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miércoles, 19 de diciembre de 2012

Carta de Felipe Javier Arenas, un hombre abierto y valiente

Donde no hay ni sectarismo, ni adoctrinamiento, ni segregación....

Escrito por: Felipe Javier Arenas Silva el 16 Dic 2012 

Nos encontramos ahora en una coyuntura bastante difícil para los
centros concertados no mixtos(un total de doce en la comunidad
andaluza). La Junta de Andalucía intenta retirar el concierto a los
centros que opten por la educación diferenciada en unos tiempos en los
que hay que hacer un esfuerzo sobrehumano para sobrevivir. De ser así,
muchas familias tendrán que optar por elegir otro modelo educativo,
por meter a sus hijos en otros centros que sí puedan costearse.

Voy a hablarles desde la luz que arroja la experiencia. Al terminar la
secundaria, opté libremente por iniciar el preuniversitario en el
centro Altair, de educación diferenciada y además, perteneciente a la
obra corporativa del Opus Dei. De sobra saben los lectores asiduos a
mi blog mi ideología política y, conviene decir que no la oculté en
ningún momento a lo largo de mi vida; no soy yo quién más próximo esté
a la postura política generalizada en el Opus y no soy yo quién
entiende la vida de una forma espiritual como la entienden ellos. Sin
embargo, a pesar de todo ello siempre opté por el respeto.

No voy a negarles a ustedes que en un principio, me preocupaba que me
pudiesen bombardear día a día con catolicismo y que me intentasen
imponer una ideología que dista mucho de ser la mía. No obstante, sólo
estaba guiado por la opinión de personas que, en la mayoría de los
casos, no habían tenido relación alguna con centros de esta índole;
así que decidí comprobarlo por mi mismo.

En poco tiempo, el mito quedó derrumbado y calcinado; ni se
adoctrinaba ni se catolizaba; sólo se enseñaba y además, se enseñaba
bien, desde el respeto y en un ambiente idóneo para el trabajo,
aderezado además con el buen hacer de profesionales altamente
cualificados y esmerados en su labor. También está la parte humana;
Altair es un centro en el que, además de preparar muy bien tu futuro
en lo académico te enseñan a ser mejor persona. Siempre me sentí
arropado en un centro en el que no existen ni condiciones sociales ni
prejuicios por razones de sexo, religión o ideología. Todos allí saben
lo que soy y si lo saben es porque me sentía completamente libre para
expresar mi punto de vista y, además, siempre queda lo más importante:
por muy diferente que fuese su pensamiento, jamás fui despreciado ni
adoctrinado si no todo lo contrario.

Quizás, sin concierto, no habría podido acceder a Altair y me hubiera
perdido un centro en el que me han formado de una forma insuperable; y
muy orgulloso que me siento. Si la Junta de Andalucía y en especial,
su máximo responsable, Pepe Griñán (compañero de partido, por cierto)
es tan socialista como yo lo soy no privará a las futuras generaciones
de entrar en un centro que es, a todas luces, de lo mejor que hay en
enseñanza (y lo digo por las importantes personalidades que de allí
han salido y que, en este momento, se siguen forjando). No olvidemos
que Altair es un oasis en un barrio obrero que se halla bastante
deprimido; es una estrella que alumbra allá donde, de no ser por ella,
no habría si no oscuridad.

Hay que hacer menos caso a las opiniones viciadas de los sociólogos y
pedagogos que atacan sin piedad a un modelo educativo tan válido como
cualquiera. No olvidemos que el ministro Wert es sociólogo; ya ven lo
que hace...

Desde aquí pido a la Junta que no haga como el Gobierno Central y
recorte en Educación, porque sin duda ésto es un sesgo a la libertad
educativa. Y se educa muy bien en Altair, un centro que siempre podrá
contar con mi apoyo.

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