De bioética.blog
La ideología de género, parte de un problema real: la consideración del género (el entorno social de la sexualidad) en relación con el sexo biológico. Sin ninguna duda, era necesaria una reconsideración del tratamiento del género, porque estaba totalmente identificado con el sexo. En este sentido, se han resuelto algunos problemas de intolerancia y de discriminación.
Sin embargo, el problema de los pensamientos que se convierten en ideologías, es que junto a resolver algunos problemas, desembocan en actitudes propias del pensamiento único, y tienden a convertirse en auténticos tiranos. Ya no les interesa la realidad, por eso rehuyen toda confrontación con ella. Les gustaría sustituirla por la interpretación que ellos hacen y que tiende a ser omnicomprensiva de toda la realidad.
Suele ocurrir también que después de un tiempo de desarrollo acaban pretendiendo no sólo hacerse visibles, sino que sean los únicos que puedan estar presentes en la sociedad. De exigir tolerancia se convierten en auténticos intolerantes y tiranos.
La ideología de género es un exponente evidente de este peligro.
La absolutización del concepto género les lleva a que ninguneen la realidad sexual que todos experimentamos. Sin embargo para los teóricos de esa ideología el sexo ha dejado de existir. El cuerpo no importa, sino sólo la voluntad que decide con libertad. Lo curioso es que negando el sexo real, sin embargo todo se convierte en sexo. La vida queda focalizada por el sexo, como parecen manifestar algunos colectivos cuyo orgullo se centra precisamente en el sexo.
Sin embargo, la ciencia no avala la pretensión de esta ideología de ser el único intérprete de la realidad. Se puede ver: “Sexualidad y género. Conclusiones de la Biología, la Psicología y las Ciencias Sociales”. The New Atlantis, 50 (Otoño 2016). Pero a ellos la ciencia no les importa: están por encima porque tienen una ideología, y sólo ellos saben la verdad.
Por otra parte la reivindicación de una mayor tolerancia, se desborda y ahora se pretende que la vida social sea construida totalmente desde su peculiar interpretación de los valores sociales. Por ello no es de extrañar que se conviertan en auténticos tiranos que exigen, y en ocasiones consiguen, legislaciones totalmente intolerantes y opresivas. Se puede leer la última propuesta a nivel nacional de este tipo de pretensión aquí, o un comentario detallado aquí.
Es un peligro en el que todos podemos caer, cuando dejamos de confrontar regularmente nuestro pensamiento con la realidad y con lo que nos dicen los demás, Si además nos creemos que somos los salvadores de la sociedad, entonces ya no hay salida, porque vamos a imponer nuestra visión, dejando de lado tolerancias y democracias, y construyendo una auténtica dictadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario