasta Manila, en Manchester y en Kinshasa. Permítame también aclarar que el Opus Dei no se dirige solo a los ricos: muchos fieles de la prelatura, en distintas partes de mundo, no consiguen llegar a fin de mes, y tienen que afrontar esta dificultad con heroísmo y con fe, sin hacer ruido.

Aún no ha transcurrido el primer año de su pontificado y el papa ya ha tomado decisiones importantes respecto a sus colaboradores, con la evidente intención de reformar la Curia, no sin encontrar resistencias. También está mostrando determinación en lo relativo a la transparencia financiera y a la reforma del IOR. ¿Cómo juzga esta estrategia?

No me compete a mí juzgar qué es prioritario, sino al Santo Padre. Por experiencia personal puedo decir que en los distintos dicasterios y, en general, en la Santa Sede, hay muchas personas que trabajan con gran generosidad. Pero, sin duda, la reforma es siempre necesaria: por más organizadas que puedan presentarse, las estructuras humanas nunca estarán a la altura de la misión de llevar el Evangelio a todo el mundo. Por eso, como bien dice el Papa, no cabe confundir a la Iglesia con una ONG: la Iglesia debe tener su fundamento en la fe en Cristo, como esposa fiel.

En la línea de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, el Papa Francisco insiste en el tema de la Nueva Evangelización: ¿cómo responde el Opus Dei a esta llamada?

El Papa Francisco está ayudando a todo el mundo a dar prioridad a la cultura del ser, de la vida, en contraste con esa cultura del tener que a veces ahoga a las sociedades más desarrolladas económicamente. Y habla de la santidad en la vida corriente: una mujer que cría a sus hijos, un hombre que trabaja para llevar el pan a su casa, los enfermos. El mundo occidental debe redescubrir este tipo de santidad. No es un camino para unos poco iniciados: es una invitación que el Señor dirige a todos. En los países de tradición cristiana, el Opus Dei —a través de actividades de formación espiritual— ofrece un camino para redescubrir la fe en medio de las ocupaciones ordinarias. En esto consiste la nueva Evangelización: en reavivar en los cristianos, que a veces se consideran tales solo por su contexto cultural, la llama de una relación viva y personal con Dios.

El Papa Francisco ha hablado de la Iglesia como un “hospital de campaña” que se debe ocupar también de quienes han abortado o se han divorciado. En 2014 está previsto un sínodo sobre la familia, y el papa ha enviado un cuestionario en el que pide a los obispos su opinión sobre estos temas. ¿Cuál es la posición del Opus Dei?

El hombre contemporáneo experimenta profundos sufrimientos en la vida profesional, en las relaciones sociales e incluso en el entorno de la propia familia. Como cristianos, estamos llamados a 
actuar, a ver a los demás con la mirada de Cristo, llena de amor y de misericordia. Cuando un 
cristiano ayuda a un amigo, es como Cristo que mira sin repugnancia a quien tiene necesidad de ser curado. El sínodo sobre la familia nos estimulará a redescubrir la belleza del amor, de la fidelidad, del ambiente familiar, que se construye también con palabras y actitudes de servicio a favor de aquellos que han sufrido heridas precisamente en este aspecto de la vida.

martes, 17 de diciembre de 2013

Pequeño resumen filmográfico de "la primera Navidad"

Nueva entrevista al Papa Francisco

El Papa Francisco cuenta a “La Stampa” y a "Vatican Insider" (http://VaticanInsider.LaStampa.it) como ve la llegada de su primera Navidad como obispo de Roma en una entrevista realizada en la residencia Santa Marta. Este es el texto del periodista Andrea Tornielli.

«Jamás tener miedo a la ternura»
El Papa nos recibe en un salón junto al refectorio. El encuentro duró una hora y media. En dos ocasiones, durante la conversación (al hablar sobre el sufrimiento inocente de los niños y sobre el hambre en el mundo), desapareció del rostro de Francisco la serenidad que todo el mundo conoce. 

En la entrevista el Papa también habló sobre las relaciones con las demás confesiones cristianas y el «ecumenismo de la sangre» que une en la persecución, aludió a la situación del matrimonio y la familia (de la que se ocupará el próximo Sínodo), respondió a quienes lo han criticado en los Estados Unidos (definiéndolo “marxista”) y también habló sobre la relación entre la Iglesia y la política. 

- ¿Qué significa para usted la Navidad?

- Es el encuentro con Jesús. Dios siempre ha buscado a su pueblo, lo ha guiado, lo ha custodiado, ha prometido que le estará siempre cerca. En el Libro del Deuteronomio leemos que Dios camina con nosotros, nos guía de la mano como un papá con su hijo. Esto es hermoso. La Navidad es el encuentro de Dios con su pueblo. Y también es una consolación, un misterio de consolación. Muchas veces, después de la misa de Nochebuena, pasé algunas horas solo, en la capilla, antes de celebrar la misa de la aurora, con un sentimiento de profunda consolación y paz. Recuerdo una vez aquí en Roma, creo que era la Navidad de 1974, en una noche de oración después de la misa en la residencia del Centro Astalli. Para mí la Navidad siempre ha sido esto: contemplar la visita de Dios a su pueblo. 

- ¿Cuál es el mensaje de la Navidad para las personas de hoy?
- Nos habla de la ternura y de la esperanza. Dios, al encontrarse con nosotros, nos dice dos cosas. La primera: tengan esperanza. Dios siempre abre las puertas, no las cierra nunca. Es el papá que nos abre las puertas. Segunda: no tengan miedo de la ternura. Cuando los cristianos se olvidan de la esperanza y de la ternura se vuelven una Iglesia fría, que no sabe dónde ir y se enreda en las ideologías, en las actitudes mundanas. Mientras la sencillez de Dios te dice: sigue adelante, yo soy un Padre que te acaricia. Tengo miedo cuando los cristianos pierden la esperanza y la capacidad de abrazar y acariciar. Tal vez por esto, viendo hacia el futuro, hablo a menudo sobre los niños y los ancianos, es decir los más indefensos. En mi vida como sacerdote, yendo a la parroquia, siempre traté de transmitir esta ternura, sobre todo a los niños y a los ancianos. Me hace bien, y pienso en la ternura que Dios tiene por nosotros. 

- ¿Cómo es posible creer que Dios, considerado por las religiones como infinito y omnipotente, se haga tan pequeño?
- Los Padres griegos la llamaban "synkatabasis", condescendencia divina. Dios que desciende y está con nosotros. Es uno de los misterios de Dios. En Belén, en el 2000, Juan Pablo II dijo que Dios se convirtió en un niño que dependía totalmente de los cuidados de un papá y de una mamá. Por esto la Navidad nos da tanta alegría. Ya no nos sentimos solos, Dios descendió para estar con nosotros. Jesús se hizo uno de nosotros y sufrió por nosotros el final más terrible en la cruz, el de un criminal. 

- A menudo se presenta la Navidad como una fábula de ensueño. Pero Dios nace en un mundo en el que también hay mucho sufrimiento y miseria…

- Lo que leemos en los Evangelios es un anuncio de alegría. Los evangelistas describen una alegría. No hacen consideraciones sobre el mundo injusto, sobre cómo pudo nacer Dios en un mundo así. Todo esto es fruto de nuestra contemplación: los pobres, el niño que nace en la precariedad. La Navidad no fue una denuncia de la injusticia social, de la pobreza, sino un anuncio de alegría. Todo lo demás son conclusiones que sacamos nosotros. Algunas correctas, otras menos y otras más ideologizadas. La Navidad es alegría, alegría religiosa, alegría de Dios, interior, de luz, de paz. Cuando no se tiene la capacidad o se está en una situación humana que no te permite comprender esta alegría, se vive la fiesta con alegría mundana. Pero entre la alegría profunda y la alegría mundana hay mucha diferencia. 

- Es su primera Navidad como Obispo de Roma, en un mundo lleno de conflictos y guerras…
- Dios nunca da un don a quien no es capaz de recibirlo. Si nos ofrece el don de la Navidad es porque todos tenemos la capacidad para comprenderlo y recibirlo. Todos, desde el más santo hasta el más pecador, desde el más limpio hasta el más corrupto. Incluso el corrupto tiene esta capacidad: pobrecito, la tiene un poco oxidada, pero la tiene. La Navidad en este tiempo de conflictos es un llamado de Dios, que nos da este don. ¿Queremos recibirlo o preferimos otros regalos? Esta Navidad en un mundo afectado por las guerras me hace pensar en la paciencia de Dios. La principal virtud de Dios, indicada en la Biblia, es que Él es amor. Él nos espera, no se cansa nunca de esperarnos. Él da el don y después nos espera. Esto sucede en la vida de cada uno de nosotros. Hay algunos que lo ignoran. Pero Dios es paciente y la paz, la serenidad de la noche de Navidad, es un reflejo de la paciencia de Dios hacia nosotros. 

- En enero se cumplen cincuenta años del histórico viaje de Pablo VI a la Tierra Santa. ¿Usted va a ir?
- La Navidad siempre nos hace pensar en Belén, y Belén está en un punto preciso, en la Tierra Santa donde vivió Jesús. En la noche de Navidad pienso, sobre todo, en los cristianos que viven allí, en los que están en dificultades, en todos los que han tenido que abandonar esa tierra por diferentes problemas. Pero Belén sigue siendo Belén. Dios vino a un punto determinado, a una tierra determinada, apareció allí la ternura de Dios, la gracia de Dios. No podemos pensar en la Navidad sin pensar en la Tierra Santa. Hace cincuenta años, Pablo VI tuvo la valentía para salir e ir allá, y así empezó la época de los viajes papales. Yo también deseo ir, para encontrarme con mi hermano Bartolomeo, Patriarca de Constantinopla, y conmemorar con él este quincuagésimo aniversario renovando el abrazo de 1964 entre Papa Montini y Atenágoras en Jerusalén. Nos estamos preparando. 

