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jueves, 28 de mayo de 2020

La cara sucia de las energías limpias


Lola Velarde, Aceprensa, 28.05.2010
Planet of the Humansque tanto en el título como en su exposición juega con el parecido a El planeta de los simios, ha alcanzando más de 8 millones de visualizaciones en YouTube –antes de que fuera retirado por presunta violación de derechos de autor–, donde se estrenó con motivo del 50 aniversario del Día de la Tierra (22 de abril), en pleno auge de la pandemia.
Su director, Jeff Gibbs, narra en él su propia trayectoria vital. Se describe a sí mismo como un joven ambientalista que construyó una casa sostenible para vivir en comunidad en medio del bosque y abrazar a los árboles. Viajaba por todo el país estudiando el colapso de los ecosistemas y las especies en peligro de extinción, escribía artículos en diversas revistas sobre la vida sostenible y participaba en movilizaciones sociales.
En 2009, Barack Obama anunció que “el cambio había llegado a América” y aprobó un paquete de medidas de un billón de dólares para su programa ambiental, de los que cerca de 100.000 millones se dedicarían a la reconversión energética del país. Para entonces, Gibbs había empezado a tirar del hilo de las renovables, decepcionado por algunos hallazgos que le hacían pensar que no eran tan limpias, ni tan verdes como las pintaban.
¿Cien por cien verdes?
Constató que los coches eléctricos se enchufan a fuentes de energía no renovables, procedentes de combustibles fósiles; las instalaciones de paneles solares y turbinas eólicas construidas a lo largo y ancho del país requieren complementarse con otras fuentes de energía, procedentes también de combustibles fósiles, para suplir las intermitencias causadas por la falta de viento o de luz.
Además, para su producción y mantenimiento, se necesita una gran industria, alimentada por gas natural –un combustible fósil, al fin y al cabo– y se necesitan materias primas extraídas de grandes canteras, como el cuarzo de alta pureza de los paneles solares, o los materiales de los coches de lujo –eso sí, eléctricos–: silicona, grafito, plata, cobalto, níquel, litio, cadmio, tierras raras… Una industria productora de residuos tóxicos, emisiones altamente contaminantes y lluvia ácida. Por otra parte, la vida útil de estas instalaciones es limitada, por lo que han de ser renovadas al cabo del tiempo, con la consecuente producción de residuos de difícil eliminación, y vuelta a empezar.
“El sol es renovable, pero no lo es la industria solar”, concluye Gibbs. Entonces, se pregunta, ¿por qué los líderes ambientales se centran sólo en las tecnologías verdes?
¿Es solo el beneficio?
Wall Street exige a sus empresas que crezcan más cada año y penaliza a las que no lo hacen. No basta con mantener los beneficios del año anterior y, para que esto sea posible, es necesario aumentar el consumo.
El documental no ha dejado indiferente al movimiento ecologista, en el que en seguida han surgido voces críticas
“Un crecimiento infinito en un planeta finito es suicida. Hay demasiados seres humanos consumiendo demasiado y demasiado rápido”. Cifran el problema en un aumento exponencial de la población y, sobre todo, del consumo. “Debemos controlar nuestra capacidad de consumo” y esto no va a ocurrir si creemos que nuestros recursos son ilimitados.
¿Por qué entonces no se habla del suicidio que representa un crecimiento ilimitado? Gibbs considera que esto sería perjudicial para “una determinada forma de capitalismo que gobierna el mundo, ahora bajo la tapadera de lo verde”El cambio climático es un problema, pero no el único. Hay otros aspectos mucho más graves que las emisiones de CO2.
En su documental hace un detallado seguimiento de los multimillonarios de Silicon Valley y las grandes corporaciones americanas que se suben a la ola del cambio climático y venden “100% verde”, generando beneficios desorbitados, sin que parezca que entre en sus cálculos el hecho de si dañan realmente o no el medio ambiente.
Un debate candente
El documental no ha dejado indiferente al movimiento ecologista, en el que en seguida han surgido voces críticas. Recriminan que presente datos de hace varios años y advierten que hoy la tecnología ha resuelto muchos de los inconvenientes que se aducen, como la eficiencia y la vida útil de los paneles solares o la posibilidad de almacenar energía en grandes baterías para compensar la fluctuación solar y eólica.
Señalan que presenta una visión sesgada, al no mencionar, por ejemplo, las ventajas del gas natural respecto al carbón y el petróleo. Algunos llegan a pedir que el documental sea retirado, alegando que solo busca el sensacionalismo y que no hay debate posible en temas científicamente demostrados.
Otros indican el riesgo de buscar soluciones en el control de la población, a lo cual el propio Gibbs ha respondido tajante que no se trata del control de la población, del cual no está a favor, sino de abordar el problema del crecimiento del consumo, que es el que nos lleva a esta situación.
En palabras del columnista del New York Times, Bret Stephens, “el desacuerdo inteligente es la savia que alimenta a toda sociedad sana”En mi opinión, el polémico documental es un buen ejemplo de ello. La reflexión respecto al crecimiento ilimitado del consumo resulta esencial, así como el libre ejercicio de un pensamiento crítico frente al pensamiento único que pretenden algunas corrientes ambientalistas. En la cuestión ecológica hay mucho debate de fondo que no se debe eludir, muy especialmente en lo relativo a la posición del ser humano en el libro de la naturaleza.
En síntesis, Planet of the Humans ofrece una magnífica oportunidad para el debate razonado. Una crítica desde dentro con espíritu constructivo, según sus propios autores. Si les interesa la cuestión ambiental, no dejen de verlo.

¿Infracción del “copyright” o censura?

