Páginas vistas

sábado, 30 de enero de 2010

El informe de la Agencia Española del Medicamento sobre la píldora post-coital desmiente a sanidad


La Asociación para la Defensa del Derecho a la Objeción de Conciencia (ANDOC)denuncia en una nota que el informe, conocido ahora, demuestra que el Ministerio de Sanidad ha facilitado una información incompleta y sesgada sobre la píldora postcoital, poniendo en riesgo la salud de las mujeres.

El informe de evaluación de la píldora postcoital, emitido por la Agencia Española del Medicamento –y conocido ahora a través de los medios de comunicación- es posterior tanto al anuncio del Ministerio (mayo pasado), como al cambio de la ficha técnica y a la Circular que el Consejo General envió a las farmacias a finales de septiembre. En su nota, ANDOC destaca también como el informe desmiente, además, buena parte de la información facilitada por el Ministerio a los farmacéuticos para que la entreguen a los usuarios:

a) “Pueden utilizarla todas la mujeres a lo largo de la etapa fértil de su vida”.

b) Que es un “medicamento seguro”, que no precisa “reconocimiento o análisis previo a su toma”.

c) “Que los efectos secundarios son poco frecuentes, débiles y desaparecen rápidamente”.

d) “Que NO ES ABORTIVA ni produce ningún problema o lesión en el embrión”.

El informe contiene datos sobre efectos secundarios, contraindicaciones, mecanismo de acción, etc. omitidos o sesgados en la información oficial y, en algunos casos, en las propias fichas técnicas (como es el caso accidentes tromboembólicos y la falta de ensayos en menores de 16 años). Pero lo más grave es que la información oficial parte de la premisa de que la píldora se usaría de forma puntual, olvidando que la venta libre en farmacias puede conducir a un uso frecuente, con consecuencias imprevisibles para la salud de la mujer, especialmente de las más jóvenes.

Respecto al llamado “efecto antiimplantatorio” (abortivo), explicitado claramente en la ficha técnica (aunque escamoteado en la información del Ministerio), no se ha reparado en que la constatación de embarazos ectópicos puede tener relación con el mecanismo de acción de la píldora, al producir cambios del endometrio que impiden la implantación fisiológica (en el útero), pero no la implantación fuera del útero, mucho menos frecuente. Por tanto, un uso frecuente de esta píldora podría aumentar la incidencia de embarazo ectópico en la población.

Como consecuencia, además, el informe establece que el uso de la píldora está desaconsejado en mujeres con alto riesgo de embarazo ectópico, incluidas aquellas con historial médico de salpingitis o embarazo ectópico previo. Esto representa una contraindicación evidente, que desaconsejaría su administración sin control médico.

Desde que se hizo pública esta medida, ANDOC, otras entidades y numerosos profesionales, han solicitado reiteradamente al Ministerio y a la AEMPS los informes técnicos en los que se han basado para modificar la ficha técnica. Hasta el presente no se ha recibido respuesta alguna. Estos hechos parecen sugerir que el Ministerio ha tenido “guardado en un cajón” este informe.

El modo de proceder de las autoridades sanitarias, a juicio de Red Farmacia Responsable supone:

a) Una clara vulneración del derecho a la información y a la salud, reconocido por el artículo 43 de la Constitución y la ley de Garantías y Uso racional del Medicamento (art. 10), al no proporcionar una “información completa, veraz y asequible” a los ciudadanos.

b) Falta de “transparencia en el proceso de adopción de decisiones en materia de medicamentos y productos sanitarios” (artículos 10,1 y 16,4 de la Ley del Medicamento), al tomar una decisión con anterioridad al informe y no darlo a conocer a las personas y entidades interesadas.

c) Trasladar a los farmacéuticos una responsabilidad, sin proporcionarle, al mismo tiempo, la información completa y precisa que le permita realizar una dispensación libre, informada y racional de un medicamento (artículo 2,6 Autonomía del Paciente). En la práctica, al profesional no le queda otra opción que limitarse a informar, si se lo pide el o la demandante.

d) Priva a los ciudadanos del derecho a conocer “los problemas sanitarios… cuando impliquen un riesgo para la salud pública o para su salud individual, y a recibir una información que se difunda en términos verdaderos” (artículo 6 Ley de Autonomía del Paciente).

