Regression
- Thriller Drama
- Público apropiado: Adultos con reparos
- Valoración moral: Desaconsejable
- Año: 2015
- Dirección: Alejandro Amenábar
Contenidos: Imágenes (varias V, X), Ideas (ataques a la religión católica F)
Dirección y guion:Alejandro Amenábar. Países:España y Canadá. Año: 2015. Duración:106 min. Género:Thriller, policiaco, terror. Reparto: Ethan Hawke, Emma Watson, David Thewlis, Devon Bostick, David Dencik, Lothaire Bluteau.Producción: Alejandro Amenábar, Fernando Bovaira y Christina Piovesan.Música: Roque Baños. Estreno en España: 2 Octubre 2015
Reseña:
Minnesota, 1990. El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) investiga el caso de la joven Angela Gray (Emma Watson), que acusa a su padre, John Gray (David Dencik), de cometer un crimen inconfesable. Cuando John, de forma inesperada y sin recordar lo sucedido, admite su culpa, el reconocido psicólogo Dr. Kenneth Raines (David Thewlis) se incorpora al caso para ayudarle a revivir sus recuerdos reprimidos. Lo que descubren desenmascara una siniestra conspiración.
Una historia de ritos satánicos ambientada en los Estados Unidos de los años 90, la película trata de ser a la vez «una reflexión sobre la maldad y una exploración de los vericuetos de la mente», comenta el productor Fernando Bovaira.
Abenámar demuestra que se encuentra instalado en su personal bucle melancólico, el de quien educado en el catolicismo, desembocó primero en el agnosticismo y luego en el ateísmo, posturas especialmente nítidas en Mar adentro y Ágora. Una vez más, los creyentes no salen demasiado bien parados en su cine. Quizá lo más novedoso es que amplía todavía más el campo de la desconfianza.
Lo que pierde al cineasta es su carga ideológica demasiado obvia; y no nos referimos sólo a la cuña “sodomita”, el caso es que no puede haber demasiado margen para la sorpresa en las tramas que orquesta si se trata de lanzar puyas a los seguidores de una religión, y en cambio loas a los capaces de sobreponerse a semejante lastre.
El desarrollo de la trama es interesante a pesar del recurso excesivo a los sueños y la hipnosis. Pero en el último cuarto, la película se viene abajo, aparecen todos los demonios de Amenábar, sus fobias personales claramente presentes en Los otros, Mar adentro y Ágora. Pero esta vez el director madrileño se explica bastante peor y sus puntos de vista resultan tan arbitrarios como inconsistentes.
En su paso por el Festival de Cine de San Sebastián, Regresión no ha obtenido el respaldo que buscaba. Las críticas han reconocido un oficio sin creatividad y una resolución muy poco convincente y satisfactoria para el espectador.
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