Páginas vistas

457187

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Nunca es tarde para encontrar a Dios

Annie Lobert era prostituta. Pero un buen día, Dios apareció en su vida. Te animamos a que veas su testimonio y que conozcas cómo se convirtió al cristianismo y decidió acercarse a Dios y fundar una asociación para ayudar a las prostitutas a salir de ese tipo de vida.



No hay comentarios:

La belleza, esa "ideología"

Por Ignacio Uría  (Gijón, 1971) es historiador, periodista y profesor de la Universidad de Alcalá      A mí todavía me extraña que un adoles...