Ante estos hechos, ANDOC pide al Ministerio que facilite a profesionales y usuarios una información completa y veraz sobre este producto y adopte, cuanto antes, las medidas precisas para que la píldora deje de dispensarse sin control médico.

domingo, 17 de enero de 2010

Renuncia al tratamiento de su cáncer

La estrella de voleibol Agata Mroz murió en su país, Polonia, luego de postergar un transplante de médula ósea y permitir el nacimiento de su primera hija (video duración 1' 43")

domingo, 10 de enero de 2010

“¿Internet amenaza el contacto real?”



Reportaje de Ferrán Ramos-Cortés, http://www.elpais.com/, domingo 3 de enero de 2010
La Red ha revolucionado la comunicación entre los jóvenes. Tienen más posibilidades de contacto que nunca, pero ¿están perdiendo la capacidad de comunicarse cara a cara?

Leo en el libro La inteligencia social, de Daniel Goleman, la referencia a un estudio que afirma que por cada hora que la gente pasa en Internet, disminuye en 24 minutos el contacto personal con amigos, colegas y familia. La buena noticia es que la relación no es paritaria: no todo el tiempo dedicado a Internet es a costa de la relación personal. La mala noticia es que el consumo de Internet no para de crecer, especialmente entre los más jóvenes. Si asumimos que cada adolescente pasa como mínimo una hora y media diaria de su tiempo navegando por la Red, podemos deducir que está perdiendo más de media hora diaria de interrelación cara a cara con los demás.

El dato es preocupante, porque Internet, como medio de comunicación, presenta importantes interrogantes. Y la consecuente pérdida de contacto personal supone una seria amenaza para la capacidad de los jóvenes de relacionarse con los demás.

Messenger: el escondite perfecto. Dos compañeros de clase salen del colegio. Han pasado ocho horas juntos, y han tenido, aparentemente, todo el tiempo del mundo para compartir sus vivencias e inquietudes. Sin embargo, cuando llegan a casa y se conectan al Messenger es cuando empiezan a hablar de todo lo que no se han contado hasta entonces.

Los adolescentes de hoy día son capaces de expresar por estas vías sus más profundos sentimientos. Se desnudan emocionalmente a través del teclado del ordenador. Sin embargo, cara a cara pueden prácticamente no dirigirse la palabra. Parece como si necesitaran la protección de la pantalla.

Este fenómeno afectan profundamente a las relaciones entre ellos.

En primer lugar, el Messenger: les proporciona el escondite perfecto para expresarse sin exponerse. Pueden decir lo que quieran sin temor a la reacción del otro. Están en el entorno seguro de su pantalla, sin que nadie les vea y sin tener que dar más explicaciones que las que quieran dar. Esto les provoca una pérdida de habilidad en el intercambio personal (la comunicación personal se aprende practicando) y puede desembocar en una especie de “analfabetismo relacional” que les hará el camino mucho más difícil cuando como adultos no tengan más remedio que interactuar con los demás.

En segundo lugar, los jóvenes pueden estar construyendo relaciones que estén muy lejos de la realidad, porque la información que comparten vía Messenger viene desprovista de las pistas necesarias para su correcta comprensión. Es imposible interpretar adecuadamente una emoción sin oír o ver a la persona que la expresa. Como receptores, podemos entender de forma totalmente equivocada el mensaje que recibimos. Y como emisores, podemos fingir cualquier emoción sin ser desenmascarados. En la relación cara a cara, todo esto es imposible, porque el cerebro es sincero por naturaleza y se encarga –a través del tono de la voz o de pequeños gestos– de comunicar lo que sentimos, pongamos las palabras que pongamos. Sólo cara a cara hay certeza de sinceridad en lo que se dice.

Facebook: a la caza de ‘amigos’. Las redes sociales –el otro gran ladrón de tiempo para la relación– han introducido un nuevo reto para los jóvenes: cuántos amigos son capaces de tener. Hay una verdadera competición por cuánta gente tengo agregada en mi grupo, y hoy día, en cualquier reunión de jóvenes, la pregunta es obligada: “¿cuántos amigos tienes en Facebook?”.



La respuesta nunca deja de sorprenderme. Nadie baja de 300, y en muchos casos llegan a 1.000 o hasta 2.000. Aquí la fantasía ha tomado claramente el relevo a la realidad, pero lo que es seguro de entrada es que el lenguaje está mal utilizado. No se trata de amigos.