El 26 de mayo, YouTube, que emitía de forma gratuita el documental Planet of the Humans, decidió retirarlo, lo que acentúa aún más la polémica. La decisión se tomó después de conocer una reclamación presentada por el fotógrafo británico Toby Smith, que denunciaba el uso no autorizado de una breve secuencia de un reportaje suyo.
Tanto Michael Moore como Jeff Gibbs aseguran que no han incurrido en ninguna violación de los derechos de propiedad y han condenado la retirada como un acto de censura. Mientras se solventa esta cuestión, el largometraje sigue disponible en la web del documental.

sábado, 23 de mayo de 2020

Las atletas dicen basta: no quieren competir con transexuales



Aceprensa 22 MAYO, 2020
Save Women’s Sports (SWS) es una organización que aboga por preservar el criterio del sexo genético para la admisión a competiciones deportivas para mujeres. A finales de abril envió una petición al Comité Olímpico Internacional (COI) para que, aprovechando la postergación de los Juegos Olímpicos de Tokio a 2021, suspenda unas normas adoptadas en 2015, que permiten a las mujeres trans competir en certámenes femeninos.
“Las normas fijadas en el consenso de 2015, que permiten a los hombres que se identifican como mujeres entrar en las categorías femeninas, son inaceptables. Reducir simplemente los niveles de testosterona durante un año no anula la ventaja masculina sobre las atletas femeninas”, aseguran.
Entre las firmantes se encuentran las fundadoras de SWS: Linda Blade, excampeona canadiense de heptatlón y presidenta de Athletics Alberta, y la levantadora de pesas estadounidense Beth Stelzer. Pero se han sumado atletas de casi 30 países.
En su petición al COI, tildan la decisión de “irresponsable, negligente y peligrosa”, y señalan que el organismo deportivo ha abandonado su deber de proteger la seguridad y la integridad de las mujeres. Autorizar a transexuales a competir contra ellas es, dicen, “una rampante discriminación por sexo”.
La ciencia acude en apoyo de su petición. Una investigación del Karolinska Institute, publicada en septiembre pasado, se fijó como objetivo comprobar si las hormonas que se administran para el cambio de sexo tienen efecto en la función y el tamaño de los músculos de las personas receptoras. Participaron 11 mujeres trans (genéticamente hombres) y 12 hombres trans(genéticamente mujeres), y se demostró que, tras un año de tratamiento y reducción de testosterona al primer grupo, todavía mantenían la ventaja sobre las mujeres biológicas.
Para SWS, el COI ha abandonado su deber de proteger la seguridad y la integridad de las mujeres
“El volumen muscular guarda estrecha relación con la fuerza. (…) Los niveles absolutos de volumen muscular y de fuerza de extensión de las rodillas después de la intervención, todavía favorecen a las mujeres trans. Conclusión: El tratamiento con hormonas de sexo contrario incide notablemente en la fortaleza, tamaño y composición de los músculos en los transexuales. A pesar del notable incremento de la masa muscular y de la fuerza en los hombres trans, tras 12 meses de tratamiento las mujeres transaún son más fuertes y tienen más masa muscular”.
Según los investigadores suecos, estos resultados “pudieran ser relevantes cuando se valore la admisión de las mujeres trans a competir en la categoría femenina”.
Más ventaja que el “doping”
Según las normas del COI de 2015, las mujeres trans pueden tomar parte en eventos femeninos si sus niveles de testosterona –normalmente entre los 7,7 y los 29,4 nanomoles por litro (nmol/L)– están por debajo de 10 nmol/L durante no menos de 12 meses. Pero SWS señala el sinsentido, pues para la mayoría de las mujeres, el rango de esa hormona no suele estar más arriba de los 3 nmol/L.
Linda Blade
Linda Blade
A lo que parece, la petición al organismo internacional no es mero capricho ni “fobia a la diversidad”. Hablamos sobre el tema con Linda Blade, cofundadora de SWS:
— ¿Qué problemas implicaría aceptar a mujeres transexuales en las competencias femeninas?
— Las mujeres trans son hombres, por eso es injusto, ilógico y carente de ética. Un estudio publicado el 12 de mayo pasado (“Mujeres transexuales en categorías deportivas femeninas: ¿La supresión de la testosterona suprime la ventaja en el rendimiento deportivo del hombre?”, de un equipo del Karolinska y la Universidad de Manchester), muestra que los hombres tienen una ventaja sobre las atletas de entre un 10% y un 50%, según del deporte del que se trate. ¡Es una ventaja mayor que la del doping!
— ¿Por qué el organismo deportivo decidió cambiar las reglas?
— El COI no ha aportado otro argumento para explicar su prisa por modificarlas que no sea este, ya presente en el Consenso de 2015: “Desde el Consenso de Estocolmo de 2003 sobre la reasignación de sexo en el deporte, ha habido un creciente reconocimiento de la importancia de la autonomía de la identidad de género en la sociedad, como lo reflejan muchas leyes en varias partes del mundo”.
Pero esta prisa por ser “inclusivos” no es característica del COI. Es un misterio. A partir de los documentos citados, se puede sospechar que la decisión tuvo más que ver con ciertos códigos de derechos humanos en Europa que con cualquier principio biológico. Es realmente sorprendente que el COI tome tal decisión sin investigar en profundidad, sin consultas. Si consideramos que se tomó 84 años (de 1900 a 1984) para “permitir” que las mujeres corrieran el maratón, uno pensaría que sus miembros se tomarían al menos unos pocos años para determinar si las atletas podían ser colocadas en posición de desventaja o en peligro, al autorizar a hombres que se declaran mujeres a participar en competencias femeninas.
El COI, al rincón de pensar 
— El Karolinska Institute demostró recientemente que las mujeres trans ganan más masa muscular y resistencia que las mujeres biológicas. ¿Le parece que esto pueda tomarse en cuenta para modificar nuevamente las reglas?
— En el Documento de Consenso, de 2015, artículo 1 G, referido a “Líneas de actuación sobre transexuales”, se estipula que dichas normas “son un texto vivo y serán sujetos a revisión a la luz de cualquier desarrollo científico o médico”. Con esta declaración, el COI se garantiza una “puerta de escape” en caso de promulgar una decisión perjudicial. Y claramente, tanto la investigación del Karolinska como la otra mencionada ofrecen razones de peso para replantearse este asunto.
El COI puede y debe aprovechar la oportunidad y suspender las normas de 2015, de cara a los Juegos de Tokyo. Debe hacer un esfuerzo mayor y consultar con expertos en deporte femenino, como parte de un cuidadoso proceso para hallar una solución a la participación de los atletas trans e intersexuales, porque es insultante que el Comité utilice la categoría femenina como un “cajón de sastre”.
Para asegurar la justicia según el principio de la “ausencia de ventaja competitiva”, la categoría masculina debería ser la que sirviera como “categoría abierta”, mientras que la femenina debería restringirse para, únicamente, las personas biológicamente femeninas.
Las mujeres “trans” conservan la ventaja en fuerza muscular propia de los hombres
— ¿Ha conversado sobre este tema con mujeres atletas? ¿Cuál es la opinión dominante?
— Como presidenta de una asociación atlética, y como preparadora de cientos de atletas, desde la base a la élite, durante 30 años, puedo asegurarle que están preocupadas. Sí, he hablado con muchas. Los atletas varones piensan que todo esto es injusto, pero ellas tienen temor por dos razones: una, tienen miedo a hablar y que el COI las sancione, y dos, temen que se les obligue a competir contra cuerpos masculinos.
Además de ellas, también muchos funcionarios y entrenadores tienen reservas para expresar sus opiniones. En Canadá es posible que hacer la pregunta equivocada sobre la identidad de un atleta en una competición sea penalizado por la ley. Si ellos renuncian, dirigir el deporte se volverá difícil. Todos los atletas, mujeres y hombres, sufrirán las consecuencias. Te digo más: incluso los padres de chicas atletas me dicen que quitarán a sus hijas del deporte si no aseguramos las categorías por sexo.
El COI no ha se ha dado cuenta del efecto que sus normas de 2015 están teniendo en todo el sistema deportivo, desde la base hasta la élite. Espero que encuentren la sabiduría y el sentido común antes de que sea demasiado tarde.
“No tenemos oportunidad de ganar”
Hay quejas en Canadá y en otros lugares. Las voces contra la participación de transexuales en pruebas femeninas van desde las de deportistas de élite, como la extenista Martina Navratilova, las corredoras Dame Kelly Holmes y Paula Radcliffe, y la nadadora Sharron Davies, hasta las de un grupo de adolescentes norteamericanas que han llevado su caso a los tribunales.
A raíz de la decisión de la Interscholastic Athletic Conference de Connecticut (CIAC) de permitir a atletas trans participar en pruebas femeninas, desde 2017 dos transexuales han ganado 15 campeonatos de pista que antes habían sido conquistados por 10 muchachas.
Por tal motivo, tres corredoras, alumnas de enseñanza secundaria, han presentado una demanda contra la organización deportiva por infringir el Título IX de la Ley de Derechos Civiles, que estipula que nadie puede ser sujeto a discriminación por su sexo en ninguna actividad o programa financiado con fondos federales.
Una de las jóvenes, Selina Soule, dijo al Wall Street Journal que la política de la CIAC es “frustrante y decepcionante, porque todas nosotras entrenamos muy duro para restarle solo unas fracciones de segundo a nuestros tiempos, y esos atletas pueden hacerlo con la mitad del trabajo que hacemos (…). No tenemos oportunidad de ganar”.
“Las chicas no deben quedar reducidas a ser espectadoras de sus propios deportes –afirma por su parte la asesora jurídica Christiana Holcomb, de Alliance Defending Freedom, que apoya a las jóvenes atletas–. Permitir a los varones competir en categorías femeninas no es justo y perjudica las oportunidades de las deportistas. Los hombres siempre tendrán ventajas físicas inherentes sobre mujeres con aptitudes y entrenamiento similar. Las creencias de un hombre sobre su género no eliminan esas ventajas”.

