Del 18 al 24 de junio tuvo lugar en Cannes el Festival Internacional de Creatividad, una cita que reúne lo mejor de la publicidad mundial. Entre otras intervenciones, los asistentes pudieron escuchar una muy particular. La creativa Madonna Badger explicó cómo la pérdida de sus tres hijas y de sus padres en el incendio de su casa una Nochebuena le llevó a dar un sentido nuevo a su vida, a su trabajo y a su agencia.
El momento inspirador ocurrió después de hacer una búsqueda en Google: “cosificación de la mujer”. Los resultados mostraban imágenes publicitarias. De aquí nació su campaña #WomenNotObjects, a la que siguió #iStandUp y, ahora, What Our Kids See. Este último clip muestra las reacciones de niños a anuncios con componentes sexuales. Sus respuestas van de “no me gusta, ver esto es repugnante” a “me hace sentir mal por mi cuerpo” o “no quiero volver a mirar esa imagen”. Este vídeo trata de concienciar sobre el impacto negativo de estos anuncios y se presentó en primicia en Cannes.
Sobre el sexo en la publicidad, Madonna Badger afirmó que no se trata de una lucha feminista: “El respeto y la dignidad no tienen género”. Además, explicó que –contra lo que dice el tópico– el sexo no vende más sino que daña la imagen de marca. En una conferencia de prensa posterior, su agencia (Badger & Winters) aportó cifras que muestran que, cuando los anuncios retratan a las mujeres como un “todo, humanas y fuertes”, la intención de compra crece 35 puntos y la reputación de la marca, 83.
Ella, que había tratado como objetos a las mujeres muchas veces en trabajos anteriores, confesó que estar allí hablando a sus colegas era un sueño hecho realidad. Si además alguno llegaba a entrar en el web de #WomenNotObjects y firmaba el compromiso, Badger dijo que lo consideraría un milagro. Y advirtió: “Yo creo firmemente en los milagros”.
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