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miércoles, 26 de junio de 2019

La belleza de Notre Dame y la de la fe católica

El incendio de la catedral de Notre Dame de París ha causado conmoción en la laica Francia y en el resto de Europa. El Occidente poscristiano siente que ha perdido un símbolo y clama por su reconstrucción, lo que es una buena noticia. Pero falta el elogio a la cultura que hizo posible este templo, sostiene Auguste Meyrat, profesor de lengua en Dallas y colaborador en varios medios estadounidenses.
Poco después de conocerse la noticia del incendio, ocurrido el pasado 15 de abril, ya era visible en los telediarios el pesar de los franceses. Como muchos analistas dirían después, Notre Dame forma parte de la historia del país, y no es preciso ser católico para lamentar el siniestro. Hubo quienes subrayaron tanto el valor artístico del templo y su simbolismo para Francia, que parecía que su significado religioso estaba de más.
Pero estos elogios pasan por alto que la belleza de Notre Dame es inseparable de la belleza de la fe católica, algo que a menudo olvidan los laicistas. “Solo una ciudad medieval verdaderamente devota, dinámica e inspiradora como era París en el siglo XII, que albergó a figuras de la talla de Santo Tomás Becket, San Bernardo y Pedro Abelardo, podría construir algo tan grande y tan improductivo”, apunta Meyrat.
Los homenajes laicos a Notre Dame “no han de ser menospreciados”. Sin embargo, para que no queden incompletos, habría que acompañarlos “del elogio de los valores olvidados que crearon este edificio”. Un consejo que vale también para los creyentes: “Los católicos necesitan recuperar la belleza de Notre Dame, una belleza que deriva de la fe genuina y de una comunidad viva”.
Hoy nos sobran los conocimientos técnicos para reconstruir Notre Dame, pero nos falta la fe que llevó a los europeos de entonces a levantar catedrales que “ensancharan el alma” de quienes acudían allí para adorar a Dios.
Por eso, para Meyrat, la imagen de Notre Dame en llamas tiene algo de recordatorio amargo: nos dice que el Occidente secularizado ha descuidado “la verdad, la bondad y la belleza”, y que ya no es capaz de construir edificios así. Si los franceses quieren recuperar un símbolo nacional del que se sienten tan orgullosos, deben dejar de tomarse tan en serio a sus filósofos posmodernos y mirar a sus raíces cristianas.

viernes, 21 de junio de 2019

“Varón y mujer los creó” (dos números del documento vaticano sobre la igualdad de genero)

  1. Es necesario reiterar la raíz metafísica de la diferencia sexual: de hecho, hombre y mujer son las dos formas en que se expresa y se realiza la realidad ontológica de la persona humana. Esta es la respuesta antropológica a la negación de la dualidad masculina y femenina a partir de la cual se genera la familia. El rechazo de esta dualidad no solo borra la visión de la creación, sino que delinea una persona abstracta « que después elige para sí mismo, autónomamente, una u otra cosa como naturaleza suya. Se niega a hombres y mujeres su exigencia creacional de ser formas de la persona humana que se integran mutuamente. Ahora bien, si no existe la dualidad de hombre y mujer como dato de la creación, entonces tampoco existe la familia como realidad preestablecida por la creación. Pero, en este caso, también la prole ha perdido el puesto que hasta ahora le correspondía y la particular dignidad que le es propia ».
  2. En esta perspectiva, educar a la sexualidad y a la afectividad significa aprender « con perseverancia y coherencia lo que es el significado del cuerpo » en toda la verdad original de la masculinidad y la feminidad; significa « aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados […]. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente […], y enriquecerse recíprocamente ». Por lo tanto, a la luz de una ecología plenamente humana e integral, la mujer y el hombre reconocen el significado de la sexualidad y la genitalidad en aquella intrínseca intencionalidad relacional y comunicativa que atraviesa su corporeidad y los envía mutuamente el uno hacia el otro.

sábado, 15 de junio de 2019

No somos animales como los otros.