martes, 19 de mayo de 2020

Los gobiernos permiten abortos “practicados por uno mismo” durante la crisis de COVID-19

By Rebecca Oas, Ph.D. | May 9, 2020
WASHINGTON, D.C., 9 de mayo (C-Fam) Durante años, los defensores del aborto han estado trabajando para aumentar el acceso a medicamentos e información sobre cómo practicar un aborto tú mismo, donde el procedimiento es ilegal y hay pocos abortistas capacitados. Lo que cambió durante la nueva pandemia de coronavirus es que los gobiernos están impulsando este peligroso procedimiento en países donde existe garantía de profesionales médicos en clínicas y hospitales para las mujeres.
En el Reino Unido, el gobierno revisó su política de salud el mes pasado para permitir a las mujeres comprar píldoras abortivas por correo hasta diez semanas de embarazo. La revisión también elimina la necesidad de que una mujer sea derivada por un médico en el caso de que quiera abortar; de hecho, solo necesita una consulta telefónica con una enfermera o matrona para que le envíen las píldoras. Luego se permite que ella misma se las administre para practicar el aborto en su propia casa o en cualquier otro lugar.
Los defensores del aborto citan el aumento reportado en la violencia doméstica como un argumento para que el aborto sea considerado como “esencial”. Sin embargo, organizaciones pro-vida como la Sociedad para la Protección de los Niños No Nacidos (SPUC) con sede en el Reino Unido ven una desventaja peligrosa para poner a disposición píldoras de aborto por correo en su país. “Mi temor es que muchas mujeres sean presionadas y se vean abocadas a practicar un aborto por su maltratador”, dice Antonia Tully de SPUC. “Sabemos que la violencia doméstica es un gran indicador del aborto”.
El Ministerio de Sanidad de Francia también redujo sus restricciones sobre las píldoras abortivas, lo que permitió su uso en el hogar hasta las nueve semanas de embarazo. Una vez más, la justificación del cambio de política fue limitar la necesidad de viajes a centros de salud durante la pandemia y el cierre resultante.
Francia y el Reino Unido se encuentran entre las naciones de Europa occidental que han ofrecido abortos legales bajo demanda durante décadas, y han estado entre los que presionaron más agresivamente por un derecho internacional al aborto.
Sin embargo, muchos de los países que fueron los primeros en legalizar el aborto también tuvieron cuidado de garantizar que fuera “seguro” para las mujeres al incorporarlo al sistema de salud. Además de los límites gestacionales, los abortos debían ser proporcionados por médicos con licencia, realizados en un entorno clínico y, a veces, requerían la aprobación previa de uno o más médicos.
Desde el surgimiento del aborto con medicamentos, o el aborto por píldoras, el lobby del aborto ha estado presionando por la “desmedicalización” del aborto. Esto incluye garantizar que no solo los médicos, sino también las enfermeras, las parteras e incluso las mujeres embarazadas puedan realizar abortos legalmente. Cuando el aborto es ilegal o está restringido, significa asegurarse de que tengan acceso a las píldoras e instrucciones independientemente de la ley. Los defensores del aborto se apresuran a señalar que todas estas cosas están en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Para las organizaciones que presionan para que las píldoras abortivas estén ampliamente disponibles, especialmente en los casos en que es ilegal, la pandemia de COVID-19 ofrece una gran oportunidad. Si bien los defensores del aborto y los proveedores de píldoras para el aborto en el mercado negro insisten rápidamente en que la desmedicalización “debería haber ocurrido hace mucho tiempo”, esperan que medidas como las tomadas por Francia y el Reino Unido no sean temporales.
Mientras tanto, independientemente de los cambios en las leyes y políticas sobre el aborto autoinducido por píldoras, las empresas que los fabrican también se han visto afectadas por la pandemia. Los distribuidores mundiales de píldoras abortivas, como DKT International, buscan “hacer sonar las alarmas a la comunidad de salud reproductiva” sobre los posibles desabastecimientos y el aumento de los costos de envío de las píldoras abortivas, anticonceptivos y otros productos similares.