- Usted ha estado en muchas ocasiones con niños gravemente enfermos. ¿Qué puede decir ante este sufrimiento inocente?- Para mí, Dostoyevski ha sido un maestro de vida, y su pregunta, explícita e implícita, siempre ha rondado mi corazón: ¿por qué sufren los niños? No hay explicación. Me viene esta imagen: en cierto momento de su vida, el niño se “despierta”; no entiende muchas cosas, se siente amenazado, empieza a hacer preguntas a su papá o a su mamá. Es la edad del “por qué”. Pero cuando el hijo pregunta, luego no escucha todo lo que le tienes que decir y te acorrala con nuevos “por qué”. Lo que busca, más que una explicación, es la mirada del papá que le da seguridad. Frente a un niño que sufre, la única oración que me viene es la oración del “por qué”. ¿Señor, por qué? Él no me explica nada, pero siento que está viéndome. Entonces puedo decir: “Tú sabes por qué, yo no lo sé y Tú no me lo dices, pero me ves y yo confío en Ti, Señor, confío en tu mirada”. 

- Al hablar sobre el sufrimiento de los niños, no se puede olvidar la tragedia de quienes sufren hambre.
- Con la comida que dejamos y tiramos podríamos dar de comer a muchísima gente. Si lográramos no desperdiciar, reciclar la comida, el hambre en el mundo disminuiría mucho. Me impresionó leer una estadística que habla de 10 mil niños que mueren de hambre cada día en el mundo. Hay muchos niños que lloran porque tienen hambre. El otro día, en la audiencia del miércoles, atrás de una valla había una joven mamá con su niño de pocos meses. Cuando pasé, el niño lloraba mucho. La mamá lo acariciaba. Le dije: “Señora, creo que el pequeño tiene hambre”. Ella respondió: “Sí, ya es hora…”. Y le dije: “¡Pero dele de comer, por favor!”. Ella tenía pudor, no quería amamantarlo en público, mientras pasaba el Papa. Entonces quisiera decir lo mismo a la humanidad: ¡den de comer! Esa mujer tenía la leche para su niño, en el mundo tenemos suficiente comida para que coman todos. Si trabajáramos con las organizaciones humanitarias y lográramos ponernos todos de acuerdo para no desperdiciar comida, mandándola a los que la necesitan, contribuiríamos mucho para resolver la tragedia del hambre en el mundo. Quisiera repetir a la humanidad lo que dije a aquella mamá: ¡den de comer a los que tienen hambre! Que la esperanza y la ternura de la Navidad del Señor nos sacudan de la indiferencia. 

- Algunos pasajes de la “Evangelii gaudium” le granjearon las acusaciones de los ultra-conservadores estadounidenses. ¿Qué siente un Papa cuando escucha que lo definen “marxista”?
- La ideología marxista está equivocada. Pero en mi vida he conocido a muchos marxistas buenos como personas, y por esto no me siento ofendido. 

- Las palabras que más han sorprendido son las palabras sobre la economía que «mata»… - En la Exhortación no hay nada que no se encuentre en la Doctrina social de la Iglesia. No hablé desde un punto de vista técnico, traté de presentar una fotografía de lo que sucede. La única cita específica fue sobre las teorías del “derrame”, que suponen que todo crecimiento económico, favorecido por la libertad de mercado, logra provocar por sí mismo mayor equidad e inclusión social en el mundo. Se prometía que, cuando el vaso hubiera estado lleno, se habría desbordado y los pobres se habrían beneficiado. En cambio sucede que, cuando está lleno, el vaso, por arte de magia, crece y así nunca sale nada para los pobres. Esta fue la única referencia a una teoría específica. Repito, no hablé como técnico, sino según la Doctrina social de la Iglesia. Y esto no significa ser marxista. 

- Usted anunció una «conversión del papado». ¿Los encuentros con los patriarcas ortodoxos han sugerido alguna vía concreta?- Juan Pablo II habló de manera muy explícita sobre una forma de ejercicio del primado que se abra a una situación nueva. Pero no sólo desde el punto de vista de las relaciones ecuménicas, sino también en las relaciones con la Curia y con las Iglesias locales. En estos primeros nueve meses he recibido las visitas de muchos hermanos ortodoxos, Bartolomeo, Hilarion, el teólogo Zizioulas, el copto Tawadros; este último es un místico, entraba a la capilla, se quitaba los zapatos e iba a rezar. Me sentí su hermano. Tienen la sucesión apostólica, los recibí como hermanos obispos. Es un dolor no poder celebrar juntos todavía la eucaristía, pero la amistad existe. Creo que el camino es este: la amistad, el trabajo en común y rezar por la unidad. Nos bendijimos los unos a los otros; un hermano bendice al otro, un hermano se llama Pedro y el otro se llama Andrés, Marco, Tomás… 

- ¿La unidad de los cristianos es una prioridad para usted? - Sí, para mí el ecumenismo es prioritario. Hoy existe el ecumenismo de la sangre. En algunos países matan a los cristianos porque llevan consigo una cruz o tienen una Biblia; y antes de matarlos no les preguntan si son anglicanos, luteranos, católicos u ortodoxos. La sangre está mezclada. Para los que matan somos cristianos. Unidos en la sangre, aunque entre nosotros no hayamos logrado dar los pasos necesarios hacia la unidad, y tal vez no sea todavía el tiempo. La unidad es una gracia que hay que pedir. Conocí en Hamburgo a un párroco que seguía la causa de beatificación de un sacerdote católico que fue guillotinado por los nazis porque enseñaba el catecismo a los niños. Después de él, en la fila de los condenados, había un pastor luterano y lo mataron por el mismo motivo. Su sangre está mezclada. Ese párroco me contó que había ido a ver al obispo y le había dicho: “Sigo con la causa, pero de los dos, no sólo del católico”. Este es el ecumenismo de la sangre. Todavía existe hoy, basta leer los periódicos. Los que matan a los cristianos no te piden el documento de identidad para saber en cuál Iglesia fuiste bautizado. Tenemos que tomar en cuenta esta realidad. 