El animalismo es uno de los temas tratados en un reciente libro de Francis Wolff, Trois utopies contemporaines (Fayard). En una reseña publicada en La Vie des idées , se sintetiza su argumentación sobre los deberes del hombre respecto a los animales.
Francis Wolff denuncia la pretendida liberación de los animales tal como es promovida por las asociaciones de veganos. Según los animalistas, el hombre debe cesar de utilizar a los animales y los productos que se derivan de ellos, para romper con su pasado de depredador. El libro distingue entre los militantes por un buen trato a los animales –ideal que no tiene nada de utópico– y los revolucionarios para los que el reino animal es el nuevo proletariado del capitalismo contemporáneo.
Francis Wolff revela varias contradicciones en el animalismo. La primera es de orden antropocéntrico. “Si los hombres estamos tan cercanos a los otros animales, ¿por qué deberíamos preocuparnos por ellos y dejar de conducirnos como ellos, como animales?”. La abolición de la propiedad animal es invocada en nombre de la igualdad, mientras que es la desigualdad la que rige las relaciones entre depredadores y presas. De hecho, “solo un ser muy diferente de los otros animales es capaz de conductas morales. Y es obligado concluir: no somos animales como los otros, justamente porque sentimos obligaciones hacia otros animales”.
Si los hombres no pueden formar una comunidad moral con los animales es porque “los intereses de unos y de otros son antagónicos: la vida de unos se alimenta necesariamente de la vida de los otros”. Nuestros deberes hacia los animales deben resumirse en una ética del cuidado: “No estamos obligados a abolir todos los sufrimientos de los animales del planeta ni a impedir toda depredación –esto sería contrario a la propia vida animal–”. Sin embargo, Wolff no niega nuestros deberes hacia los animales, pero se apresura a añadir que estos son relativos, para distinguirlos de los deberes absolutos hacia los hombres.

Es mediante el humanismo como podemos proponer un trato ético de los animales. Si la humanidad constituye una especie biológica, sus miembros son ante todo personas que “forman una comunidad moral de derechos y deberes recíprocos y absolutos”. Tenemos deberes hacia los animales, pero corresponden a una ética de la tercera persona, y responden a esta pregunta: “¿Qué tipo de trato es justo según el tipo de animal, el tipo de relación que tenemos con él y, por tanto, el tipo de comunidad implícita que formamos con él?”.

La persecución a los cristianos en Oriente Medio es “casi un genocidio”

Un reciente informe encomendado por el Foreign Office al arzobispo de la diócesis inglesa de Truro (anglicana), señala que la persecución a los cristianos en varias regiones del mundo, particularmente en Oriente Medio, cobra tintes “casi de genocidio”, un fenómeno sobre el que –opina el canciller británico Jeremy Hunt– las sociedades occidentales han pasado de largo por influencia de la corrección política.
El texto del arzobispo Philip Mounstephen, que se publicará en su forma definitiva en el verano, precisa que la persecución África del Norte y Oriente Medio adopta dos formas principales: una, impulsada por los Estados, y otra, por grupos extremistas o por las propias familias o comunidades de residencia de los cristianos. “En países como Irán, Argelia y Qatar, el Estado es el actor principal, mientras que en Siria, Yemen, Arabia Saudí, Libia y Egipto están implicados actores estatales y no estatales, especialmente los grupos extremistas”.
En consecuencia, las formas más comunes de atentado contra los fieles entre 2015 y 2018 han sido las amenazas violentas, el acoso, la discriminación legal, la incitación al odio a través de los medios de comunicación, las detenciones, el encarcelamiento y el martirio.
Además de ataques mortíferos contra los fieles en sus templos y comunidades, los cristianos también sufren discriminación en la educación, el empleo, la vida social. Las confiscaciones de iglesias y de otras propiedades no son raras en países como Siria, Irán, Egipto y Turquía, todo lo cual propicia un clima hostil que provoca que muchos tomen el camino de la emigración.
Según el informe, incluso en sitios como Kuwait, Bahréin, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, donde los cristianos tienen cierta libertad para practicar su culto, la ejercen con varias restricciones, como la imposibilidad de evangelizar a musulmanes o de importar Biblias.
Citado por la BBC, a propósito de las deplorables realidades descritas en el informe, el canciller Hunt ha señalado que la corrección política ha influido para que nada de lo denunciado haya sido debidamente afrontado por los países occidentales, que han estado “dormidos” en este tema, hasta que el informe del Foreign Office y los recientes atentados en iglesias de Sri Lanka les han hecho despertar.
“Pienso que hay un temor equivocado a que se considere colonialista hablar sobre una religión que estuvo asociada con las potencias coloniales”, dijo. “Lo que hemos olvidado –añadió– en este ambiente de corrección política, es que realmente los cristianos que están siendo perseguidos están entre las personas más pobres del planeta”.
El informe del Rev. Mounstephen apunta, no obstante, que a pesar de la “descorazonadora naturaleza de la situación”, la persistente presencia de los cristianos en África del Norte y Oriente Medio es “un signo de esperanza y una oportunidad para abogar por (…) el avance del pluralismo y la tolerancia religiosa en la región, así como por la preservación de la herencia cristiana”.