¿Por qué quieren tener nuestros datos personales?



Por Hermenegildo de la Calle

La inédita situación de confinamiento que estamos viviendo, podemos plantearla como si de un experimento inesperado se tratase, o como si fuera una película futurista, que pone a prueba algunas ideas e hipótesis emergentes en nuestra sociedad. Sorprendentemente, muchas cosas hemos aprendido y comprobado; hemos visto que el trabajo, vía telemática, en nuestras casas es posible y funciona; las reuniones, de negocios o profesionales, no requieren necesariamente presencia física y pueden celebrarse por vía telemática con los mismos resultados; estos días en que estamos consumiendo solo lo necesario, hemos podido comprender hasta dónde llega el consumo innecesario de nuestra sociedad; hemos podido comprobar cómo el aire de nuestras ciudades con menos contaminación tiene otro brillo y es posible si reducimos el tráfico rodado y aéreo; hemos podido ver pájaros que creíamos que nos habían abandonado definitivamente y oír sus cantos que han llenado de alegría nuestros mustios corazones en estos días tan grises; ha cambiado la forma de relacionarnos socialmente y así hemos aprendido a hacer videollamadas. Todas estas experiencias y muchas otras tienen algo de visión desde una ventana que se abre al futuro y nos ha permitido vislumbrar algunos de los probables cambios venideros. ¿Qué vemos o qué queremos ver por la ventana? ¿Qué tipo de mundo deseamos ver en el futuro?
En nuestras sociedades occidentales, los derechos individuales fundamentales están recogidos en nuestros ordenamientos jurídicos; derechos de los que nos sentimos férreos defensores. Pero no podemos negar la paradoja que se produce cuando damos, con suma facilidad, gratuita y voluntariamente, nuestros datos de identificación personal, correo electrónico, número de teléfono, etc., cada vez que nos registramos para tener una cuenta en las numerosas páginas web de empresas que nos los solicitan...... si queremos disfrutar de sus servicios; sin que, aparentemente, estas prácticas nos provoquen una especial resistencia. Otras prácticas de control habitualmente aceptadas son las asociadas a las nuevas tecnologías como la geolocalización, el rastreo de nuestras conversaciones y comunicaciones, la recepción de mensajes comerciales no deseados, el robo informático, la difusión de noticias falsas de todo tipo para ejercer influencia en el individuo y en la sociedad, etc, etc. Lo increíble es que en muy poco tiempo, hemos alcanzado tal grado de complicidad en estas prácticas que llegamos a admitir que la complejidad de la actividad actual no sería posible sin estos condicionamientos impuestos por las nuevas tecnologías. ¿Podemos asegurar que nuestra privacidad y confidencialidad está garantizada hoy día? ¿Podemos estar seguros de que actuamos como individuos libres en este tipo de sociedad?, o acaso, ¿no hacemos una dejación voluntaria de derechos en aras de un supuesto bienestar?
La relación individuo-sociedad siempre ofrece un carácter tensional. El principio de libertad individual se ve enfrentado y limitado por la sociedad en todos los aspectos. El individuo ha asumido el compromiso de delegar en la sociedad organizada democráticamente, a través de mecanismos y normas legales y con el necesario control, para que sea ésta la que establezca las normas y límites al ejercicio de la libertad individual con el objetivo del bien común; de tal forma que disponemos de órdenes, disposiciones, regulaciones, leyes, decretos, etc, etc., que regulan nuestras actividades en todos los ámbitos de nuestra vida. La aparición y difusión de la pandemia con sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas han puesto de manifiesto la fragilidad de nuestra estructura sanitaria, económica y social, desmontando y dejando al desnudo la supuesta fortaleza de nuestro entramado social. La primera fase de actuación contra la pandemia se ha centrado en el control de la difusión del virus y en proporcionar la mejor atención sanitaria posible a la población afectada. Para lograr este objetivo, todas las naciones de nuestro entorno han recurrido al confinamiento de la población con diferentes formas de aplicación, práctica que se ha mostrado necesaria y eficaz. A partir de ahora, la detección de nuevos casos de contagio y sus contactos requerirán nuevas formas de confinamiento, voluntario u obligado, de seguimiento y de control. Estas formas de confinamiento generalizado o selectivo han podido ser llevadas a cabo a costa de suprimir o limitar la libertad de movimiento de los individuos, considerado éste un derecho fundamental de las personas; y aunque este procedimiento cuente con total cobertura legal, y solo justificable en función del bien común, no por eso deja de plantear cuestiones y preguntas de carácter ético y social. No obstante, en las circunstancias actuales, ¿no debemos considerar justificado renunciar temporalmente a alguno de nuestros derechos fundamentales por razones de salud colectiva?; ¿no podemos considerar esta situación, como un ejemplo, en que el derecho colectivo a la salud debe prevalecer sobre el derecho de libertad individual?; y si pensamos positivamente.....¿no se podrá decir que hemos actuado ejerciendo nuestra libertad de forma responsable y solidaria?.  
En cualquier caso, la confrontación individuo-sociedad y el ejercicio de la libertad individual, que se ve frecuentemente sometido a limitaciones y ataques, seguirá siendo un tema en permanente debate, especialmente, en el tipo de sociedad que vamos conformando en la que, además de los aspectos éticos, filosóficos y sociales, habrá que contar con la nueva tecnología que, de alguna forma, nos exigirá adaptar nuestros principios a sus exigencias si queremos formar parte del futuro.

