Brandi Swindell, la empresaria pro-vida. |
La labor
de una activista pro-vida, Brandi Swindell, fue en días pasados el eje de un reportaje
de la revista femenina Cosmopolitan, que abordó una iniciativa singular:
el proyecto Stanton Healthcare, una red de centros médicos que ofrecen
alternativas a las mujeres en riesgo de abortar y que ya está presente en
varios estados de la Unión, así como en Irlanda del Norte.
Services We Provide
- Early Detection Pregnancy Testing
- Pregnancy Verification (including how far along you are)
- Limited Ultrasound Exams
- Options Counseling
- Post Abortion Exams and Support
- Sexual Integrity Program
- Client Advocacy
- Massage Therapy
- Child Birth Education Classes
- Maternity & Baby Supplies
- Practical Assistance
- Referrals for: OB/GYN care, STD Testing, Housing, Legal Advice, and Adopción
El
objetivo de Swindell y su equipo es claro. “No solo competiremos. No solo
demostraremos. No solo le quitaremos la financiación. Es hora de reemplazar a
Planned Parenthood”, lee la periodista Robin Marty en uno de los volantes
divulgativos de Stanton.
“Aspiramos
a ser como Margaret Sanger, una revolucionaria de su tiempo”, dice Swindell, no
sin ironía –Sanger fue la fundadora de Planned Parenthood–. “¿Estoy
utilizándola? Pues queremos ser así de revolucionarios. Queremos ser casi
contraculturales”.
Swindell
inauguró un primer centro en 2006 en Boise (Idaho) para ofrecer recursos
médicos y emocionales a las gestantes, y así convencerlas de continuar con su
embarazo. La localidad ostentaba el mayor índice de abortos del estado, y fue
allí donde la joven entendió necesario iniciar el proyecto, para el que puso
250.000 dólares de su propio bolsillo.
Hoy la
experiencia se ha reproducido en Carolina del Norte, Alabama y Michigan. En
Irlanda del Norte, han plantado un centro justo enfrente de una clínica
perteneciente a la agencia abortista Marie Stopes.
Las
gestantes más vulnerables, aquellas sin seguro médico o en dificultades
económicas, tienen en Stanton una valiosa alternativa. Cosmopolitan cita
el caso de Stephanie Reyes, una madre de 24 años, sin cobertura sanitaria, que
espera su tercer hijo y para quien los servicios de Stanton han sido los únicos
que les han apoyado durante las primeras 23 semanas de embarazo: “Te tratan
como a una amiga. (…). Los recursos han sido buenos. Te ayudan con la ropa de
la maternidad, con la del bebé. Te realizan ecografías gratis. Es asombroso”.
“Hay una
presión para que las mujeres tomen la píldora anticonceptiva –dice por su parte
Swindell–. Tengo que decirte que te empoderas cuando caes en la cuenta de que
‘no tengo que poner esta hormona sintética en mi cuerpo; no tengo que estar
encadenada a la píldora anticonceptiva’. Hay un movimiento de personas para
quienes la píldora no es orgánica, no es verde, no es holística. Creemos que
vamos a ocupar otro nicho, otra brecha que existe en clínicas como las de
Planned Parenthood”.
Como
parte de sus planes de crecimiento, la activista estima que habrá unas 30
filiales de Stanton brindando servicios en los próximos 18 meses, y que después
esa cifra se irá incrementando a razón de unos 15 o 20 centros cada año. Unos
serán instalaciones grandes, como el de Boise; otros, a más pequeña escala,
serán clínicas, y en otros sitios de más difícil acceso el proyecto puede
adoptar la modalidad de clínicas móviles.
Sustituir
a la multinacional del aborto no es, sin embargo, algo que se conseguirá a
corto plazo pues, según la publicación, hay unas 700 clínicas de Parent
Parenthood en todo EE.UU. “A su red [la de Swindell] le llevará 35 años de
crecimiento reemplazar a esa organización”
.
No
obstante, el proyecto Stanton no está solo en este objetivo, sino que se suma a
otras iniciativas provida, entre los que Cosmopolitan cita a la
californiana Obria Medical Clinics y a Guinding Star Project, las cuales siguen
la línea de ofrecerse como opción a las mujeres que se hallan en la encrucijada
de la gestación.
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