viernes, 14 de junio de 2019

Hombre y mujer los creó

La Congregación para la Educación Católica ha publicado Hombre y mujer los creó. Para una vía del diálogo sobre la cuestión del género en la educación , un documento (disponible aquí en italiano) en el que advierte sobre la influencia de la ideología de género en las leyes educativas, destacando al mismo tiempo la belleza de la diferencia y complementariedad sexual. A continuación, ofrecemos un resumen.
El documento señala que nos encontramos en una situación de “emergencia educativa” en el ámbito sexual, donde se ha extendido una concepción antropológica que considera la diferencia sexual un mero constructo social o cultural. Esta idea ha penetrado en algunos planes educativos, con el peligro de que los niños se vean privados de una educación íntegra que favorezca su madurez afectiva.
La Iglesia desea ofrecer su ayuda a quienes se dedican a tareas educativas, con el fin de que profundicen sobre las cuestiones de género “a la luz de la vocación al amor a la cual toda persona es llamada”.
El texto critica el reduccionismo antropológico que ha ayudado a difundir la ideología de género. Pero insta a los educadores cristianos a “transformar positivamente los desafíos actuales en oportunidades”. Porque también la misión evangelizadora de la Iglesia alcanza a la tarea de “dar a comprender el papel del hombre y de la mujer” y aclarar el auténtico sentido de la sexualidad humana.

Diálogo

La Congregación distingue entre la ideología de género y las investigaciones sobre las diferencias de género que ayudan a enriquecer la comprensión sobre la masculinidad y la feminidad.
Hombre y mujer los creó habla así de promocionar una “cultura de diálogo”, lo que no contradice “la legítima aspiración de las escuelas católicas a mantener su propia visión de la sexualidad humana”. Este camino es el indicado para crear relaciones más abiertas y la auténtica alternativa al enfoque ideológico sobre el género que, a pesar de declarar respeto por la diversidad, “considera las diferencias mismas de forma estática, dejándolas aisladas e impermeables entre sí”.
“Escuchar, razonar y proponer” constituyen no solo las partes en las que se divide el documento, sino las disposiciones que, de acuerdo con él, se requieren para que el diálogo sea fecundo.

Género líquido

La primera parte del documento –que cumple con la tarea de la “escucha”– analiza la difusión de la ideología de género en las últimas décadas. La desvinculación de sexo y género, entendido este último como el modo cultural de vivir y expresar la sexualidad, ha dado lugar a diferentes “orientaciones sexuales” que surgen como decisiones del individuo, no determinadas por su configuración biológica.

Se ha impuesto así una noción “fluida” de género e identidad sexual, flexible o líquida, en función del sentimiento individual. No solo existen nuevas identidades sexuales, sino formas distintas de relaciones afectivas, como el poliamor. De ese modo, se han configurado “nuevos derechos sexuales”.
Pero, más allá de la expansión de lo ideológico, en las últimas décadas se han desarrollado investigaciones sobre la diferencia sexual que han recordado que, como enseña el cristianismo, toda persona es digna de respeto con independencia de sus tendencias afectivas. También han servido para revalorizar la feminidad, así como el valor de la “maternidad afectiva, cultural y espiritual”, que recibe en la actualidad mayor atención y constituye un don inestimable, por la influencia que la mujer tiene en el desarrollo de las personas y de la sociedad en su conjunto.

Una ideología que niega la diferencia

En cualquier caso, el documento insiste en que es un error basar la identidad sexual y la familia en los deseos o las tendencias emocionales. Y advierte de la paradoja que supone defender la diferencia sexual, como hace la ideología de género, obviando lo biológico, donde aquella se sustenta.
Una cultura o una educación inspiradas en una ideología que soslaya la distinción entre lo femenino y lo masculino solo puede servir para desarrollar una “identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente separadas de la diferencia biológica entre el hombre y la mujer” y, por tanto, empobrecedoras. Por otro lado, socava la base de la reciprocidad, el encuentro amoroso y la fecundidad.
De ahí que, en la búsqueda de ese diálogo que desea promover, la Congregación apele a la importancia de la corporeidad tanto para el desarrollo de la identidad personal como para las relaciones humanas. La formación del yo requiere la experiencia de la alteridad. Como se explica en la segunda parte del texto –“razonar”–, el desarrollo de la identidad se puede ver obstaculizado por una comprensión errónea de la sexualidad y causar daños psicológicos graves.