- En la Exhortación apostólica usted invitó a tomar decisiones pastorales prudentes y audaces en cuanto a los sacramentos. ¿A qué se refería?- Cuando hablo de prudencia no pienso en una actitud paralizadora, sino en una virtud de quien gobierna. La prudencia es una virtud de gobierno. También lo es la audacia. Hay que gobernar con audacia y con prudencia. Hablé del bautismo y de la comunión como alimento espiritual para seguir adelante, y que se debe considerar como un remedio y no como un premio. Algunos pensaron inmediatamente en los sacramentos para los divorciados que se han vuelto a casar, pero yo nunca hablo de casos particulares: solo quería indicar un principio. Debemos tratar de facilitar la fe de las personas más que controlarla. El año pasado en Argentina denuncié la actitud de algunos sacerdotes que no bautizaban a los hijos de madres solteras. Es una mentalidad enferma. 

- ¿Y en cuanto a los divorciados que se han vuelto a casar?- La exclusión de la comunión para los divorciados que viven una segunda unión no es una sanción. Hay que recordarlo. Pero no hablé de esto en la Exhortación. 

- ¿Se ocupará de ello el próximo Sínodo de los obispos?- La sinodalidad en la Iglesia es importante: sobre el matrimonio en su conjunto hablaremos en las reuniones del Consistorio en febrero. Después el tema será afrontado en el Sínodo extraordinario de octubre de 2014 y también durante el Sínodo ordinario del año siguiente. En estas sedes se profundizarán y aclararán muchas cosas. 

- ¿Cómo procede el trabajo de sus ocho “consejeros” para la reforma de la Curia?
- El trabajo es largo. Quienes querían presentar propuestas o enviar ideas ya lo han hecho. El cardenal Bertello recopiló las opiniones de todos los dicasterios vaticanos. Recibimos sugerencias de los obispos de todo el mundo. En la última reunión los ocho cardenales dijeron que hemos llegado al momento de presentar propuestas concretas y en el próximo encuentro, en febrero, me entregarán sus primeras sugerencias. Yo siempre estoy presente en los encuentros, excepto el miércoles en la mañana por la audiencia. Pero no hablo, sólo escucho, y esto me hace bien . Un cardenal anciano me dijo hace algunos meses: “Usted ya comenzó la reforma de la Curia con la misa cotidiana en Santa Marta”. Esto me hizo pensar: la reforma empieza siempre con iniciativas espirituales y pastorales, antes que con cambios estructurales. 

- ¿Cuál es la relación correcta entre la Iglesia y la política?
- La relación debe ser al mismo tiempo paralela y convergente. Paralela, porque cada uno tiene su camino y sus diferentes tareas. Convergente, sólo para ayudar al pueblo. Cuando las relaciones convergen antes, sin el pueblo, o sin tomar en consideración al pueblo, comienza ese contubernio con el poder político que acaba pudriendo a la Iglesia: los negocios, los compromisos… Hay que proceder paralelamente, cada uno con el propio método, las propias tareas, la propia vocación. Convergentemente solo en el bien común. La política es noble, es una de las formas más altas de caridad, como decía Pablo VI. La ensuciamos cuando la usamos para los negocios. La relación entre la Iglesia y el poder político también puede corromperse, si no converge sólo en el bien común. 

- ¿Puedo preguntarle si tendremos mujeres cardenales?- Es una frase que salió de quién sabe dónde. Las mujeres en la Iglesia deben ser valorizadas, no “clericalizadas”. Los que piensan en las mujeres cardenales sufren un poco de clericalismo. 

- ¿Cómo procede el trabajo de limpieza en el IOR?
- Las comisiones referentes están trabajando bien. Moneyval nos dió un informe bueno, vamos por el buen camino. Sobre el futuro del IOR, veremos. Por ejemplo, el “banco central” del Vaticano sería la Apsa. El IOR fue creado para ayudar a las obras de religión, a las misiones, a las Iglesias pobres. Luego se convirtió en lo que es ahora. 

- ¿Hace un año se habría imaginado que la Navidad de 2013 la habría celebrado en San Pedro?
- Claro que no. 