sábado, 16 de mayo de 2020

Carta de Benedicto XVI por el centenario del nacimiento de San Juan Pablo II


Ciudad del Vaticano

4 de mayo del 2020

El 18 de mayo, se cumplirán 100 años desde que el papa Juan Pablo II nació en la pequeña ciudad polaca de Wadowice.
Polonia, dividida durante más de 100 años por las tres grandes potencias vecinas – Prusia, Rusia y Austria –, había recuperado su independencia al final de la Primera Guerra Mundial. Fue una época llena de esperanza, pero también de dificultades, ya que la presión de las dos grandes potencias, Alemania y Rusia, siguió pesando sobre el Estado que se estaba reorganizando. En esta situación de angustia, pero sobre todo de esperanza, creció el joven Karol Wojtyla, que perdió muy pronto a su madre, a su hermano y, finalmente, a su padre, de quien había aprendido una piedad profunda y cálida. El joven Karol era particularmente apasionado de la literatura y el teatro, y después de estudiar para sus exámenes de secundaria, comenzó a dedicarse más a estas materias.
«Para evitar la deportación, en el otoño de 1940, comenzó a trabajar en una cantera que pertenecía a la fábrica química de Solvay» (cf. Don y Misterio). «En Cracovia, había ingresado en secreto en el Seminario. Mientras trabajaba como obrero en una fábrica, comenzó a estudiar teología con viejos libros de texto, para poder ser ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946» (cf. Ibid.). Por supuesto, no solo estudió teología en los libros, sino también a partir de la situación específica que pesaba sobre él y su país. Es una especie de característica de toda su vida y su trabajo. Estudia con libros, pero experimenta y sufre las cuestiones que están detrás del material impreso. Para él, como joven obispo – obispo auxiliar desde 1958, arzobispo de Cracovia desde 1964 – el Concilio Vaticano II se convirtió en una escuela para toda su vida y su trabajo. Las grandes preguntas que surgieron especialmente sobre el llamado Esquema 13 – luego Constitución Gaudium et Spes – fueron sus preguntas personales. Las respuestas desarrolladas en el Concilio le mostraron el camino a seguir para su trabajo como obispo y luego como Papa.
Cuando el cardenal Wojtyla fue elegido sucesor de San Pedro el 16 de octubre de 1978, la Iglesia estaba en una situación desesperada. Las deliberaciones del Concilio se presentaban al público como una disputa sobre la fe misma, lo que parecía privarla de su certeza indudable e inviolable. Un pastor bávaro, por ejemplo, comentando la situación, decía: «Al final, hemos acogido una fe falsa». Esta sensación de que no había nada seguro, de que todo estaba en cuestión, fue alimentada por la forma en que se implementó la reforma litúrgica. Al final, todo parecía factible en la liturgia. Pablo VI había cerrado el Concilio con energía y determinación, pero luego, una vez terminado, se vio confrontado con más asuntos, siempre más urgentes, lo que finalmente puso en tela de juicio a la Iglesia misma. Los sociólogos compararon la situación de la Iglesia en ese momento con la de la Unión Soviética bajo Gorbachov, cuando toda la poderosa estructura del Estado finalmente se derrumbó en un intento de reformarla.
Una tarea que superaba las fuerzas humanas esperaba al nuevo Papa. Sin embargo, desde el primer momento, Juan Pablo II despertó un nuevo entusiasmo por Cristo y su Iglesia. Primero lo hizo con el grito del sermón al comienzo de su pontificado: «¡No tengan miedo! ¡Abran, sí, abran de par en par las puertas a Cristo!» Este tono finalmente determinó todo su pontificado y lo convirtió en un renovado liberador de la Iglesia. Esto estaba condicionado por el hecho de que el nuevo Papa provenía de un país donde el Concilio había sido bien recibido: no el cuestionamiento de todo, sino más bien la alegre renovación de todo.
El Papa ha viajado por el mundo en 104 grandes viajes pastorales y proclamó el Evangelio en todas partes como una alegría, cumpliendo así su obligación de defender el bien, de defender a Cristo.
En 14 encíclicas, volvió a exponer completamente la fe de la Iglesia y su doctrina humana. Inevitablemente, al hacerlo, provocó oposición en las iglesias del Occidente llenas de dudas.
Hoy, me parece importante enfatizar sobre todo el verdadero centro desde el cual debe leerse el mensaje de sus diferentes textos. Este centro vino a la atención de todos nosotros en el momento de su muerte. El Papa Juan Pablo II murió en las primeras horas de la nueva fiesta de la Divina Misericordia. Permítanme agregar primero un pequeño comentario personal que revela un aspecto importante del ser y el trabajo del Papa. Desde el principio, Juan Pablo II se sintió profundamente conmovido por el mensaje de Faustina Kowalska, una monja de Cracovia, que destacó la Divina Misericordia como un centro esencial de la fe cristiana y deseaba una celebración con este motivo. Después de todas las consultas, el Papa había escogido el domingo in albis. Sin embargo, antes de tomar la decisión final, le pidió a la Congregación de la Fe su opinión sobre la conveniencia de esta fecha. Dijimos que no porque pensamos que una fecha tan antigua y llena de contenido como la del domingo in albis no debería sobrecargarse con nuevas ideas. Ciertamente no fue fácil para el Santo Padre aceptar nuestro no. Pero lo hizo con toda humildad y aceptó el no de nuestro lado por segunda vez. Finalmente, hizo una propuesta dejando el histórico domingo in albis, pero incorporando la Divina Misericordia en su mensaje original. En otras ocasiones, de vez en cuando, me impresionó la humildad de este gran Papa, que renunció a las ideas de lo que deseaba porque no recibió la aprobación de los organismos oficiales que, según las reglas clásicas, había de consultar.
Mientras Juan Pablo II vivió sus últimos momentos en este mundo, la Fiesta de la Divina Misericordia acababa de comenzar tras la oración de las primeras vísperas. Esta celebración iluminó la hora de su muerte: la luz de la misericordia de Dios se presenta como un mensaje reconfortante sobre su muerte. En su último libro, Memoria e Identidad, publicado en la víspera de su muerte, el Papa resumió una vez más el mensaje de la Divina Misericordia. Señaló que la hermana Faustina murió antes de los horrores de la Segunda Guerra Mundial, pero que ya había dado la respuesta del Señor a este horror insoportable. Era como si Cristo quisiera decir a través de Faustina: «El mal no obtendrá la victoria final. El misterio pascual confirma que el bien prevalecerá, que la vida triunfará sobre la muerte y que el amor triunfará sobre el odio».
A lo largo de su vida, el Papa buscó apropiarse subjetivamente del centro objetivo de la fe cristiana, que es la doctrina de la salvación, y ayudar a otros a apropiarse de ella. A través de Cristo resucitado, la misericordia de Dios es para cada individuo. Aunque este centro de la existencia cristiana solo nos lo da la fe, también es importante filosóficamente, porque si la misericordia de Dios no es un hecho, debemos encontrar nuestro camino en un mundo donde el poder último del bien contra el mal es incierto. Después de todo, más allá de este significado histórico objetivo, es esencial que todos sepan que, al final, la misericordia de Dios es más fuerte que nuestra debilidad. Además, en esta etapa actual, también se puede encontrar la unidad interior entre el mensaje de Juan Pablo II y las intenciones fundamentales del Papa Francisco: Juan Pablo II no es un rigorista moral, como algunos lo intentan dibujar en parte. Con la centralidad de la misericordia divina, nos da la oportunidad de aceptar el requerimiento moral del hombre, aunque nunca podemos cumplirlo por completo. Sin embargo, nuestros esfuerzos morales se hacen a la luz de la divina misericordia, que resulta ser una fuerza curativa para nuestra debilidad.
Cuando murió el Papa Juan Pablo II, la Plaza de San Pedro estaba llena de personas, especialmente jóvenes, que querían encontrarse con su Papa por última vez. No puedo olvidar el momento en que Mons. Sandri anunció el mensaje de la partida del Papa. Sobre todo, el momento en que la gran campana de San Pedro repicó, hizo que este mensaje resultara inolvidable. El día del funeral, había muchas pancartas diciendo «¡Santo súbito!». Eso fue un grito que, de todos lados, surgió a partir del encuentro con Juan Pablo II. No solo en la plaza, sino también en varios círculos intelectuales, se discutió la idea de darle el título de «Magno» a Juan Pablo II.
La palabra «santo» indica la esfera de Dios y la palabra «magno» la dimensión humana. Según el reglamento de la Iglesia, la santidad puede ser reconocida por dos criterios: las virtudes heroicas y el milagro. Los dos criterios están estrechamente vinculados. La expresión «virtud heroica» no significa una especie de hazaña olímpica; al contrario, en y a través de una persona se revela algo que no proviene de él, sino que se hace visible la obra de Dios en y a través de él. No es una competencia moral de la persona, sino renunciar a la propia grandeza. El punto es que una persona deja que Dios trabaje en ella, y así el trabajo y el poder de Dios se hacen visibles a través de ella.
Lo mismo se aplica a la prueba del milagro: aquí tampoco se trata de un evento sensacional sino de la revelación de la bondad de Dios que cura de una manera que va más allá de las meras posibilidades humanas. El santo es un hombre abierto a Dios e imbuido de Dios. El que se aleja de sí mismo y nos deja ver y reconocer a Dios es santo. Verificar esto legalmente, en la medida de lo posible, es el significado de los dos procesos de beatificación y canonización. En los casos de Juan Pablo II, ambos procesos se hicieron estrictamente de acuerdo a las reglas aplicables. Por lo tanto, ahora se nos presenta como el padre que nos deja ver la misericordia y la bondad de Dios.
Es más difícil definir correctamente el término «magno». Durante los casi 2.000 años de historia del papado, el título «Magno» solo prevaleció para dos papas: León I (440-461) y Gregorio I (590-604). La palabra «magno» tiene una connotación política en ambos, en la medida en que algo del misterio de Dios mismo se hace visible a través de la actuación política. A través del diálogo, León Magno logró convencer a Atila, el Príncipe de los Hunos, para que perdonara a Roma, la ciudad de los príncipes de los apóstoles Pedro y Pablo. Desarmado, sin poder militar o político, sino por el solo poder de la convicción por su fe, logró convencer al temido tirano para que perdonara a Roma. El espíritu demostró ser más fuerte en la lucha entre espíritu y poder.
Aunque Gregorio I no tuvo un éxito tan espectacular, también logró proteger a Roma contra los lombardos, de nuevo al oponerse el espíritu al poder y alcanzar la victoria del espíritu.
Si comparamos la historia de los dos Papas con la de Juan Pablo II, su similitud es evidente. Juan Pablo II tampoco tenía poder militar o político. Durante las deliberaciones sobre la forma futura de Europa y Alemania, en febrero de 1945, se observó que la opinión del Papa también debía tenerse en cuenta. Entonces Stalin preguntó: «¿Cuántas divisiones tiene el Papa?». Es claro que el Papa no tiene divisiones a su disposición. Pero el poder de la fe resultó ser un poder que finalmente derrocó el sistema de poder soviético en 1989 y permitió un nuevo comienzo. Es indiscutible que la fe del Papa fue un elemento esencial en el derrumbe del poder comunista. Así que la grandeza evidente en León I y Gregorio I es ciertamente visible también en Juan Pablo II.
Dejamos abierto si el epíteto «magno» prevalecerá o no. Es cierto que el poder y la bondad de Dios se hicieron visibles para todos nosotros en Juan Pablo II. En un momento en que la Iglesia sufre una vez más la aflicción del mal, este es para nosotros un signo de esperanza y confianza.
Querido San Juan Pablo II, ¡ruega por nosotros!
Benedicto XVI