Corporeidad y diferencia sexual

La misión de la Iglesia, sin embargo, no es solo escuchar para favorecer el diálogo, sino también proponer, y es eso lo que pretende hacer la Congregación en la última parte de Hombre y mujer los creó, en la que recuerda los principios de una auténtica ecología humana. Esta, que constituye la base de la enseñanza cristiana sobre la sexualidad, revela que el hombre posee una naturaleza que no puede manipular a su antojo.
Esa ecología humana no puede pasar por alto la diferencia sexual. “Hombre y mujer –se explica– son las dos formas en que se expresa y realiza la realidad ontológica de la persona humana” y lo que hace posible la comunión familiar.

Desde la perspectiva de esta “ecología” acorde con la verdad del hombre y la mujer, alcanza su sentido pleno y fecundo la sexualidad humana, se aprecia en toda su hondura el valor de la corporeidad y se es capaz de estimar la riqueza de la diferencia sexual.

La familia y la escuela, claves en la formación sexual

Ante el influjo de la ideología en la enseñanza, el texto afirma que una auténtica educación afectiva y sexual debe dar a conocer el significado del cuerpo, así como descubrir el sentido originario de la masculinidad y la feminidad. Es imprescindible que enseñe además a cuidar y respetar el propio cuerpo.
La familia constituye el lugar natural en el que se enseña el “valor y la belleza” de la diferencia entre hombre y mujer, se asimila con naturalidad la complementariedad, se aprende el verdadero respeto y se halla, a fin de cuentas, el revulsivo frente a una cultura que banaliza la sexualidad.
Junto con la familia, también los centros educativos y, en concreto, los de inspiración católica, están llamados a participar en la transmisión de esta ecología humana. La escuela es el “espacio agápico de las diferencias” y, por tanto, además de formar, debe promover los valores del diálogo, la tolerancia y la confianza.

Dar testimonio de la verdad del hombre

La educación afectiva y sexual “necesita un lenguaje adecuado y moderado” y debe tener siempre en cuenta la madurez de quienes la reciben. La Congregación considera indispensable desarrollar en los jóvenes que se educan en colegios católicos el sentido crítico ante las modas sexuales y los mensajes reduccionistas, y buscar, por otro lado, influencias positivas.
A este respecto, la parte final del texto se refiere a un asunto especialmente importante: la “formación de los formadores”. “La educación de la persona –apunta– requiere un cuidado particular y una actualización constante”. Se recomienda que quienes desempeñan actividades docentes no solo tengan una sólida formación antropológica, sino que reciban también preparación adecuada sobre temas de género y las leyes vigentes.
Junto con el personal docente, los directivos deben velar para que la enseñanza y el ambiente de los colegios sean coherentes con la verdad de la persona y adecuados para que los alumnos descubran la hondura de la comprensión cristiana de la sexualidad. Y, en relación con los católicos que desempeñan tareas educativas en colegios no religiosos, la Congregación les invita a dar testimonio y promover lo verdaderamente humano también en esos ámbitos, con valentía y sin complejos.

miércoles, 12 de junio de 2019

Viendo el Aborto



«Unplanned», la historia de la desgarradora transición de Abby Johnson de directora de una clínica de Planned Parenthood a opositora al aborto, ha demostrado ser una película sorprendentemente popular.
  