- ¿Se esperaba que lo eligieran?- No, no me lo esperaba. No perdí la paz mientras aumentaban los votos. Permanecí tranquilo. Y esa paz todavía me acompaña, la considero un don del Señor. Al terminar el último escrutinio, me llevaron al centro de la Sixtina y me preguntaron si aceptaba. Respondí que sí, dije que me llamaría Francisco. Sólo entonces me alejé. Me llevaron a la habitación contigua para cambiarme. Después, poco antes de asomarme, me arrodillé para rezar durante algunos minutos en compañía de los cardenales Vallini y Hummes en la capilla Paulina.

martes, 10 de diciembre de 2013

Croacia defiende el matrimonio, a pesar de las presiones del Gobierno


NUEVA YORK, 6 de diciembre (C-FAM) Los croatas emitieron sus votos el domingo pasado y el resultado fue claro y rápido: el 66% pidió que se añadiera en la constitución nacional que el matrimonio es la «unión entre un hombre y una mujer».

Pero los funcionarios del gobierno estaban descontentos. Dijeron que este referéndum era divisivo, discriminatorio y un derroche de dinero. Se filtraron informes de funcionarios que intimidaban a los defensores del plebiscito en las semanas previas a la votación. No obstante, los partidarios de este (muchos de los cuales crecieron bajo el régimen comunista) no cedieron ante las amenazas de ser investigados y de que se les tachara de fascistas.

El conflicto comenzó en mayo después de que el gobierno de Croacia elaboró una ley para que las parejas del mismo sexo se inscribieran como «parejas estables». El país ya reconoce el concubinato no inscripto de las parejas del mismo sexo, que incluye derechos hereditarios y de parentesco, pero excluye el derecho a la adopción.

Rápidamente se formó una agrupación llamada «En nombre de la familia». Recogió más de 740000 firmas en 15 días para un referendo nacional que preguntaba: ¿Usted apoya que se reforme la constitución para definir el matrimonio como la unión de por vida entre un hombre y una mujer? Las agrupaciones homosexuales dijeron que los términos empleados eran tendenciosos.

Se trataba del primer referendo ciudadano de Croacia desde su independencia en 1991.

«Creemos que el matrimonio, los hijos y la familia son asuntos de una importancia tal que toda la sociedad debe decidir al respecto», dijo a AFP Zeljka Markic, líder de la iniciativa. Personas de diferentes credos (ortodoxos, protestantes, musulmanes y judíos) lo apoyaron.

En una carta que se leyó en las iglesias católicas de todo el país, el cardenal Josip Bozanic dijo: «El matrimonio es la única unión que posibilita la procreación». Casi el 90% de la población es católica.

Pero los partidarios de la iniciativa temían represalias.

Presionaron a un conocido sacerdote y capellán de los alumnos de la Universidad de Zagreb para que permaneciera en silencio respecto del matrimonio. El pbro. Damir Stojić, que habla sobre la castidad y tiene a su cargo una cafetería en la que en vez de pagar, se reza, fue citado por un funcionario por organizar un panel sobre el referendo, táctica que recuerda a la opresión comunista.

Gong, agrupación homosexual fundada por la Comisión Europea, presionó al grupo promatrimonio para que diera a conocer los nombres de los donantes. Markic, cuyo negocio y propiedad privada fueron sometidos a investigaciones del gobierno, se negó y explicó que los voluntarios ya estaban «expuestos al linchamiento público».

Se brindaron detalles en un sitio web de noticias. En Croacia, el 95% de los votantes a favor del matrimonio no se expresaba abiertamente porque eran etiquetados «por los principales medios y la TV de fascistas, nazis, incultos, primitivos, de talibanes católicos (este es un nuevo término inventado por esta horrible campaña)».

«Este mes me di cuenta de lo que es vivir en una dictadura, tener miedo de expresar mi opinión para que mi profesión y mi estatus social» no se vean perjudicados.

Hace poco, el ministro de relaciones exteriores de Croacia se unió al Grupo del Núcleo LGBT en la ONU, que se comprometió a realizar «acciones concertadas» sobre los derechos homosexuales y transgénero.

El mes pasado, una funcionaria estadounidense disertó en Croacia durante la conferencia anual de ILGA Europa (Asociación de personas lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexo). Dijo que una de las máximas prioridades del presidente Obama es «hacer partícipes a organizaciones internacionales en la lucha contra la discriminación de las personas LGBT» y censuró las expresiones de quienes se oponen a las marchas de orgullo gay.

Tras votar en contra de la consulta popular sobre el matrimonio, el Presidente de Croacia, Ivo Josipovic, prometió impulsar un proyecto de ley que garantice más privilegios para las personas homosexuales que viven juntas.

En otro momento, Markic dijo a una multitud alborozada: «Hemos demostrado que sabemos, como David al luchar contra Goliat, cómo orientar las pequeñas piedras de nuestra honda en la misma dirección. Esta vez, para proteger el matrimonio; la próxima, para otra cosa de igual importancia».