viernes, 8 de mayo de 2020

LLAMAMIENTO PARA LA IGLESIA Y PARA EL MUNDO

LLAMAMIENTO PARA LA IGLESIA Y PARA EL MUNDO a los fieles católicos y a los hombres de buena voluntad.

Veritas liberavit vos Jn 8,32

En un momento de gravísima crisis, los Pastores de la Iglesia Católica, en virtud del mandato que hemos recibido, nos consideramos en el sagrado deber de hacer un llamamiento a nuestros Hermanos en el Episcopado, al Clero, a los Religiosos, al pueblo santo de Dios y a todos los hombres de buena voluntad. Suscriben también este llamamiento intelectuales, médicos, abogados, periodistas y profesionales diversos que comparten su contenido, y pueden suscribirlo asimismo cuantos deseen adherirse al mismo.

Los hechos han demostrado que, bajo el pretexto de la epidemia de Covid-19 se ha llegado en muchos casos a vulnerar derechos inalienables de los ciudadanos, limitándose de forma desproporcionada e injustificada sus libertades fundamentales, entre ellas el ejercicio de las libertades de culto, de expresión y de movimiento. La salud pública no debe ni puede convertirse en excusa para conculcar los derechos de millones de personas en todo el mundo, y menos aún para que las autoridades civiles eludan su obligación de obrar con prudencia en pro del bien común. Esto es tanto más cierto cuanto más aumentan las dudas planteadas por muchos en torno a la verdadera capacidad de contagio, peligrosidad y resistencia del virus. Muchas voces autorizadas del mundo de la ciencia y de la medicina confirman que el alarmismo que han manifestado los medios informativos al Covid-19 no parece totalmente justificado.

En base a los datos oficiales sobre la incidencia de la epidemia en el número de fallecimientos, tenemos motivos para creer que hay fuerzas interesadas en generar pánico entre la población con el único fin de imponer de modo permanente formas inaceptables de restricción de las libertades, control de las personas y vigilancia de sus movimientos. Esta forma de imposiciones antidemocráticas preludian de manera inquietante un Gobierno Mundial que escapa a todo control.