Se trata, en el mejor de meros conocidos, o conocidos de conocidos. Yo me apunté a Facebook recientemente (no me entusiasma, pero siento que tengo que conocerlo) y a los pocos días recibí un montón de mensajes de gente que me invitaba a que fuésemos amigos.

¿Amigos? Cuando repasé la lista, pude ver que algunos de ellos me la habían jugado a base de bien en el pasado… Por tanto, cuando hablamos de redes sociales, ¿de qué tipo de relación hablamos exactamente?

Las relaciones a través de las redes sociales son de contacto, nada más. No niego su utilidad, pero sí cuestiono que se trate de verdaderas relaciones. Una auténtica relación de amistad no nos la podemos plantear con más de una decena de personas, porque el esfuerzo que requiere simplemente nos agotaría. Algo falla, pues, en las cuentas.

Al mismo tiempo, las redes sociales introducen, de nuevo, un factor de engaño, autoengaño o fantasía importante. Uno puede ser en ellas quien quiere ser, no quien verdaderamente es.

Padres que han dimitido. Da la sensación de que, como padres, estamos tirando la toalla frente a esta nueva generación de jóvenes internautas que se pasan media vida conectados a Internet.

En algunos casos hemos renunciado a conocer y familiarizarnos con todas las nuevas formas de comunicación. No conocemos el mundo del Messenger, de las redes sociales, y no hemos hecho el esfuerzo de valorar sus riesgos para aconsejar a nuestros hijos sobre su utilidad o marcar los límites razonables a su uso. Reconozco que supone un esfuerzo, pero sólo conociendo a fondo esta realidad podremos actuar.

En otros casos, parece que hayamos optamos por dejar de tutelar a nuestros hijos sobre cuándo y cuánto deberían utilizar todos estos instrumentos.

Los padres no podemos “dimitir de padres” en este asunto. Debemos conocer los instrumentos que usan, y debemos fijar las reglas del juego y los límites.

De hecho, hay entre adolescentes y adultos una responsabilidad de doble dirección: ellos han de enseñarnos el uso de las nuevas tecnologías, su lenguaje y sus posibilidades. Nosotros hemos de enseñarles a usarlas en su justa medida.

De entender los usos de internet. Internet es un gran invento, y ha revolucionado la comunicación. Nos permite estar en contacto con personas que se encuentran en la otra punta del planeta o localizar a conocidos de los que hemos perdido la pista. Sin embargo, esta maravillosa capacidad de contacto no va acompañada de profundidad en la relación. Parece que estamos cambiando, en algunos casos, cantidad por calidad.

Como afirma el profesor Serrano, las nuevas tecnologías facilitan, y mucho, los lazos de unión entre los jóvenes, si bien parece que los quieren débiles.

En este contexto, son muchos los profesionales de la comunicación que están dando la voz de alarma: las nuevas tecnologías favorecen sin duda los contactos entre la gente, pero al mismo tiempo están debilitando peligrosamente las relaciones.

Utilicemos, pues, cada medio para lo que sirve: Internet, para contactar, y la relación personal cara a cara, para construir y desarrollar una relación. Dejemos que los jóvenes utilicen Internet para ponerse en contacto, para compartir información, para encontrarse o reencontrarse. Pero ayudémosles a que no renuncien al contacto personal para construir y hacer crecer las relaciones de amistad, muchas de las cuales pueden haber surgido del contacto en la Red.

Menos Internet y más cara a cara
Como padres, podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar la habilidad de la comunicación cara a cara. Éstas son algunas de las cosas que podemos hacer:

– Limitar el uso de aparatos en nuestra presencia, según los casos,
– Pactar las horas de uso del ordenador.
– Fomentar la relación con otras personas.
– Fomentar la lectura, el cine y otras actividades culturales.
– Estimular el deporte y las actividades en equipo.
– Interesarlos en actividades grupales como el voluntariado.
– Estimular la comunicación y el diálogo en la propia familia.

viernes, 8 de enero de 2010

viernes, 1 de enero de 2010

Afirmar las raíces cristianas




Primero dudan, después se avergüenzan y, finalmente, borran la verdad que les molesta. Sí, Europa, Norteamérica tienen raíces cristianas, y son como son, por esas raíces, aunque se pretenda falsear la memoria histórica de manera burda y descarada. Y ante esta crueldad muchos se quedan pasivos, como si no les importara o temieran quedar en evidencia, porque no es “políticamente correcto”.

Todos los años desde 1949, en el día 25, los lectores del Wall Street Journal, uno de los diarios más vendidos de América, de orientación liberal-conservadora, se despiertan con el editorial “In hoc anno Domini”. Su autor es Vermont Royster, un periodista doble ganador del Pulitzer, que, empezando como reportero, ocupó todas las plazas del diario entre los años 40 y los 80 del pasado siglo. En 1949 escribió ese artículo que, desde entonces, reaparece cada año en el editorial del periódico el día de Navidad.

Es un caso único en la prensa.

Con ello el diario desea resaltar que siempre considerará un hito histórico la fundación y extensión del cristianismo. Pudiendo cambiar las palabras para decir lo mismo, con esta originalidad de reproducir anualmente lo ya publicado, desea resaltar la permanencia del acontecimiento. Merece la pena reproducirlo en español.

*************

Cuando Saúl de Tarso partió en su viaje a Damasco, todo el mundo conocido vivía conquistado. Había un estado, y era Roma. Había un amo de todo, y era el César Tiberio. Por todas partes había orden civil, porque el brazo de la ley romana era largo. Por todas partes había estabilidad, en gobierno y en sociedad, porque los centuriones así lo garantizaban.

Pero por todas partes había también algo más. Había opresión –para aquellos quienes no eran los amigos del César Tiberio. Había cobrador de impuestos para poder cosechar el grano de los campos y para hilar el lino del huso: para alimentar las legiones o para llenar la hacienda pública con la cual el César divino entretenía a la gente. Había reclutador para llenar de gladiadores los circos. Había verdugos para callar a quienes el emperador había proscrito. ¿Para qué era un hombre sino para servir al César?

Había persecución de los hombres que se atrevían a pensar diferentemente, que oían voces extrañas o leían extraños manuscritos. Había esclavizamiento de los hombres cuyas tribus no provenían de Roma, desdén para quienes no tenían el aspecto familiar. Y sobretodo, había por todas partes un desprecio de la vida humana. ¿Qué era, para el poderoso, un hombre más o menos en un mundo sobrepoblado?

Entonces, de repente, hubo una luz en el mundo, y un hombre de Galilea, diciendo, dá al César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.


Y la voz de Galilea, que desafiaría al César, ofreció un nuevo Reino en el cual cada hombre podría caminar con la frente en alto y postrarse a ninguno excepto a su Dios. Como trataste a los más pobres, así me trataste a mí. Y él envió este evangelio del Reino del Hombre a los extremos de la tierra.

Y así la luz entró en el mundo y los hombres que vivían en oscuridad tuvieron miedo, e intentaron bajar una cortina de modo que el hombre continuase creyendo que la salvación emanaba de los líderes políticos.

Pero ocurrió durante algún tiempo en lugares diversos que la verdad liberó al hombre, aunque los hombres de la oscuridad intentaron apagar la luz. La voz dijo, apresuraos. Caminad mientras tenéis luz, a menos que os caiga la oscuridad, porque quienes caminan en oscuridad no saben donde van.

En el camino a Damasco la luz alumbró brillantemente. Pero después Pablo de Tarso también tuvo miedo. Él temió que otros Césares, otros profetas, podrían un día persuadir a los hombres que el hombre no era nada excepto un trabajador de ellos, que los hombres cederían sus derechos otorgados por Dios a cambio de pan y circo y ya no caminarían en libertad.

Entonces podría darse que la oscuridad triunfaría nuevamente sobre las tierras y habría quemar de libros y los hombres pensarían solamente de lo que deben comer y de lo que deben usar, y prestarían atención solamente a Césares nuevos y a falsos profetas. Entonces podría darse que los hombres no mirarían hacia arriba para ver incluso a la estrella del invierno en el este, y una vez más, no habría luz alguna en la oscuridad.


Y por eso Pablo, el apóstol del Hijo del Hombre, habló a sus hermanos, los Gálatas, las palabras que él quiso que recordásemos luego en cada uno de los años de su Señor: Aferraos entonces a la libertad con que Cristo nos ha liberado y no os enredéis nuevamente bajo el yugo de la esclavitud.

¿Qué le pasa a la ONU?

   Por    Stefano Gennarini, J.D       La ONU pierde credibilidad con cada informe que publica. Esta vez, la oficina de derechos humanos de ...