Croacia es el miembro más reciente de la Unión Europea y el sexto en proteger el matrimonio en su constitución, uniéndose así a Polonia, Bulgaria, Letonia, Lituania y Hungría.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Un buen diagnóstico de la crisis en Europa (I)

Por Antonio Argandoña


Anders Aslund publica en el blog del Peterson Institute for International Economics (aquí, en inglés) una interesante entrada, publicada también en Foreign Policy, en que critica la postura de Paul Krugman sobre Europa desde el comienzo de la crisis. El resumen viene en el último párrafo: “es difícil superar la sospecha de que Krugman tiene en su cabeza los problemas de Estados Unidos cuando escribe acerca de Europa. El problema es que ambas partes del mundo son bastante diferentes”. Aslund confirma una idea que yo he expresado en más de una ocasión. He aquí algunas de las ideas de Aslund; para no hacer demasiado largo este comentario, dejo otras para la segunda parte:

  • Krugman trata a la zona euro como un conjunto de países con tipos de cambio fijos, sin tener en cuenta que es una unión monetaria con un sistema de pagos centralizado. “Conforme la crisis del euro avanzó, aumentaron los pagos no compensados entre países miembros”, una idea que he recogido otras veces en estas páginas: fuera del euro, España habría tenido una crisis similar a la de Argentina. Aslund añade que “la mejor manera de solucionar esos desequilibrios de pagos es devolver la confianza en el sistema del euro, que es lo que el Banco Central Europeo ha hecho, especialmente desde julio de 2012″.

  • Krugman siempre ha defendido la conveniencia de practicar políticas fiscales expansivas en medio de la crisis, porque, para él, el problema es siempre de insuficiente demanda; el lado de la oferta no es significativo. De ahí se deriva su recomendación de llevar a cabo un ajuste fiscal lento, alargado a lo largo de los años, porque, dice, el multiplicador fiscal es, probablemente, muy alto en el primer año de una recesión. O sea, una gran reducción del gasto público da lugar a una gran contracción del PIB y a una recesión muy grave. Aslund hace notar que esto puede ser verdad, pero que no estamos ante un problema de un año, sino, dice, ya de cinco años de duración. De modo que hay que mirar las consecuencias de una política fiscal poco contractiva a plazos más largos. Con el argumento de un solo año, nunca es un buen momento para llevar a cabo lo que llamamos políticas de austeridad.

  • El problema principal de una política fiscal poco contractiva, lo mismo que la propuesta de una agresiva expansión fiscal para salir de la crisis, es que los países afectados no tienen acceso a la financiación, como muestra la experiencia de España en los últimos años. Una política fiscal expansiva lo único que conseguiría es elevar la prima de riesgo y reducir las posibilidades de financiación del gobierno. No se olvide que, además del problema del déficit público, en esos países hay también un problema de salvamento de sus bancos (aunque Aslund no lo menciona explícitamente).

  • Aslund señala también otros problemas para la política fiscal. Una vez que se practica una expansión en el gasto (por ejemplo, en España en 2008 y 2009), reducirlo es mucho más difícil. Además, esos países (también España) tienen un problema estructural, no coyuntural. El déficit público no se ha producido porque la recesión haya reducido transitoriamente los ingresos, sino porque el volumen de gasto era sistemáticamente demasiado alto respecto de los ingresos que el gobierno puede recaudar (en el caso de España, vale la pena recordar que una fuente importante de ingresos fiscales, el sector inmobiliario, ha quedado fuera de juego).

  • Me parece que lo que Aslund quiere señalar es que hay dos usos de la política fiscal: uno, coyuntural, cómo manipular los ingresos y gastos para evitar una recesión; otro, estructural, qué volumen de gasto público desea o puede tener un país, y qué volumen de ingresos necesita para financiarlo. Y ambos problemas están relacionados. La respuesta de Krugman es coyuntural (y, si atendemos a los demás argumentos de Aslund, equivocada), cuando los países europeos (muchos de ellos) tienen un problema estructural. Esta reflexión está pasando inadvertida en España, por el debate sobre cuánta austeridad podemos tener y cuándo saldremos de la crisis.

Ya está bien por hoy. Seguiré en otra ocasión.

jueves, 5 de diciembre de 2013

¿Se debe educar a chicos y chicas de manera separada?

Kerman Romeo
Anne Moir, neuróloga inglesa, expuso en una entrevista el 22 de abril, en un periódico de difusión nacional,  los beneficios de educar a niños y niñas por separado en función de las diferencias neurológicas entre ambos sexos.
La investigadora científica Moir,  (Leeds, Inglaterra, 1950) es doctora en Genética por la Universidad de Oxford. Productora y directora de documentales sobre este asunto para la BBC, con los que ha ganado varios galardones, y educadora de adultos en el Human Givens College, es autora del libro Brain sex: The real difference between men and women, en el que expone los beneficios de educar a niños y niñas por separado en función de las diferencias neurológicas entre ambos sexos.
El papel socializador de la escuela ha sido esgrimido frecuentemente por los detractores de la escuela diferenciada. Desde su punto de vista, los mejores resultados académicos de la escuela diferenciada –no solo en España: en el Reino Unido 81 de los 100 mejores colegios son de un solo sexo– no justifican la separación de sexos, porque esta impide un bien mayor: la convivencia de chicos y chicas, que les preparará para la futura convivencia en la sociedad.
 La  neuróloga inglesa Anne Moir extiende una mano y señala sus dedos índice y anular. Sonriente, resalta que tienen el mismo tamaño, algo que, según apunta, se debe a la testosterona. En los hombres suele resultar habitual que el dedo anular sea superior al índice, dado que tienen más testosterona, mientras que en las mujeres presentan un tamaño muy similar o, incluso, el índice sobrepasa al anular.
"En las escuelas en que se coeduca no se enseña, y puede ser contraproducente"
El feminismo ignora las diferencias, con lo que estas aumentan
A Moir le fascina el estudio del cerebro y de las diferencias neurológicas entre hombres y mujeres. A partir de ellas, ha configurado su tesis de que solo educando a ambos sexos por separado es posible explotar al máximo las facultades de cada uno. Hace unos días detalló sus tesis en el Palacio Euskalduna de Bilbao durante una conferencia organizada por la Federación de Asociaciones de Padres de Euskadi.
 