Creemos igualmente que las medidas de protección adoptadas en algunas situaciones, incluido el cierre de las actividades comerciales, han desencadenado una crisis que ha hundido a sectores enteros de la economía, favoreciendo con ello la interferencia de potencias extranjeras, con graves repercusiones sociales y políticas. Quienes ejerzan cargos gubernamentales deben impedir estas formas de ingeniería social, adoptando medidas encaminadas a la tutela de sus ciudadanos, a quienes representan y en cuyo interés tienen la grave obligación de realizar sus funciones. Ayúdese igualmente a la familia, célula de la sociedad, evitando penalizar irrazonablemente a los débiles y los ancianos al obligarlos a sufrir dolorosas separaciones de sus seres queridos. La criminalización de las relaciones personales y sociales debe considerarse asimismo una parte inaceptable del proyecto de quienes promueven el aislamiento de las personas para manipularlas y dominarlas mejor.

Pedimos a la comunidad científica que vele porque se promuevan honradamente y con miras al bien común curas para el Covid-19, evitando escrupulosamente que intereses inicuos influeyan en las decisiones de los Gobernantes y los organismos internacionales. No es razonable penalizar remedios que se han revelado eficaces, en muchos casos de bajo costo, para privilegiar curas o vacunas no tan eficaces pero que garantizan ingresos mucho mayores a las empresas farmacéuticas, aumentando los costos de la sanidad pública. Como Pastores que somos, recordemos también que para un católico es moralmente inaceptable inocularse con vacunas en cuya producción se ha utilizado material procedente de fetos abortados.

Pedimos asimismo a los Gobernantes que garanticen que se eviten de la forma más rigurosa los medios de control de las personas sea mediante sistemas de rastreo electrónico o cualquier otra forma de ubicación: a pesar de la gravedad de la situación, el combate al Covid-19, no debe servir de pretexto para respaldar turbias intenciones de entidades supranacionales que albergan marcadísimos intereses comerciales y políticos en este proyecto. En particular, debe permitirse a los ciudadanos la posibilidad de rechazar semejantes limitaciones a las libertades personales, sin imponer forma alguna de penalización para quien no desee beneficiarse de las vacunas, de los métodos de localización y de cualquier otro instrumento análogo. Téngase en cuenta la flagrante contradicción que se observa entre quienes persiguen políticas de reducción drastica de la población y al mismo tiempo se presentan como salvadores de la humanidad sin tener la menor legitimación política ni social. Por último, la responsabilidad política de quien representa al pueblo no puede ser confiada en modo alguno a técnicos que encima exigen para ellos mismos formas de inmunidad personal que resultan como mínimo inquietantes.

Solicitamos enérgicamente a los medios de comunicación que se empeñen activamente en facilitar una información correcta que no sancione el disenso aplicando formas de censura, como está sucediendo de forma generalizada en las redes sociales, la prensa y la televisión. La veracidad de la información exige que se dé lugar a voces no alineadas con el pensamiento único para que los ciudadanos puedan evaluar la realidad con conocimiento de causa, sin ser influidos en gran medida por intervenciones partidistas. Un diálogo democrático y franco es el mejor antídoto contra el riesgo de imponer formas sutiles de dictadura presumiblemente peores de las que ha visto nacer y morir nuestra sociedad en épocas recientes.

Recordemos, para terminar, como Pastores a quienes se ha encomendado la importante misión de guiar la grey de Cristo, que la Iglesia reivindica con firmeza su propia autonomía de gobierno, de culto y de predicación. Dicha autonomía y libertad son un derecho de nacimiento que le concedió Nuestro Señor Jesucristo para que cumpla las finalidades que le corresponden. Por este motivo, los Pastores reivindicamos enérgicamente el derecho a decidir de forma autónoma en lo que se refiere a la celebración de la Santa Misa y los Sacramentos, como también exigimos plena autonomía en materias que están dentro de nuestra inmediata competencia y jurisdicción, como por ejemplo las normas litúrgicas y la manera de administrar la Comunión y otros Sacramentos. El Estado no tiene el menor derecho a interferir por motivo alguno en la soberanía de la Iglesia. La colaboración de las Autoridades Eclesiásticas, que jamás ha sido negada, no supone por parte de las civiles prohibiciones ni limitaciones al culto público o el ministerio sacerdotal. Los derechos de Dios y de los fieles son ley suprema de la Iglesia que ésta no quiere ni puede abrogar. Solicitamos que nos sean retiradas las limitaciones a la celebración del culto público.

Invitamos a las personas de buena voluntad a no sustraerse a su deber de colaborar al bien común, cada cual según su propio estado y posibilidades y en espíritu de Caridad fraterna. Esta cooperación, auspiciada por la Iglesia, no puede prescindir sin embargo del respeto a la ley natural ni a la garantía de las libertades individuales.

Los deberes civiles a los que están obligados los ciudadanos suponen el reconocimiento de sus derechos por parte del Estado. Todos estamos llamados a valorar la situación actual de forma coherente con las enseñanzas del Evangelio, y ello exige tomar partido: o con Cristo o contra Cristo. No nos dejemos intimidar ni asustar por quienes nos hacen creer que somos minoría:

el bien está mucho más difundido y es mucho más poderoso de lo que el mundo quiere que creamos. Nos enfrentamos a un enemigo invisible que hace separaciones entre sus ciudadanos, entre los hijos y los padres, entre nietos y abuelos, fieles y pastores, alumnos y docentes, clientes y vendedores. No permitamos que con la excusa de un virus se borren siglos de civilización cristiana para instaurar una odiosa tiranía tecnológica en que personas sin nombre y sin rostro decidan la suerte del mundo confinándonos a una realidad virtual. Si tal es el proyecto que tienen para dominarnos los poderosos de la tierra, sepan que Jesucristo, Rey y Señor de la Historia, ha prometido que «las puertas del Infierno no prevalecerán» (Mt.16,18).

Encomendamos al Dios Todopoderoso a los Gobernantes y a cuantos rigen el destino de las naciones para que los ilumine y oriente en estos momentos de grave crisis. No se olvide que del mismo modo que el Señor nos juzgará a los Pastores según por la grey que nos ha confiado, también juzgará a los Gobernantes por los pueblos a los que tienen la obligación de defender y gobernar.

Roguemos con fe al Señor para que proteja a la Iglesia y al mundo. La Virgen Santísima, Auxilio de los Cristianos, aplaste la cabeza de la vieja Serpiente y frustre los planes de los hijos de las tinieblas.