Nos encontramos en un punto crucial del gran debate moral sobre el aborto en nuestro país [Estados Unidos], no porque hayan surgido nuevos argumentos, sino porque se han aprobado leyes tan impresionantes en su barbarie, y una película tan visceral en su presentación de la realidad del aborto ha encontrado una amplia audiencia. Como nos recordó John Henry Newman, el asentimiento a una proposición rara vez es cuestión de aceptar la demostración racional por sí sola; en cambio, a menudo tiene que ver con la acumulación de argumentos, imágenes, impresiones, experiencias y testimonios.
Los protocolos legales vigentes en Nueva York, Delaware y otros estados que permiten la matanza de un niño en el útero en cualquier momento de su gestación de nueve meses (y de hecho, en la clínica o en la mesa del hospital, en caso de que el niño sobreviva al aborto por algún milagro) han repugnado a gran parte del país. Y han permitido que la gente vea, en términos inequívocamente claros, todas las implicaciones de la retorcida ideología «proelección». Si una madre decide llevar a término a su hijo y que éste nazca, ese niño es, de alguna manera, por esa elección, sujeto de la dignidad y digno de la plena protección de la ley; y si una madre decide lo contrario, incluso un recién nacido que lucha por respirar en una mesa de operaciones, puede ser asesinado y desechado como si fuera basura. Afuera la biología y la metafísica: nuestras decisiones subjetivas determinan la realidad, y el resultado es un infanticidio sancionado por el estado. Tan obviamente dementes, tan claramente peligrosas, tan inequívocamente malvadas son estas leyes que están haciendo que muchas personas reconsideren su posición sobre el aborto.
Unplanned, la historia de la desgarradora transición de Abby Johnson de directora de una clínica de Planned Parenthood a opositora al aborto, ha demostrado ser una película sorprendentemente popular, a pesar de su tema bastante sombrío y a pesar de la considerable oposición institucional. Como muchos han señalado, la Sra. Johnson está desempeñando un papel análogo al que desempeñó Harriet Beecher Stowe en el siglo XIX. Aunque en ese momento había muchos argumentos a ambos lados del debate sobre la esclavitud, muchos defensores de la esclavitud se sometieron a una conversión al abolicionismo, no a causa de manifestaciones racionales, sino precisamente por la influencia de la vívida presentación de Stowe de la realidad concreta de la esclavitud en la Cabaña del tío Tom. Por lo tanto, hoy en día, los argumentos y lemas relacionados con ambos lados de la controversia del aborto son bien conocidos, y la mayoría de las personas parecen más o menos encerradas en sus respectivos campos. Pero Unplanned no argumenta, sino que muestra. El «aborto» se convierte, por consiguiente, no en un asunto abstracto, sino en un hecho real y sangriento.
La película comienza con el acontecimiento que resultó decisivo para la propia Abby Johnson. Como directora y administradora de una clínica de Planned Parenthood, sin duda estaba al tanto de lo que estaba sucediendo en las instalaciones, pero rara vez había estado involucrada en un aborto real. Una tarde, la llamaron a la sala de operaciones y le pidieron que sostuviera el dispositivo que permitía al médico ver la imagen de ultrasonido del niño en el útero. Mientras el médico realizaba su trabajo, Abby pudo ver claramente al niño descansando cómodamente y luego reaccionando violentamente al insertarse un dispositivo de succión en el útero. Para su horror, entonces vio un pequeño brazo chupado, sólo para reaparecer, momentos después, como una sopa ensangrentada en un catéter junto a ella. Mientras observaba, incapaz de apartar los ojos de la horrible visión, vio al bebé gravemente herido seguir evadiendo el aparato, hasta que una pierna desapareció, luego otro brazo, y finalmente la cabeza del bebé. Y de nuevo, los restos del niño vivo surgieron como una masa informe en el catéter. Con eso, salió corriendo de la habitación, vomitó en el baño y decidió disociarse para siempre de Planned Parenthood. La película deja en claro que ella había escuchado argumentos en contra del aborto toda su vida, ya que sus padres y su esposo estaban ardiente y vocalmente a favor de la vida, pero ella tomó la decisión después de ver lo que significaba terminar con la vida de un niño por nacer. Su esperanza, obviamente, es que su película tenga un efecto similar en muchos otros.
Una de las escenas más memorables de Unplanned es una pequeña fiesta que tuvo lugar en la clínica fuera del horario de apertura. Resulta que Abby estaba embarazada, y sus colegas, todas mujeres, se reunieron para darle un baby shower. Salieron los globos, los regalos atentos, los abrazos alentadores, todo con la intención de mostrar su alegría por el nacimiento de un nuevo bebé. Pero entonces nos damos cuenta de que estas profesionales médicas, estas buenas amigas de Abby, han pasado todo el día matando a los bebés de otras mujeres. De hecho, la sangre de esos procedimientos está en sus zapatos y uniformes médicos. ¿Cómo es posible esta escena? La condición para su posibilidad es la ideología lunática de la «elección» mencionada anteriormente: si el bebé es deseado, hagamos una fiesta; si el bebé no es deseado, mátenlo y arrojen sus restos en un basurero. Los defensores del derecho a decidir deben saber que esta es la implicación de su filosofía, pero Unplanned les hace verla.
En 1850, muchas personas buenas y reflexivas defendían la institución de la esclavitud. Ahora, sólo los locos lo harían. En 2019, muchas personas decentes y reflexivas defienden la posición proelección. Uno sólo puede esperar que estas leyes recientes, y esta película visceralmente perturbadora, aceleren el día en que sólo los locos la defenderán.

