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miércoles, 13 de julio de 2022

Siempre, el que da la verdadera realidad a las cosas, es el amor

Anónimo


Primero ama, porque la vida sin amor no vale nada.


La justicia, sin amor, te hace duro.
La inteligencia, sin amor, te hace cruel.
La amabilidad, sin amor, te hace hipócrita.
La fe, sin amor, te hace fanático.
El deber, sin amor, te hace malhumorado.
La cultura, sin amor, te hace distante.
El orden, sin amor, te hace complicado.
La agudeza, sin amor, te hace agresivo.
El honor, sin amor, te hace arrogante.
El apostolado, sin amor, te hace extraño.
La amistad, sin amor, te hace interesado.
El poseer, sin amor, te hace avaricioso.
La responsabilidad, sin amor, te hace implacable.
El trabajo, sin amor, te hace esclavo.
La ambición, sin amor, te hace injusto.

Por último, ama; porque como decía San Juan de la Cruz: "... al atardecer de nuestra vida se nos juzgará sobre el amor".

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