Pregunta. ¿Cuál es la principal diferencia entre los hombres y las mujeres?
 
Respuesta. Hay enormes diferencias en la configuración neuroquímica entre ambos sexos. La principal es aquello que nos motiva y que capta nuestra atención. A los chicos les fascina asumir riesgos, como saltar con un paracaídas. Pese a que siempre hay excepciones, una mujer se estresará más con aquello relacionado con el riesgo. El cerebro es muy plástico y, si no lo usas, lo pierdes. Las mujeres tienden a asumir menos riesgos a medida que van creciendo. Por ello, se les debe enseñar a tomarlos desde que son pequeñas. Los chicos no lo necesitan.
 
P. Aboga por educar de forma separada en los colegios a niños y niñas.
 
R. Si se desea reducir las diferencias entre chicos y chicas, se debe educar a ambos sexos de forma separada y diferente. Si no, discriminaríamos negativamente a los hombres. Y es que, si no se aprende, la socialización es irrelevante. Uno se socializa cuando aprende, y simplemente por convivir no se pegan las cosas. En las escuelas en las que se coeduca no se enseña, y puede ser contraproducente.
 
P. ¿En qué sentido?
 
R. Los chicos desarrollan la inteligencia emocional mucho más tarde que las mujeres y eso puede conducir a que estas ignoren a los chicos de su misma edad y piensen que son estúpidos. Si queremos ayudar a socializar tenemos que utilizar lo que sabemos sobre el cerebro con cualquiera. La socialización no es algo que ocurre; se entrena. La evidencia sugiere que ahora mismo hay una enorme distracción sexual entre ambos.
 
P. ¿Maduran hombres y mujeres a distinta edad?
 
R. Se está forzando a hombres y mujeres a entrar en otro mundo antes de que sus cerebros sean maduros, de que se desarrollen definitivamente. El cerebro de un hombre madura entre los 20 y los 25 años; los cerebros de las mujeres son maduros a los 16 o 17 años. Opino que ese lento desarrollo determina que poner a los adolescentes en las mismas clases repercutirá negativamente en su desarrollo y empobrecerá la comunicación entre sexos. Me gustaría que los colegios se organizasen de manera científica y no políticamente. Miro a la ciencia y pienso: ¿cómo dice que enseñaremos mejor a los niños?
 
P. ¿Chocan sus ideas con los postulados feministas?
 
R. Si enseñas a un niño que su cerebro está organizado de una manera lograrás sacarle lo mejor de sí mismo. Si ignoras las diferencias, las acentuarás. Pondré un ejemplo. Los chicos desarrollan la actividad verbal mucho más tarde que las chicas. La educación actual incide en la comunicación verbal, y los chicos se pueden sentir desplazados por no poder seguir la clase. Las chicas tienen menor habilidad para pensar en tres dimensiones. Si se ignora y no son educadas a otra velocidad en este aspecto serán menos aptas para dedicarse a labores técnicas, y se acentuarán estereotipos como que las mujeres aparcan peor. El feminismo ignora las diferencias, con lo que estas aumentan.