sábado, 8 de junio de 2019

Juan Pablo II, Carta a los jóvenes de Roma, 8.9.97

Muchos de vosotros estudiáis; otros ya trabajáis o estáis a la espera de un empleo. Es importante que todos lleguéis a ser buscadores apasionados de la verdad y sus testigos intrépidos. Nunca debéis resignaros a la mentira, a la falsedad y a las componendas. Reaccionad con energía ante quien intente apoderarse de vuestra inteligencia y enredar vuestro corazón con mensajes y propuestas que hacen esclavos del consumismo, del sexo desordenado, de la violencia, hasta llevar al vacío de la soledad y a las sendas sinuosas de la cultura de la muerte. Desligada de la verdad, toda libertad se convierte en una nueva esclavitud, mucho más pesada. 

viernes, 7 de junio de 2019

No quitéis el móvil a los niños, quitádselo a los padres

Expertos advierten del riesgo que implica abusar del móvil delante de los hijos en el tiempo de ocio
Son las cinco de la tarde y los colegios cierran sus puertas. Ha llegado la hora de ir al parque. O a merendar a una cafetería. La escena se repite cada día: padres, madres y otros cuidadores pegados al móvil mientras los críos miran al cielo, se columpian, llenan cubos de tierra o juegan a la pelota. Si el pequeño intenta hablar con el adulto, este comparte su tiempo entre la pantalla y su hijo. ¿Es un gesto inocente y sin consecuencias? No. Los expertos advierten: cuando los niños se conviertan en adolescentes, ¿con qué autoridad les vamos a decir que no se pasen todo el día mirando una pantalla?
El pedagogo Gregorio Luri insiste en que el principal órgano educativo no es el oído sino el ojo. “Los niños aprenden con el ejemplo que ven en las personas que consideran valiosas, como sus padres. Da igual lo que estos les digan, lo importante es lo que ven los chavales”.
Luri explica que en la sociedad del siglo XXI no somos conscientes de la importancia de educar la atención, que es el “nuevo coeficiente intelectual”. La atención -añade- es la capacidad para mantener la actividad que se está realizando en ese momento, ya sea cocinar una paella, hablar con otra persona o mirar a tu hijo. “Todos los seres humanos nacemos con una atención débil. Nos distraemos con rapidez, pero es algo que se entrena. A los hijos se les puede, y se les debe, enseñar a mantener la atención”, explica el autor de 'Elogio de las familias sensatamente imperfectas'.

Dar ejemplo

El experto en educación no pretende demonizar el móvil y recuerda que es una herramienta fabulosa para muchas cosas, entre ellas, aumentar nuestro conocimiento. Sin embargo, también es un instrumento con alta capacidad de devorar el tiempo (y nuestra atención). Volviendo a los padres, Luri se pregunta qué ejemplo dan a sus hijos cuando, delante de ellos, se entretienen recorriendo pantallas compulsivamente. “¿Quién domina a quién? ¿Tú al móvil o el móvil a ti? Es importante recordar que todos los padres tienen el deber de dar ejemplo”.

"¿Qué ejemplo damos a los hijos
cuando nos entretenemos recorriendo pantallas
compulsivamente?" (Gregorio Luri. Pedagogo)

Consciente de que cada familia educa a sus hijos lo mejor que puede, el pedagogo insiste en que, respecto al uso-abuso del móvil por parte de los padres, da igual la edad de los hijos. Es algo a tener en cuenta tanto si son bebés de teta como niños de 10 años. Otra escena cotidiana de los parques es la de mujeres amamantando a sus hijos mientras miran el móvil. Luri recuerda que tampoco es un acto sin consecuencias porque para un bebé no hay nada más importante que los ojos de su madre y cuando deja de mamar “los sigue teniendo en su cabeza”.

