Como seguramente saben, el pasado viernes 6 de mayo el papa Francisco recibió el prestigioso premio Carlomagno que se otorga a personalidades e instituciones del ámbito europeo.
Y por si no han leído el discurso completo y quieren una selección de frases, aquí les ofrezco la mía:
- [Los padres de Europa] pusieron los cimientos de un baluarte de la paz, de un edificio construido por Estados que no se unieron por imposición, sino por la libre elección del bien común, renunciando para siempre a enfrentarse.
- ¿Qué te ha sucedido Europa humanista, defensora de los derechos humanos, de la democracia y de la libertad?
- ¿Qué te ha pasado Europa, tierra de poetas, filósofos, artistas, músicos, escritores?
- ¿Qué te ha ocurrido Europa, madre de pueblos y naciones, madre de grandes hombres y mujeres que fueron capaces de defender y dar la vida por la dignidad de sus hermanos?
- Estoy convencido de que la resignación y el cansancio no pertenecen al alma de Europa.
- Una Europa capaz de dar a luz un nuevo humanismo basado en tres capacidades: la capacidad de integrar, capacidad de comunicación y la capacidad de generar.
- El tiempo nos enseña que no basta solamente la integración geográfica de las personas, sino que el reto es una fuerte integración cultural.
- Hoy urge crear «coaliciones», no sólo militares o económicas, sino culturales, educativas, filosóficas, religiosas. Coaliciones capaces de defender las personasde ser utilizadas para fines impropios.
- La situación actual no permite meros observadores de las luchas ajenas. Al contrario, es un firme llamamiento a la responsabilidad personal y social.
- No podemos imaginar Europa sin hacer [a los jóvenes] partícipes y protagonistas de este sueño.
- «La distribución justa de los frutos de la tierra y el trabajo humano no es mera filantropía. Es un deber moral». Si queremos entender nuestra sociedad de un modo diferente, necesitamos crear puestos de trabajo digno y bien remunerado, especialmente para nuestros jóvenes.
- Sólo una Iglesia rica en testigos podrá llevar de nuevo el agua pura del Evangelio a las raíces de Europa.
- Sueño un nuevo humanismo europeo, «un proceso constante de humanización», para el que hace falta «memoria, valor y una sana y humana utopía».
- Sueño una Europa joven, capaz de ser todavía madre: una madre que tenga vida, porque respeta la vida y ofrece esperanza de vida.
- Sueño una Europa que se hace cargo del niño, que como un hermano socorre al pobre y a los que vienen en busca de acogida, porque ya no tienen nada y piden refugio.
- Sueño una Europa que escucha y valora a los enfermos y a los ancianos,para que no sean reducidos a objetos improductivos de descarte.
- Sueño una Europa, donde ser emigrante no sea un delito, sino una invitación a un mayor compromiso con la dignidad de todo ser humano.
- Sueño una Europa donde los jóvenes respiren el aire limpio de la honestidad,amen la belleza de la cultura y de una vida sencilla, no contaminada por las infinitas necesidades del consumismo; donde casarse y tener hijos sea una responsabilidad y una gran alegría, y no un problema debido a la falta de un trabajo suficientemente estable.
- Sueño una Europa de las familias, con políticas realmente eficaces, centradas en los rostros más que en los números, en el nacimiento de hijos más que en el aumento de los bienes.
- Sueño una Europa que promueva y proteja los derechos de cada uno, sin olvidar los deberes para con todos. Sueño una Europa de la cual no se pueda decir que su compromiso por los derechos humanos ha sido su última utopía.
Teresa García-Noblejas
No hay comentarios:
Publicar un comentario