8 de mayo de 2020 Virgen del Rosario de Pompeya

Lista de firmantes:

PRELADOS Cdl Gerhard Ludwig Mueller, Prefect emeritus of Congragation of the Doctrine of the Faith Cdl Joseph Zen Ze-kiun, Bishop emeritus of Hong Kong Cdl Janis Pujats, Archbishop emeritus of Riga Mgr Luigi Negri, Archbishop emeritus of Ferrara-Comacchio Mgr Joseph Strickland, Bishopof Tyler, Texas Mgr Thomas Peta, Metropolitan Archbishop of Astana Mgr Athanasius Schneider, Auxiliary Bishop of Astana Mgr. Carlo Maria Viganò, Archbishop, Apostolic Nuncio Mgr Jan Pawel Lenga, Archbishop emeritus of Karaganda Mgr Rene Henry Gracida, Bishop emeritus of Corpus Christi Mgr Andreas Laun, Auxiliary Bishop of Salzburg Father Serafino Lanzetta, Theologian Father Alfredo Maria Morselli, Theologian Father Curzio Nitoglia, Theologian

JOURNALISTS, EDITORS, WRITERS Dr Aldo Maria Valli, journalist Dr Magdi Cristiano Allam, writer Dr Giulio Meotti, journalist Dr Marco Tosatti, journalist Claudio Messora, director Byoblu.com Dr Robert Moynihan, writer, journalist Dr Jeanne Smits, journalist Dr Olivier Figueras, journalist Dr Cesare Sacchetti, journalist Prof. Giorgio Nicolini, director of Tele Maria Michael J. Matt, editor The Remnant John-Henry Westen, co-founder, editor-in-chief LifeSiteNews.com Vittoria Alliata di Villafranca, journalist and writer Maria Guarini, editor Prof. Francesco Lamendola António Carlos de Azeredo, editor José Narciso Pinto Soares, editorial counselor Dr Massimo Rodolfi Riccardo Zenobi, writer Danilo Quinto, writer Olivier Valette, writer

DOCTORS, IMMUNOLOGISTS, VIROLOGISTS, RESEARCHERS Dr Stefano Montanari, scientific director Nanodiagnostics laboratory, Modena Dr Antonietta Gatti, research manager, Nanodiagnostics laboratory, Modena Prof. Alessandro Meluzzi, psychiatrist Dr Anna Rita Iannetti, doctor, PNEI and biointegrated medicine Dr Fabrizio Giudici, orthopedic traumatologist Dr Rosa Maria Roccaforte, cardiologist Dr Silvana De Mari, doctor Dr Maria Grazia Sordi, psychologist Dr Roberto Marrocchesi, nutritionist Dr Mario Sinisi Dr Antonio Marcantonio

LAWYERS Dr Angelo Giorgianni, judge João Freire de Andrade, jurist Lawyer Francesco Fontana Lawyer Luigi Valenzise Lawyer Fabio Candalino Lawyer Luca Di Fazio Lawyer Massimo Meridio Dr Lawyer Gianni T. Battisti Lawyer Piero Peracchio Lawyer Paola Bragazzi Lawyer Luís Freire de Andrade Lawyer Heitor A. Buchaul Lawyer Maître Olivier Bonnet

LECTORS, TEACHERS AND PROFESSIONALS Hon. Prof. Vittorio Sgarbi, art critic, essayist Prof. Matteo D’Amico Prof.ssa Mafalda Miranda Barbosa Prof. Francesca Maimone Prof. Martino Mora, philosopher Prof. Massimo Viglione, historian and essayist Prof. Elisabetta Sala, teacher and writer Dr Ing. Alessandro Peracchio Dr Luca Scantamburlo Prof. Rosa Maria Bellarmino Steven Mosher, president Population Research Institute Prof. Emeterio Ferrés Arrospide, Coimbra University Prof. Ibsen Noronha Prof. ing. Amadeu Teixeira Fernandes, Georgetown University Dr José Filipe Sepúlveda da Fonseca Dr Alfonso Martone, CNR Italy Dr Luís Ferrand d’Almeida Ing. Roberto Imparato

ASSOCIATIONS Atman Association – President Manuela Baccin Riprendiamoci Il Pianeta Association – President Magda Piacentini Movimento 3V – Vaccini Vogliamo Verità – Secretary Luca Teodori Libera Scelta Association – President Alessandra Bocchi Iustitia in Veritate Association- Directors Una Vox Association – President Calogero Cammarata Comitato Famiglia e Vita – President Franco Rebecchi Confederazione dei Triarii AURET, Autismo, Ricerca e Terapie – President Lawyer Roberto Mastalia Vita al Microscopio Association – President Nino Ferri Texas Right to Life – Jim Graham Cleveland Right to Life – Molly Smith

martes, 5 de mayo de 2020

La alegría de entregar la vida a Jesucristo

Y un microbio desafió al potente mundo...


Muy conocido ya en nuestro país. 47 años, 7 hijos, mente abierta
Fabrice Hadjadj, uno de los mejores pensadores de esta época, y quizá el más creativo, se ha manifestado sobre las repercusiones psicológicas y sociológicas (más importantes que las económicas: que ya han demostrado su impotencia, y  límites) del famoso protagonista mundial de estos momentos, el coronavirus que aún convive entre nosotros.
Maestro de la paradoja, subraya lo irónico que resulta que una sociedad digitalizada, que solo parecía temer a los virus informáticos, se vea desbordada por un minúsculo microbio. ¿No manifiesta esta crisis las excesivas expectativas que había puesto el hombre en su propio poder? A pesar de que se corre el riesgo de dejarse arrastrar por la pandemia informativa durante el confinamiento, también puede ser una ocasión para redescubrir, precisamente, el significado, siempre nuevo, de la cultura o para reinventar la vida familiar.
Así, escribe en un artículo para La Vie, “el virus, transmitido en su mayor parte por portadores sanos, transforma los gestos de ternura en gestos mortales y hace que el ademán de tomar distancia, la puerta cerrada y el alejamiento sean las muestras de una nueva, pero problemática, forma de caridad”.
La tragedia recuerda al hombre su condición de criatura y le obliga a plantearse, más allá de la urgencia diaria, las preguntas fundamentales de la vida. “¿Qué es lo que queda, después de todo?” se pregunta el mismo Hadjajd. Responde: “La caridad desnuda. La de los cuidadores y la de los enfermos, la de los moribundos y los vivos, más vivos que nunca porque estuvieron cerca del abismo”.

Nivel récord de infelicidad

 P or MARK GILMAN, The Epoch Times en español Según Gallup, el aislamiento es uno de los principales problemas que afectan la felicidad de l...