Uso crítico del móvil

La pedagoga María Acaso no se muestra tan tajante como Luri. “Si vemos a un padre o una madre mirando el móvil en el parque con sus hijos nos parece mal. Pero si le vemos con un periódico o un libro de papel ¿nos parecería mejor?”, se pregunta con ironía. Luri responde que ojalá los padres leyeran en el parque más libros porque el libro “educa la atención y el móvil la dispersa”. En todo caso, la pedagoga sí que recuerda la importancia de hacer un uso crítico del móvil. "El problema no es la herramienta sino cómo la usamos. ¿La usamos para, por ejemplo, estar bien informados o para leer la vida de Belén Esteban?" Acaso subraya que si un padre o madre se pasa dos horas en el parque no habría mayor problema en usar el 'smart-phone' algunas veces. “Si está solo media hora quizá sí que sería bueno que estuviera en exclusiva para sus hijos”, recomienda.
Consciente de la adicción que puede suponer el móvil (sobre todo, las aplicaciones, donde los 'likes' de las redes sociales implican descargas de dopamina), la autora del libro 'Art Thinking. Cómo el arte puede transformar la educación’ se muestra partidaria de marcar tiempos. En su casa, por ejemplo, se apagan los teléfonos por la noche y se encienden después de desayunar en familia (Acaso tiene dos hijas). “Cuando vamos al colegio, en el metro, tampoco lo miro. Es un momento para estar con mis hijas. Una vez que están en la escuela, lo enciendo. Así procuro darles ejemplo porque la educación del niño es el ejemplo que reciben de sus padres”, concluye recalcando que no hay que demonizar la tecnología sino convivir con ella.

Ladrón de tiempo

Padre de una niña de tres años, el escritor y articulista de temas de crianza Joan Antoni Martín Piñol comenta que está harto de ver en el parque padres y madres que miran compulsivamente la pantalla de su móvil. “No tienen pinta de ser cirujanos y estar asistiendo a una operación a corazón abierto”, ironiza. Piñol se ha propuesto con firmeza no apartar la mirada de su cría, incluso cuando habla con otros padres. “He visto demasiadas películas de sábado por la tarde en Antena 3 como para apartar los ojos de ella. Creo que puede pasarle cualquier cosa en cualquier momento”, comenta con humor.
El autor de 'Harry Pater y el pañal filosofal’ −divertidísima y útil guía para padres primerizos− está convencido de que los niños deben saber que sus padres están con ellos y por ellos. “El móvil no puede ser un ladrón de tiempo. Si estás en el parque, estás en el parque. Y lo digo yo, que soy autónomo y muchas cosas de trabajo salen en cualquier momento. Pero creo que todo puede esperar 20 minutos, ¿no? Además, si es algo muy urgente te llaman”, resume Martín Piñol.
En la misma línea se muestra Catalina Echeverry, autora del blog 'Mamá también sabe. Crianza en la era digital'. En su opinión, es importante que los padres y madres tengan autocontrol con las nuevas tecnologías y se pongan pequeños retos, como no sacar el móvil en las comidas y cenas familiares y tampoco en el rato de parque.
Echeverry recuerda que ella misma se convirtió, sin quererlo ni saberlo, en una adicta a las notificaciones de las redes sociales. Ocurrió hace seis años, cuando montaba la web Conciliación real. “Mi hijo mayor, que por aquel entonces tenía ocho años, me reprochó que estaba todo el día enganchada al móvil. Para mí, fue una bofetada. A partir de ahí lo tuve claro”. La bloguera, experta en marketing digital, recuerda la importancia de no estar pendiente del móvil delante de nuestros hijos para prevenir problemas en el futuro. "Una vez convertido en adolescente, ¿con qué cara le vas a decir que no se pase todo el día con el móvil?", concluye.
Olga Pereda, en elperiodico.com.

jueves, 6 de junio de 2019

Falda para chicos

Gobierno de López Obrador autoriza que niños usen falda en escuelas de Ciudad de México. Padres de familia denuncian que aunque parezca "algo inofensivo lo del uniforme" es el primer paso para imponer la ideología de género en las escuelas. Los padres de familia en México han lanzado una campaña de peticiones para reclamar libertad educativa frente a las imposiciones de género

Nivel récord de infelicidad

 P or MARK GILMAN, The Epoch Times en español Según Gallup, el aislamiento es uno de los principales problemas que afectan la felicidad de l...