El entonces Karol Wojtywa, dejó impresionado a Pablo VI, en los ejercicios espirituales que le predicaba en 1976. Él, que venía de un país dominado por el comunismo, describía así el diabólico "Seréis como dioses", referido al tiempo actual.
Han llegado los tiempos en que ese aspecto de la tentación del Maligno ha encontrado su contexto histórico adecuado. Puede ser que dicho aspecto represente el más alto grado de tensión entre la Palabra y la anti-Palabra en la historia de toda la humanidad. Semejante concepción de la alienación comporta no sólo la negación del Dios de la Alianza, sino la negación de la idea misma de Dios, la negación de su existencia y al mismo tiempo el postulado -y en cierto sentido el imperativo- de la liberación de la idea de Dios, para afirmar al hombre. (Karol Wojtiwa, 1976, Signo de contradicción, p.47).
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