jueves, 28 de noviembre de 2013


ROMA, 26 Nov. 13 / 01:02 pm (ACI/EWTN Noticias).- El Arzobispo Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización, considera que el estilo de la primera Exhortación Apostólica del Papa Francisco Evangelii Gaudium "llega directamente al corazón y a la mente de las personas".
"El Papa Francisco habla así, de una manera directa, fácil, comunicativa, de manera que llega directamente al corazón y a la mente de las personas, y por tanto conecta con ese lenguaje que todos utilizamos en la vida normal de cada día", explicó Mons. Fisichella este martes en entrevista concedida a ACI Prensa en la Sala Stampa de la Santa Sede.
"La Iglesia no tiene un camino paralelo o distinto del hombre de hoy, tiene el mismo camino, y el Evangelio debe entrar en el corazón de las personas y debe hacer entender el gran misterio de la revelación, es decir: Dios ama al hombre", expresó Mons. Fisichella.
"Desde esta perspectiva creo que sea también muy importante entender que también es un lenguaje que recurre también a las imágenes, y por tanto, la evangelización, para ser más posible y directa debe recurrir también a esto", añadió.
Para Mons. Fisichella el objetivo principal del texto es hablar de la Nueva Evangelización, "de la necesidad de comunicarse con los hombres de hoy día por parte de los cristianos".
"Esta es una Exhortación ante todo dirigida a los cristianos para que recuperen el espíritu misionero, para que sean capaces de comprender la urgencia que esto tiene en la vida del bautizado", dijo.
"Pero esto también tiene la exigencia de que la Iglesia descubra cuál es el corazón, quiénes son los verdaderos destinatarios. El Papa nos dice que los verdaderos destinatarios son aquellos que tienen un valor importante, es decir: los pobres, los que sufren, los marginados. Ellos son los primeros a los que debe ir el pensamiento de la Iglesia y también su directa acción pastoral", indicó.
Aunque la exhortación apostólica Evangelii Gaudium del Papa Francisco se entregó a 36 personas el domingo 24 de noviembre, en la clausura del Año de la Fe, su contenido no se conocía sino hasta ahora.
El texto en español tiene una extensión de 142 páginas y está dividido en una introducción y cinco capítulos titulados: "La transformación misionera de la Iglesia", "En la crisis del compromiso comunitario", "El anuncio del Evangelio", "La dimensión social de la Evangelización" y "Evangelizadores con espíritu".
El Arzobispo Fisichella dialogó con ACI Prensa pocos minutos después de la presentación a la prensa en el Vaticano de Evangelii Gaudium, en la que también participaron el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Arzobispo Claudio María Celli, y el Secretario General del Sínodo de los Obispos, Mons. Lorenzo Baldisseri.

jueves, 7 de noviembre de 2013

"No celebraré matrimonios homosexuales": un alcalde francés, símbolo de la libertad de conciencia"


«SI HOLLANDE ME QUIERE ENCARCELAR, ESTOY DISPUESTO»

«No tengo miedo y estoy preparado a ir a la cárcel porque he nacido libre y quiero morir libre».
Así habla a Tempi.it Michel Villedey, alcalde de Thorigné-d’Anjou, pequeño municipio francés de mil habitantes situado en el departamento del Maine y Loira, después de que el Tribunal Constitucional francés negara la libertad de conciencia a los alcaldes del país.
Ahora estarán obligados a celebrar los matrimonios homosexuales: la alternativa es la cárcel, una pena pecuniaria, la destitución o la suspensión del cargo.
-Señor Villedey, ¿cómo juzga usted la decisión del Tribunal Constitucional?
- Es pésima. La Constitución Francesa y la Convención Europa de los Derechos del Hombre reconocen la libertad de conciencia; por tanto, no entiendo por qué el Tribunal nos la ha negado y ha considerado no necesario incluir en la ley Taubira una clausula sobre la objeción de conciencia. Según el Tribunal, una ley de la República se debe aplicar para todos, y esto es justo, pero como había prometido también el presidente Hollande [ReL recogió aquí la promesa], debe realizarse en el respeto de la conciencia de los alcaldes.
-¿Por qué?
-Porque somos elegidos por el pueblo también en base a nuestras convicciones, y el pueblo debe ser respetado. Además, como habíamos propuesto con el Colectivo de los Alcaldes para la Infancia, también el prefecto puede celebrar los matrimonios homosexuales. Bastaría con que lo hicieran ellos. Por último, como ya he dicho, está previsto en nuestra Constitución.
- Y entonces, ¿por qué el Constitucional ha tomado una decisión distinta?
- Porque ha recibido presiones muy fuertes por parte del gobierno, del presidente Hollande, de la ministra de Justicia Christiane Taubira y del ministro de Asuntos Exteriores Manuel Valls. Su objetivo es quitarnos la libertad, pero yo he nacido libre y quiero morir libre.
- ¿Por consiguiente?
- Por consiguiente, si las personas del mismo sexo vienen a pedirme que las case, les diré que esto es contrario a mis convicciones y no lo haré.
-¿Sabe que corre el riesgo de acabar en la cárcel?
- Lo sé; si quieren meterme en la cárcel, iré. No tengo miedo.
- ¿Está perdida la batalla por la objeción de conciencia?
- No, no está perdida. Yo no creo que el gobierno quiera convertirse en sectario como parece que es ahora. Nosotros no tenemos nada contra los homosexuales: yo tengo muchos amigos homosexuales, pero no por eso los casaría. Por otra parte, los homosexuales son una minoría entre los franceses; y los que de verdad quieren casarse son sólo una pequeña minoría de la minoría. Estoy preparado para ir a la cárcel, pero me pregunto: ¿qué interés tienen en condenarme? Sería una decisión estúpida sobre la base de una ideología estúpida.
- ¿Cómo llevarán adelante esta batalla?
- La decisión ahora volverá al Consejo de Estado, que debe verificar si nuestras peticiones son legítimas. Después iremos a la Corte Suprema de Derechos Humanos. No tenemos miedo, lucharemos por nuestra libertad de pensamiento y conciencia, y no pienso que el gobierno tenga interés en transformar a Francia en un régimen terrorista e ideológico como en el pasado.

¿Qué le pasa a la ONU?

   Por    Stefano Gennarini, J.D       La ONU pierde credibilidad con cada informe que publica. Esta vez, la oficina de derechos humanos de ...